"Cuando el amor esta oculto y hay que encontrarlo".

sábado, 10 de agosto de 2013

Capítulo 10: La Push


Punto de Vista: Renesmee

La conversación había quedado inconclusa, así que pronto iban a volver al mismo tema, tan solo esperaba que ese “pronto” estuviera lejos, porque no quería volver a escucharlo aunque sea solo por un buen tiempo. En fin…
Había quedado con Jake en ir a la Push, la verdad es que hace tiempo que no veía a los metamorfos -como los suele llamar mi papá- a causa de todo lo que había pasado y ya los estaba comenzando a extrañar muchísimo. Eran mis únicos amigos y siempre me divertía estando con ellos, me encantaba ir  a casa de Emily la cual me esperaba con unos deliciosos panecillos que tan ricos siempre les quedaban pero los que siempre se los terminaban comiendo eran Jake y Paul, bueno en realidad, todos.
-¿Ya estas lista?-me preguntó Jake, Fui primero a la cabaña de mis padres porque tenía que arreglarme ya que aun había estado con la misma ropa de ayer.
-Si-asentí también con la cabeza.


Pasamos primero por casa de Jake para dejar estacionado el golf de él e ir a saludar a Billy, quien ya nos esperaba al pie de la puerta, él emitió una sonrisa al verme que yo también se la correspondí. Siempre se ponía contento cada vez que venía, desde que era pequeña y las veces que he venido a visitarlo, se podía decir que, me esperaba con una gran sonrisa. Me divertía mucho con él también, cada vez que venía me contaba historias interesantes sobre los antepasados quileutes.
Entramos a la humilde morada en esta no nos quedamos mucho tiempo porque como había dicho, solo hice que Jake pasara por aquí para saludar a Billy.
Luego nos dirigimos a casa de Emily, tal como estaba planeado.
-Ness, que sorpresa verte de nuevo por aquí- exclamó Seth al verme, junto a él venían Embry y Jared.
Además de Jacob, Seth siempre ha estado conmigo desde que había nacido, era como otro hermano para mí, me divertía mucho con él también, cada vez que venía me contaba historias interesantes sobre los antepasados quileutes.
-Buenos días Billy- dije saludándolo con la mano.
-Hola pequeña-dijo mientras nos acercábamos a él.
Entramos a la humilde morada.

No nos quedamos ahí mucho tiempo porque, como había dicho, solo había hecho pasar a Jake por aquí para saludar a Billy y él por su parte dejar estacionado el carro aquí, ya que, era placía caminar esta linda tarde en la Push.
Luego nos dirigimos a casa de Emily.
-Ness, que sorpresa verte por aquí- exclamó Seth mientras caminaba hacia nosotros. Junto a él venían Embry y Jared.
Además de Jacob, Seth siempre ha estado conmigo desde mi nacimiento-era como otro hermano para mí- me divertía mucho junto a él también.
-Hola chicos- les dije a los tres metamorfos que se nos acercaban.
-¿Cómo han estado?- les pregunté.
-Pues, han sido días interesante- dijo Seth.
-Vamos, los demás nos esperan haya adentro.
Pasamos al interior de la casa donde ya nos esperaba la siempre servicial Emily con sus deliciosos panecillos, tal como lo había predicho.
-Hola Ness, que bueno es verte por acá- me dijo ella.
-Gracias- dije sonriéndole.
Al entrar completamente a la casa me fije que ahí se encontraba la dulce Claire, que a sus cuatro años de edad ya era una niña muy inteligente y siempre bonita, no te podía imaginar lo dulce y tierna que era con todos o todo lo que era capaz de hacer o pensar. Era simplemente una niña súper increíble y hermosa.
Como ya era de esperarse junto a ella estaba Quil. Jake me había contado hace unos mese la tan fuerte relación que los unía, según Jake era algo tan fuerte que te era imposible alejarte de esa persona, y tu adoración hacia ella es enorme, a eso lo llamaban im….pri impri… ¿imprisión? Bueno… como sea que se llamara eso. El punto era que eso era lo que los mantenía así de unidos a Quil y a Claire. Pero yo siempre había creído que era una extrañan enfermedad que le daba a estos chicos.  
-Nessie, te estábamos esperando- me dijo Quil desde el asiento de la pequeña mesa del comedor, al parecer le estaba dando de comer a la pequeña Claire.
-¿Enserio?
-¿Quieres un panecillo?- me ofreció Emily.
-Claro, gracias.
Emily me sirvió el delicioso panecillo-que por cierto- se lo veía tan apetitoso….
No habia descubierto cuanto había hechado de menos a estos chicos hasta ahora, y es que, había olvidado lo fácil que lograban ver la vida a pesar de todo sus problemas, se notaban sus despreocupaciones.
Eran tan increíbles siempre te sacaban una sonrisa.
Y como era de esperarse la comida se acabo en un dos por tres.
-Ness ¿Quieres ir a la playa?- me preguntó Jake.
-Bueno- acepté.
-Nosotros también nos apuntamos- dijo Quil que con eso se refirió a Claire y a él.
-Claro, pueden ir con nosotros- les dije.
Hoy no era un día soleado pero también echaba de menos caminar por la cálida arena de First Beach y veía esto como una oportunidad para hacerlo.

Al llegar a la playa lo primero que hice fue descalzarme y sentir el verdadero placer de caminar sobre los tan familiares y acogedores granos de arena que poseía esta gran playa.
Veía como las poderosas olas chocaban fuertemente contra unas rocas ubicadas en la orilla, en los demás espacios planos ellas se esparcían en la arena mojándola y dejando espuma en ella, luego se iban de regreso contra la corriente.
Claire se soltó de la mano de Quil y se fue corriendo hacia las rocas para coger unas cuantas piedritas que estaban a su alrededor, y como ya era de esperarse Quil fue tras ella.
A Claire le fascinaba por algo extraño las piedritas, Jake siempre me contaba que cada vez que Quil la traía acá ellos no se iban sin antes llevar una bolsa llena de piedras que la pequeña las había visto bonitas y que por alguna extraña forma le atraían.
En el camino nos cruzamos con dos chicos, los cuales eran altos, uno tenía el pelo negro que le daba a la altura de los hombros, el otro tenía el pelo de color café de la misma altura que el otro, se notaban que tenían un buen estado físico, llevaban puesto solo unos desgastados vaqueros.
-Te podrías quedar un minuto aquí?- me pregunto de repente Jake, soltándome de la mano y yendo en dirección a ellos, yo solo asentí y me acerqué a donde estaban Claire y Quil.
Quil también se había dado cuenta de quienes habían venido en ese momento porque rápidamente alzó su vista a ellos.
-¿Quiénes son ellos?- le pregunté mientras cogía una piedra y la depositaba en la pequeña manito de Claire.
-Son los nuevos de la manada- me decía mirando hacia donde estaban ellos y Jake- sus nombre son Ethan e Isaac.
Dirigí mi vista hacia ellos, me fije que tenían una normal charla con Jacob como si les estuviera sugiriendo algo.
-Quiero conocerlos.
-Por el momento no es buena idea que te acerques a ellos- me advirtió.
Y tenía mucha razón, ya que por lo que sabía, no era conveniente acercarse a un metamorfo durante sus primeras semanas de transformación, a menos que quieras causarte daño o tener alguna desfiguración, ya que pueden perder el control de sí mismo explotando toda la ira que llevan a dentro sobre ti.
-Esie me decoges esa pieda po favoi-me dijo de repente Claire jalándome el vestido que llevaba puesto para que la atendiera.
Yo inmediatamente se la cogí y se la dí. Y mientras esperaba a que Jake terminara de hablar con esos misteriosos chicos decidí jugar a tirar piedras al agua, sé que no era tan divertido pero por al menos llegaba a entretenerme un poco en esos momentos.
Mientras lo hacía me recordaba una de las pequeñas experiencias que había tenido en mi corta infancia y con esto me refería cuando aparentaba más o menos a la misma edad que tenía Claire ahora. En ese tiempo cada vez que Claire y yo veníamos a esta misma playa-o sea casi siempre-nos encantaba: revolcarnos en la arena, correr por todos lados sin dejar que Jake o Quil nos atraparan o meternos a la playa y tirarnos agua la una a la otra, sin duda, la había pasado bien con Claire durante mi corta infancia y se podría decir que fue mi mejor amiga en ese tiempo.
Creo que lo mejor de todo esto era que las dos teníamos dos enormes hombres lobos que andaban siempre atrás de nosotras haciendo el papel de guardaespaldas.
Quitándome de mis pensamientos y recuerdos, vi como los dos chicos se alejaban, yéndose por el mismo camino que habían venido y Jake volvía de nuevo hacia nosotros.

-¿Ellos son los nuevos de la manada?-le pregunté a Jake mientras caminábamos por la arena. Íbamos de regreso a la reservación después de estar dos horas en la playa. La pobre de Claire había caído rendida después de estar todo este tiempo sin parar por todos lados de la playa jugando con Quil quien la llevaba cargada mientras ella dormía arrimando su cabeza plácidamente en los hombros de quileute mientras él la acurrucaba en sus fuertes brazos.
-Si ¿Cómo lo sabías?
-Además de que me lo imaginé, Quil me lo contó- Jacob dio un rápido vistazo al aludido.
-Ellos son los hermanos Pears- me comenzó a decir-se mudaron a la reservación cuando comenzaron a notar el cambio-La respuesta que Jake me dio explicaba porque nunca los había visto- se integraron a la manada hace dos semanas.
-Ya lo veo.

****

Al llegar la noche me dispuse a ir directamente a la cama y Jake decidió quedarse un rato más en la casa principal seguramente para seguir jugando videojuegos con Emmett. Había terminado muy cansada con todo el largo y divertido día de hoy, la verdad, la había pasado súper bien con la compañía de mis amigos de los licántropos, tanto que terminé muerta de cansancio.
Mientras me estaba preparando para ir a la cama volví a tener esa extraña sensación de que me estaban observando. Esta sensación la he venido sintiendo desde hace mucho tiempo y todo comenzó desde mis pocos meses de nacida, había considerado la idea de decírselo a mi familia en esos tiempos pero con todo ese rollo del encuentro con el clan italiano, que tenía a todos sumamente ocupados y preocupados, decidí no decirles nada y es que lo que menos quería era darles otra cosa más en la que pensar, ya tenían suficiente con todo lo que estaba por pasar en ese entonces.
Un tiempo después saque la conclusión de que todo eso solo era producto de mi extraña imaginación, pero lo más extraño era que ya la venia sintiendo un buen tiempo, lo cual también me desesperaba porque no era nada normal sentir todo el tiempo cosas como estas y además, cada vez que sentía esa extraña sensación miraba siempre hacia atrás y lo único que veía era: nada.
Rápidamente me puse mi blusón de algodón de color negro que tenía un estampado de un particular dibujo abstracto y luego me saqué por debajo de él el vestido que me había puesto hoy, lo tiré al cesto de basura y me fui directamente a la cama, acostándome mientras me acomodaba una almohada en mi cabeza.
Cerré mis ojos esperando que el sueño llegara y al abrir mis ojos al día siguiente ver un hermoso amanecer.
Lo último que pude ver gracias a la ventana era la oscura noche
Que yacía allá fuera y la tan hermosa luna que parecía que jugaba con las estrellas que adornaban la oscura noche.
Al parecer iba ser una acogedora noche con una hermosa luna menguante.

sábado, 20 de abril de 2013

Capitulo 9: Deducciones.

Punto de Vista: Renesmee

 
El día de ayer había sido demasiado largo: pasarme todo el día de compras con mi tía Alice, quedarme por cuatro horas en casa de Jake con mi mamá, Billy y Rachael conversando. Había terminada cansado por completo.

Abrí los ojos después de mi largo y profundo sueño que había tenido, para mí era un nuevo día en Forks, el sol parecía que estaba luchando por salir.

Después de todo lo de ayer y lo cansadísima que estaba al llegar de casa de Jacob, me termine durmiendo en la casa principal.

Me había quedado con mis tíos y abuelos, porque mis padres si se fueron a la cabaña, de seguro hacer lo que solo Dios que hacen todas las noches.

Aunque estaba muy cansada, no me dormí tan fácilmente, el sueño estaba ahí pero no lograba vencerme, porque mi mente estaba distraída en los chistes que el tío Emmett me contaba antes de que me durmiera.

Me había dormido en el gran sofá-cama, lo habían puesto ahí desde mi nacimiento ya que algunas veces como esta me quedaba a dormir aquí, además ninguna de las habitaciones que había en esta gran mansión gozaba de una cómoda cama.

-Buenos días corazón- me acabo de despertar mi abuela Esme con una tierna sonrisa en el rostro-ya está listo el desayuno.

-Buenos días Abuela- le respondí, mientras me sacaba unas cuantas lagañas que se había formado en el lagrimal de mis ojos, me di cuenta que las únicas que nos encontrábamos aquí era Esme y yo-¿Qué hora es?- le pregunte, pues parecía ya de tarde.

-La 1:30 p.m- me dijo mirado al reloj muñequera de oro que reposaba en su muñeca izquierda.

Me sorprendí cuando me lo dijo ¿Cuántas horas me había dormido?¿10?¿12? o ¿14?....., mi sueño debió haber sido bien profundo, bueno, como siempre lo ha sido.

-¿A dónde esta los demás?- en la casa no se escuchaba ni un solo movimiento además de los de mi abuela y yo, entonces sí no estaba aquí ¿A dónde estarían?

-Todos se fueron a cazar- me dijo, y ese “todos” me sonó a que mis padres estaban incluido en ese grupo

-Y ¿Por qué tú no estás con ellos?- le pregunté frunciendo el ceño confundida.

-Cuando se fueron estabas dormida y me quedé para cuidarte- ¿Cuidarme? ¿a mí? No me iba a pasar nada, a decir verdad me sentía más que protegida en esta casa- además ¿quién te iba a prepara el desayuno cuando despertaras?-¿desayuno? Como se atrevía a hablar de desayuno a estas alturas del día- bueno, sé que es un poco tarde por eso te prepare un desayuno-almuerzo. Pero vamos, anda, ven a comer antes de que se te enfríe la comida.

Dicho esto me levanté del sofá y me dirigí a la cocina, donde me esperaba un delicioso pero nutritivo desayuna-almuerzo que mi abuela Esme me había preparado.

-Mmm…. Se ve súper rico abuela- le dije frotándome las manos y luego llevándome el primer bocado de comida a la boca.

-Lo hice con mucho amor para ti- eso era lo que sobraba siempre en las cosas que me hacia mi abuelita Esme: amor, y es que si había algo con lo que se caracterizaba mi abuela era esa adorabilidad con que te trataba, te hablaba o, hacia las cosas, a demás de su buena sazón para la cocina. A pesar de que no me llamaba nunca la atención la comida humana, los platos que ella hacia siempre le quedaban riquísimos, tanto que Jake cuando se quedaba a comer (o sea casi siempre) repetía más de dos veces el desayuno, el almuerzo o la cena que hacia mi abuela Esme preparaba.

-Ya debería de estar por venir, partieron dos horas después que tú te durmieras- me dijo, con esto se refería al resto de mi familia que habían salido de caza- esta vez no se quisieron ir muy lejos, es que como estabas dormida, decidieron estar cerca por si te pasaba algo, ya sabes, por si te levantas sobresaltada a medio dormir por causas de tus pesadillas.

Desde que había tenido esa extraña pesadilla en Volterra, cada noche que cerraba los ojos rara vez venía de nuevo, las imágenes que se me planteaba en mi sueño poco a poco se iban desvaneciendo, se veían cada vez mas borrosas, algo en mi la sentía muy lejana, como si tuviera que pasar primero mucho tiempo antes de que suceda lo que según la pesadilla iba a suceder, y, desde que  le conté lo que me pasaba a mi familia, no han dejado de estar al pendiente de lo que hiciera o dejara de hacer todo el tiempo, eran muy sobre protectores, especialmente mis padres y Jake, lo más raro era que mi tía Alice no veía nada de lo que iba a suceder respecto a mi pesadilla, por esa razón yo digo que aun es muy lejana, pero igual mi familia estaba alerta por si algo llegara a pasar, Alice estaba vigilando las decisiones de Aro por si él tiene que ver con todo esto, pero: nada.

-Veo que has estado con hambre- me dijo de la nada mi abuela, sacándome de mis pensamientos e interrumpiendo lo que me iba a llevar en ese momento a la boca.

-Sin duda, pero me hubiera conformado con solo dos vasos de sangre- le respondí.

-Sabes que la reserva que tiene tu abuelo en su despacho, ya se está agotando- eso me decía que dentro de muy poco iba a tener que retomar la dieta la “dieta vegetariana”, la verdad no sabía de adonde mi familia sacaba toda esa voluntad para alimentarse de esa sangre tan desagradable, al menos no era tan rica como era la de humana. En mi infancia acelerada y cuando era bebé la única sangre que daban era la sangre que mi abuela tenía en su reserva, habían tratado de introducir en mi alimentación las típicas formulas que les dan a los bebes recién nacidos, pero me rehusaba a tomarla. Era algo insípida para mi pequeño gusto, las veces que cazaba con Jacob un animal, el objetivo era beber su sangre, y lo tenía que hacer, pero yo no lo hacía en realidad por eso, más bien era porque soy muy competitiva y hacia lo mejor que podía para atrapar la presa más grande pero la mayoría de veces Jake siempre me ganaba- además no puedes dejar de lado tu parte humana, también necesitas comer y, nada es suficiente para mi princesa- dijo esto último tocándome la barbilla con su suave y fría mano, yo por mi parte le sonreí.

Seguí comiendo hasta acabarme casi por completo mi desayuno-almuerzo.

-¿Jake ha venido por aquí?- le pregunte, el silencioso que permaneció por algunos segundos en el ambiente.

-Sí, pero como te vio dormida se fue, no quería interrumpir tu sueño, pero dijo que volverá después- me respondió.

-¡Atrape el puma más grande de todos!- gritó una voz muy conocida, ese era mi tío Emmett que avisaba que ya habían llegado.

Pasaron todos directo a la sala, en todo el lugar se disiparon las risillas que emitían mientras se sentaban en los muebles.

Después de que yo ayudara a mi abuela a lavar todo lo que yo había utilizado, nos fuimos a la sala a reunirnos con ellos.

-Vaya, parece que la bella durmiente ya se ha despertado- me dijo mi papá, acercándose hacia mí para darme un abrazo, mi abuela Esme fue justo a donde se encontraba mi abuelo Carlisle.

-Y ¿Cómo les fue hoy en la caza?- preguntó mi abuela a todos.

-Excelente- dijo el tío Jazz sonriendo, parecía satisfecho.

-Atrape el puma más fuerte de todos- dijo mi tío Emmett con algo de orgullo, estaba muy contento por haberlo hecho.

-Emm, no has parado de decirlo en todo este tiempo desde que bebiste la última gota de sangre que le quedaba al pobre animal – dijo mi tía Rose, palpándole la espalda.

-Deja que lo disfrute Rose, fue la cacería más increíble que ha hecho durante… ¿siglos quizás?- dijo mi tío Jazz con un poco de arrogancia.

Todos nos empezamos a reír, mi tío Emmett solo puso los ojos en blanco y prendió la Televisión para ver un partido de futbol americano que estaban dando en ese momento, lo que le había dicho mi tío Jasper totalmente fue un sarcasmo y chiste porque en realidad toda la fuerza que tenía Emmett  era increíble tanto así que podía extinguir a los pumas si él quería, claro.

-¿De qué se están riendo?- preguntó de repente una voz que me agrada escucharla siempre.

-Jake….- grité abalanzándome hacia él, que ese momento estaba entrando a la sala.

-Hola pequeña- dijo abrazándome.

-Con razón ya estaba empezando a oler a perro mojado- dijo mi tía Rosalie, arrugando la nariz.

-Acéptalo rubia, sé que te agrada mi presencia- le respondió Jake a su comentario mientras le guiñaba un ojo, ella fue otra que puso los ojos en blanco. La relación que tenían ellos era la misma que hace dos años, siempre andaban molestándose el uno al otro.

-¿Tienes hambre Jacob?- le preguntó mi abuela.

-De hecho… sí, algo- ¿Cuándo iba a decir que no? Este chico no se cansaba nunca de comer, tenía la suerte de que su organismo metamorfo no lo dejaba engordar, parecía como si su estómago nunca estuviera satisfecho.

 

Mi abuela Esme salió de la cocina con un gran sándwich de tres pisos para Jake, que se había sentado en uno de los sillones de la gran sala.

-¿Cómo ha estado la cacería de vampiros en la reservación?- le preguntó mi abuelo a Jacob, cacería esa parece ser el tema de hoy.

-Pues bien, cada vez son pocos los que cruzan la Push y Forks, en estos mese no se han detectado casi ningún rastro de chupa sangres, hasta las horas de patrulla se han reducido- le respondió él.

-Parece que todo va bien por estos lares- dijo mi papá, y sí, al parecer todo había regresado a la normalidad, así era como solía decir mi mamá repentinamente.

-Me contaron que se han integrado nuevos lobos a la manada- añadió Carlisle.

-El proceso de transformación les ha llegado a algunos a corta edad, tanto que para ellos es muy difícil controlarse- el trabajo que estaba haciendo Jake como alfa había sido muy difícil en estos meses, lidiar con el ataque repentino de ira de un metamorfo en proceso de transformación no era nada fácil de controlar y menos para él, que tenía que dirigirlos.

-Me he impresionado del gran tamaño que has obtenido en todo este tiempo, tengo entendido que solo los alfas los alcanzan- dijo de la nada mi tía Alice.

-Con razón el olor se ha intensificado mas estos días- ahora dijo Rosalie con cara de asco, Jake por su parte no le prestó mucha atención a su molesto comentario.

-Rose….- musitó Esme.

-Rosalie ¿Sabes que hace una rubia trepando una pared de vidrio?-se dirigió Jacob a mi tía, de acuerdo, aquí ya comenzaron los “chistes de rubias” que Jake siempre le hacía a mi tía Rose es que ¿Cuándo iban a parar estos dos….? Jacob espero que la aludida contestara pero nunca salió ni una solo palabra de su boca, así que continúo con lo que iba a decir- Quiere ver qué hay del otro lado- terminó diciendo.

Los chistes que le hacia Jake a Rose no eran tan gracioso pero, sin embargo, siempre se nos terminaba escapando una que otra risilla.

-Ese chiste ya me lo sabia- respondió ella a lo que Jake le había dicho, siempre le acababa diciendo la misma respuesta, un día nos dijo que la razón era que: no quería gastar palabras con el chucho. Pero a pesar de eso los dos así demostraban que se “estimaban”, por así decirlo.

-Los chistes de las rubias como tú no existen, son reales- le respondió él, guiñándole el ojo.

Todas las risas que teníamos guardadas, con respecto a la situación, no pudieron más ser retenidas así que, terminaron por salírsenos.

-¿Por qué no se lo dice a Ness? Ella es la indicada para darte una respuesta- le dijo mi papá a Carlisle, que al parecer le estaba dando su opinión a algo desconocido que había pasado por la mente de el abuelo, que sólo él y mi papá lo sabían, hasta ahora.

   -¿sobre qué?- le pregunté a mi abuelo, quería saber de que estaban hablando.

-Es que me parece raro que el objetivo de la invitación de Aro haya sido conocerte, y por lo que yo sé por medio de lo que ustedes han contado, nunca Aro habló contigo personalmente- me dijo mi abuelo, de repente el ambiente en el que estábamos cambió, todos pararon con sus risitas y, pusieron atención a lo que mi abuelo me acababa de decir hasta Emmett  apago la Tv para escuchar y Jacob dejo de comer su tan delicioso sándwich (que por cierto ya le faltaba poco para terminárselo). Ahora entendía porque papá le había dicho que yo era la indicada para darle su dichosa respuesta, quería que contara lo que él y yo sabíamos hasta ahora.

Pensé que era un secreto….

-Es que….- no sabía qué respuesta darle, o mejor dicho, no sabía que contar a toda mi familia- la verdad, Aro si hablo un pequeño momento conmigo- dije al fin, estaba buscando la manera de decirlo.

Todos los que estaban presentes desviaron sus miradas rápidamente hacia mí, ahora era el centro de atención.

-¿Cómo?- dijo mi mamá levantándose de un sopetón del mueble- pero si la única vez que Aro se acercó a ti fue cuando recién llegamos a Volterra y te presentamos ante él.

-Eso pudo haber sido más que suficiente para que la haya conocido- dijo Jacob.

-Hay…hay algo que…no he contado- me costó decir esa simple frase, la palabra <atención> quedaba corta a lo que me estaba poniendo mi familia ahora, parecía como si los ojos de ellos les fueran a salir de orbita cuando dije esto, si esta era la reacción de ellos cuando dijo esto, no me quiero ni imaginar cuando les cuente la parte que de alguna manera era aun inédita para ellos, y aquí íbamos….-La verdad es que Aro si habló conmigo… a solas- dije.

Uff!! Ahora de todo lo que me dijo Aro, aunque fuera imposible, se iban a morir de la impresión.

-¿Cuándo?- me preguntó Jacob cogiendo de la mano que estaba descansando en el brazo del mueble donde él estaba sentado y donde yo estaba apoyada.

-Cuando fui a ver los muñecos de madera que se me habían quedado en la habitación donde dormía, cuando los encontré me disponía a regresar con ustedes pero Aro se me cruzó en el camino y termine hablando con él- le dije no solo a él sino también a todos tranquilamente, y es que, a medida decía esto vi que no había ningún problema en contárselos, total, lo contaba no tenía nada de malo.

-Y ¿Por qué no nos los dijiste?- me preguntó mi mamá, confundida.

-Bueno porque, ni yo misma me lo creía- le respondí, eso era por parte verdad.

-Entonces, nos pudieron haber dicho días después- dijo nuevamente mi madre, solo que esta vez también se dirigía a mi padre.

-Es que…- mi papá me cortó lo que iba a decir, de seguro porque él tenía una buena explicación para darle.

-estábamos esperando el momento indicado para decírselos- terminó diciendo.

Habla por ti mismo papá, porque yo no sé los hubiera dicho, aun. Pensé

Al parecer mi padre terminó escuchando mi pensamiento, a pesar de todo ese a barullo de voces que se había formado después de que mi papá terminara de hablar, porque enseguida me miro, yo solo me encogí de hombros al ver su mirada en mí.

-Basta- dijo Carlisle alzando los brazos y poniendo al descubierto las palmas de sus manos en son de paz. Al instante se creó un silencio sepulcral.

-Ahora lo entiendo todo- susurró mi papá, por su cara se veía que estaba atando cabos sueltos-Aro detuvo lo que iba a suceder no solo por lo que Alice le había mostrado, también fue por…Nessie- ¿Era cierto lo que mi papá había dicho? Hasta yo me sorprendí al escucharlo- Cuando la vio se quedó impresionado.

-Era lógico, Renesmee es tan adorable, nadie se resiste a sus encantos- dijo mi tía Rosalie sonriéndome, y según mi familia era así, cualquier persona que me miraba o ejercía mi don en ella, quedaba encantada conmigo, lo habían comprobado con los testigos que habían venido aquella vez a ayudarnos, especialmente con mis tíos de Denali, que por cierto, desde ese día venían cada dos mese a visitarnos o viceversa. Mi familia había dicho que tal vez sea otro don que poseía, lo cual yo lo creía imposible ya que nadie puede tener más de un don ¿o sí?

-Tal vez haya sido eso pero, también algo le hizo acordarse de una tal…¿Agatha?- dijo el nombre un poco confundido, como si al pronunciarlo se preguntara quien era ella y , creo que esa a de ver sido la pregunta que se formulo en la cabeza de todos.

-Agatha era la hermana menor de Aro y Didyme, escapó de casa año después de que Aro se convirtiera, era muy bonita pero, sus únicos defectos eran la avaricia y la soberbia, creo que en eso se parecía tanto a su hermano. Nunca más se supo de ella, pero de lo que si tengo certeza es que Aro la quería muchísimo, quizás por eso Aro…“adora” a Nessie, porque algo en ella le recuerda a su hermana-terminó de decir mi abuelo, nadie se podía creer lo que había acabado de decir ¿Será verdad que me parezco a ella? Pero ¿en qué?-Poco se sabe de la antigua vida de Aro, nunca ha relacionado lo personal con lo laboral, por lo mismo eso es todo lo que he escuchado porque Aro una vez me lo dijo.

-Esto es increíble- mofó Jasper- Y yo que pensaba que Aro ni siquiera conocía la palabra ‘sentimientos’.

-Aro también fue un ser humano, muy en el fondo también tuvo que haber tenido un corazón- opinó Esme al comentario que había dicho mi tío Jasper.

-Como vampiros, nuestros sentidos y sentimientos esta mil veces mas evolucionados en comparación a como lo experimentamos en la vida humana. Somos capaces de odiar, codiciar, envidiar e incluso hasta de querer y amar a grados que ni siquiera nosotros podemos imaginar, es parte de lo que somos y por más que queramos, no podemos evitarlo y hasta hay veces que se nos hace difícil controlarnos- dijo nuevamente mi abuelo Carlisle, paseándose de un lugar a otro poniéndose la mano en su barbilla. No entendía a que quería llegar con todo esto, ni la relación que tenía con lo que se supone que estábamos hablando.

-Y ¿Qué quiere decir esto Doc?- le pregunto Jake a mi abuelo que de inmediato se detuvo para explicarnos.

-Que puede llegar a ser muy peligroso todo el cariño y aprecio que Aro ha llegado a tener para con Nessie, todo esto puede convertirse en una obsesión- La verdad no creía que esto fuera para tanto, simplemente pensaba que estaba exagerando, pero en este caso el que estaba hablando era mi abuelo Carlisle y sé que lo que él dice la mayoría de veces es cierto. Por algo es la cabeza de esta familia.

-¿Tanto así?- luego sentí curiosidad por muchas cosas, una de ellas era entender completamente lo que Carlisle lo que Carlisle había dicho “todo esto puede convertirse en una obsesión” esas fueron las mismas que retumbaron en mi mente-¿Qué me vio igual a ella?

-Aun no lo logró descubrir, el don de Aro es tan eficiente cuando se ejerce en alguien, que puede terminar sabiendo hasta el más oscuro o apartado secreto, pensamiento o sentimiento que tengas, quizá algo de lo que vio en ti le familiarizo con ella- me respondió mi abuelo.

-¿A qué te refieres con lo de la obsesión?-preguntó ahora mi mamá.

-Nadie se puede esperar lo que Aro pueda llegar a sentir o a hacer, bueno en cierto caso excluyendo a Alice, pero sabemos que los Vulturi saben de eso, que por lo visto es algo malo para ellos, pero conociéndolos, sabemos también que se pueden valer de sus artimañas y planear algo para llegar a bloquearla, pero lo que nunca nos imaginamos es que ya estén comenzando a….actuar.

-¿Cómo?- dijeron todos al unísono.

-¿Alice?-la llamó Carlisle, la aludida al escucharlo reacción después del estado de shock en que se había quedado quien sabe por cuánto tiempo y, que nosotros ni siquiera nos habíamos fijado.

-¿Pasa algo amor?- le preguntó Jasper con ternura mientras le cogía su perfecta y pequeña barbilla alzándole la cabeza para que lo viera.

-No,no,nada-dijo ella negando rápidamente con la cabeza, desasiéndose de la forma en la que mi tío Jasper la había tenido y mirando hacia otro lado- solo que con lo que acabo decir Carlisle, pude entender todo.

Todos corrimos la mirada hacia Carlisle, queríamos que él o Alice nos dijeran que estaba pasando y el porqué de la deducción tan inesperada de Carlisle.

-Hace mucho que no veo las decisiones de Aro, la ultima que vi fue él decidió mandar la carta de invitación y, eso fue ya hace mucho tiempo, y desde ahí no he visto nada mas, por eso es que no les llamé durante el tiempo de su viaje a Volterra- dijo mi tío Alice poniéndose la mano en la sien, parecía como si mientras nos contaba esto iba dándose cuenta de todo, después de decirnos esto, alzo la cabeza y miro a Carlisle y a mi papá. Con la mirada que le dedico a ello parecía como si ellos tuvieran una respuesta a lo que ella había dicho.

Ahora todo lo que había logrado deducir Carlisle, entonces Aro podría tener algo o a alguien que estaba bloqueando a Alice.

En todo esto me pude fijar, en el giro que había dado la conversación, habíamos pasado de la risa a la preocupación en minutos.

-Es por eso que tenemos que estar alertas, es posible que Aro esté planeando algo y nosotros aun no lo sepamos, hasta lo que según Aro siente por Ness, puede ser solo parte de un posible plan.

-Y ¿Quién quita que sea verdad?-dijo de repente Emmett, con esto se estaba refiriendo a lo que según Aro siente hacia mí, y parecía que solo estaba al margen de esta peculiar conversación. Mi mamá y mi tía Rosalie lo asesinaron con la mirada al escuchar su impulsiva pregunta-Solo decía-dijo mi tío poniendo las manos en alto y encogiéndose de hombros al notar las miradas de mi tía y mi mamá. Parecía como cuando un policía atrapa a un ladrón y lo apunta con la pistola.

-¿Y eso implica que hay otro problema?- preguntó Jasper.

-No precisamente, pero hay que estar atentos- le respondió mi papá.

 

Atentos. Con esa palabra ya sabía que era lo que venía con todo esto.

 

En conclusión, esta inesperada conversación había quedado inconclusa.

 

Genial! Y yo que pensaba que por fin mi vida iba a ser algo normal……

 

lunes, 1 de abril de 2013

Capítulo 8: Reacciones

Punto de Vista: Renesmee


Ya había pasado un mes del viaje a aquella ciudad de Italia, un mes no muy bueno para mí, pues cuando regresé me enteré que Nahuel ya no estaba con mi familia, él se había ido, mi tía Alice me dijo que hace tiempo él no recibía noticias ni de Huilen ni de sus hermanas, solo fue a ver  si algo pasaba con ellas.

Tenía en mis manos la carta que él me había dejado, me la pasaba leyendo consecutivamente en mi habitación, pues la mayoría del tiempo transcurrido solo he pasado ahí, y es que además de esto aun seguía rondando en mi cabeza todo lo que me había pasado haya Volterra, deudas y preguntas sin respuestas se me habían acumulado en mi cabeza en todo este tiempo.

 

“Querida Renesmee:

Sé que cuando leas esta carta ya te habrás enterado que he ido, lamento mucho no poder despedirme de ti y es que la razón por la que me voy es muy urgente, la misma que alguien de tu familia te contará cuando preguntes por mí.

Pero quiero que sepas que tan pronto consiga lo que vine a buscar acá, regresaré contigo y tu familia, no sé cuánto tiempo tendré que estar aquí y hay posibilidades que no te vuelva a ver durante años pero siempre te recordaré. Cuídate mucho y se feliz en mi ausencia.

Nunca olvides que te quiero

Tu amigo:

Nahuel”

 

Eso era lo que me decía la carta, se puede decir que ya me la sabía de memoria,  había perdido la cuenta de las veces que la había leído.

Ya no podía seguir así, él era mi amigo pero yo tenía que seguir con mi vida, cuando hablaba con mi mamá ella me decía que me entendía perfectamente, y que si me quiere de verdad ya regresará, lo que sorprendía es que cuando mi mamá me hablaba d esto lo decía como si ya hubiera pasado por algo así, pero no podía ocultarlo, echaba mucho de menos a Nahuel.

En la carta me decía que tenía que ser feliz en su ausencia y yo no lo estaba haciendo, así que tome la decisión de regresar a mi vida, y para comenzar le dije a mi tía Alice que si podíamos ir de compras hoy, ella obviamente acepto sin pensarlo, era verdad, me urgía hacerlo porque hace ya mucho tiempo que no renovaba mi guardarropa, con mi tía Alice lo renovábamos cada mes ya que siempre nos terminábamos aburriendo de la ropa y mi tía siempre me decía que era un pecado repetir prendas.

-¿Ya estas lista?- me preguntó mi mamá, que abrió la puerta en ese momento.

-Sí, ya voy a la casa blanca- le dije, mientras me recogía el cabello.

- De acuerdo- me respondió ella cerrando la puerta.

Quedamos ir con mi tía Rose y mamá, lo que se mi hizo raro  pues mi mamá, odiaba hacer esto, Alice tuvo que ser un gran esfuerzo para convencerla.

Fuimos a Seattle, a uno de sus grandes centros comerciales, como nos tocaba renovar nuestro atuendo, nos íbamos a tardar todo un día en encontrar que lo nos íbamos a poner en un mes.

 

 

 

Ya me sentía cansada, porque dicho y hecho nos habíamos pasado todo el santo día de boutique en boutique de diseñadores que mi tía Alice conocía, no sabíamos en realidad cuanto tiempo llevábamos aquí, podía haber pasado hasta semanas y nosotras ni por enteradas.

-¿Qué te parece este Ness?- me preguntó mi tía Alice con un atuendo en mano- ¿Te gusta?

-Sí, esta súper lindo tía- le respondí, emitiendo una sonrisa de satisfacción.

-Está ya es lo último ¿verdad?- le dijo mi mamá a mi tía, con cara de aburrimiento, se le notaba que no quería estar ni un minuto más aquí.

-Creo que ya es suficiente por hoy- dijo Rosalie que en ese momento se puso a lado de mi mamá.

Mi tía Alice asintió de mala gana, si fuera por ella de seguro un centro comercial fuera su casa, pero ya era hora de regresar.

Terminamos de pagar  todo lo que compramos en caja y salimos de ahí con una verdadera cantidad de fundas.

En todo el trayecto de Seattle a Forks me pasé pensando en cómo había sido este mes, de pronto me di cuenta de que alguien faltaba a demás de Nahuel en mi vida en estos momentos y ese era Jacob ¿A dónde estaría?, no lo había visto mucho este mes pero ¿Cómo me pude haber olvidado de él?, de mi mejor amigo, me entraron una ganas inmensas de verlo.

-Mamá- la llamé, saliéndome del carro-, ya habíamos llegado a casa.

- Dime – me dijo mientras entrabamos.

-¿A dónde está Jake?- le pregunté.

- En la Push supongo.

-¿Me acompañarías a verlo?- mi familia ya podía entrar y salir de la reservación, así como ellos también podían venir cuando quieran a mi casa, ya que el tratado se había modificado, gracias a los lazos de amistad que había formado mi familia con la manada de Sam y Jacob. Todo esto sucedía siempre y cuando ninguno de nosotros violara el tratado.

-Si claro, ¿cuando quieres ir?- me preguntó, mi mamá era la que mas iba haya conmigo a visitar a Billy cuando mi abuelito Charlie estaba con él, además aunque las cosas hayan cambiado con respecto a su forma de ser, o nos íbamos a casa de Emily a visitarla.  Mi mamá seguía teniendo la misma amistad con Jacob, a veces lo iba a ayudar en el garaje, como hacían ellos antes de que mi mamá se convirtiera en una vampira.

-¿Te parece si ahora mismo?- le pregunté, aunque más que pregunta sonó como orden.

-Renesmee, ya es de noche podemos ir mañana- me dijo.

- Por favor- le dije, a manera de súplica, poniendo una cara tan peculiar que con ella siempre terminaba consiguiendo lo que quería.

-Está bien, pero primero le  tengo que avisar a tu papá- me dijo.

-No hace falta, llévala pero regresen pronto- nos dijo mi papá acercándose hacia nosotras.

-bien, vamos- me dijo mi mamá yendo de nuevo al carro- pero no estaremos mucho tiempo, hoy le toca patrullar a Jake.

-Como quieras- le dije ya dentro del auto.

 

Estábamos ya de camino a la Push, con lo del tratado mis amigos los licántropos, o bueno, los metamorfos como los solía llamar mi padres, siempre vienen a mis cumpleaños, o a una fiesta que a Alice se le ocurría hacer, y en cambio ellos a menudo nos invitaban a las fogatas o para las navidades o en el día de acción de gracias, siempre nos reuníamos con ellos en casa de mi abuelito Charlie.

-¿Por qué quieres ir a ver a Jacob?- me preguntó mi mamá de repente.

-Buneo porque es mi amigo y no lo visto durante días- le dije encogiéndome de hombros.

-¿Y recién te acuerdas de él?-me volvió a preguntar, no veía por donde iba su pregunta.

- ¿Porque lo dices?- le dije mirándola.

-En todo este tiempo ni siquiera lo has mencionado, quizás por eso Jake no se ha aparecido en casa estos días-me respondió la mirada y enseguida desvió su vista al volante.

- ¿No se ha aparecido en casa?- le pregunte ahora a ella, la verdad es que no me había dado cuenta porque como solo pasaba en mi habitación….

-¿Ves?- me respondió, lo dijo como si ya le hubiera dicho la respuesta que era demasiado evidente que yo ni siquiera me había dado cuenta que faltaba la presencia de Jake en la casa.

-Estos días no han sido fáciles para mí- le respondí, espere que ella me dijera algo pero al parecer no salió ninguna palabra de su boca, desde ahí anduvimos en silencio en todo el trayecto que quedaba hasta La Push.

Al llegar a la reservación nos fuimos directamente a la casa de Billy, se suponía que era hora de la cena así que deberían de estar cenando.

-Hola chicas, que sorpresa tenerlas aquí- nos dijo Rachael, a mí y a mi mamá sorprendida de vernos.

-¿Quién es?- preguntó una voz familiar no muy lejana, era Billy-Bella, Nessie ¿Qué las trae por acá? pasen bienvenidas-nos dijo.

-Venimos a hacerles una pequeña visita- dijo mi mamá cortésmente, mientras entrabamos a la humilde morada.

-Hola Billy ¿Se encuentra Jacob?- le dije.

-Sabia que preguntarías por él, está en el garaje arreglando su moto- me respondió.

-Voy a ir a verlo- dije para todos los que estaban reunidos en la pequeña sala.

-Ve, yo me quedó con Billy y Rachael conversando- me dijo mi mamá. Yo asentí y me fui.

Al llegar a la garaje, ahí lo vi estaba cambiando los neumáticos de su moto, se veía tan concentrado.

-Toc, toc, toc, ¿puedo pasar?- dije haciendo unos golpecitos en la pequeña puerta.

-¿Qué haces aquí?- me pregunto sin despegar la mirada de su moto- ¿Ya terminaste de llorar por el semivampiro?

-Nunca estuve llorando- le dije entrando y acercándome a él.

-Bueno, como digas- lo dijo sacándose la grasa de las manos con una franela roja pero ¿acaso estaba enojado conmigo? Porque así parecía, no le tome atención a eso.

-¿A qué has venido acá? ¿Con quién viniste?- Jake me estaba haciendo muchas preguntas, parecía un interrogatorio.

-Quise verte, y vine con mi mamá-le dije sentándome a lado de él-sé que no has ido mucho a la casa.

-Estaba muy ocupado con la manada, han entrado cinco lobos nuevos, unos han escogido seguir a Sam y otros a mí- me dijo.

-La manada está creciendo-dije emocionada, pero sabia e su mirada que había algo más que eso.

-Ness, quiero hacerte una pregunta- me dijo, se veía decidido.

-Suéltala- le dije tranquilamente.

-¿Racionarías así si yo me fuera algún día?- dijo la pregunta muy rápido que apenas pude entenderle.

-¿A si cómo?-le dije yo, se levantó del banco nervioso caminando de lado a lado.

-Así….como lo hiciste cuando te  enteraste que el híbrido se fue.

-No porque lo haría- dije, el se volteo a verme pude captar algo de tristeza en su mirada-Tu no me dejarías ¿o sí?- terminé diciéndole.

-No, pero ¿si algún día pasará?

-Bueno ahí sería otra cosa, no me imagino como estaría -no podía imaginar cómo sería mi vida sin mi mejor amigo. Sin mi Jacob.

-¿Sabes lo que ha cambio?- me preguntó de repente, cambiando el tema anterior, espero a que contestara pero no supe que responderle.

-Tú- me dijo, me sorprendió al decirme esto, pero ¿en que había cambiado? Yo me sentía igual.

-¿Yo, porque?- fruncí el seño confundida.

-¿Acaso no te has dado cuenta? Mírate- me dijo poniendo sus brazos en jarra-Tu mirada, tu forma de expresarte, hasta hablas mas, todo ha cambiado en ti.

Era verdad, hace tiempo que ya no era la misma, todo me parecía diferente ahora, solo que con todo lo que me había pasado este tiempo no me estaba dado cuenta de estos cambios, pero que quería que hiciera, era natural ¿o no?, aunque aparentara ser una niña de 14 años de edad veía las cosas distintas, pero uno de mis temores son los cambios, cada mes que pasa y me miro en el espejo me aterroriza el cambio que hay en mi cuerpo, del solo hecho de saber que ya nada es igual, pero es algo que no puedo cambiar en mi vida.

-¿Y cuál es el problema?- le pregunté.

-Ninguno, solo que ya no eres la misma- me dijo calmado.

Puse los ojos en blanco.

-Bueno, bueno que tal si dejamos de hablar de esto, que siento que se está poniendo algo incomodo- dije poniendo una de mis manos en la frente y ladeando la cabeza.

-Tienes razón- dijo acercándose hacia mí.

-¿Quieres que te ayude con la moto?- le preguntó apuntando hacia ella.

-No, no ya he terminado con ella, solo le estaba sacando un poco de brillo- me respondió.

-Mi mamá me dijo que hoy te toca patrullar-le dije.

-Sí, estoy ansioso por sacar cabezas- al decir esto se le escapo una leve sonrisita.

-Jake eso sonó aterrador- le dije correspondiéndole la sonrisa, siempre me he preguntado cómo se ha de sentir matar a alguien, porque aunque eso sea algo de responder siempre he querido ver lo que se siente.

-Sabes, aunque cambies siempre vas a ser mi princesa- me dijo el de la nada, con otro sonrisa.

Lo abrasé, no sé como hacia Jake pero siempre lograba que me saliera ese lado cursi y sentimental en mí, lo quería muchísimo y me alegraba saber que para él siempre iba a seguir siendo la misma.

domingo, 24 de marzo de 2013

Links de publicación del Fan-Fic.

Si por alguna razón no pueden ver la historia por aquí, pues aqui les dejo unos links donde tambien esta publicada mi historia.

http://www.edwardybella.com/foro/fan-fics/buscando-el-amor-jacob-renesmee-(parte-1)/

http://jacob-black.foroactivos.net/t626-buscando-el-amor-jacob-y-renesmeeparte1-18

http://potterfics.com/historias/132843

http://www.fanfiction.net/s/8872620/1/Buscando-el-Amor-Parte-1-Jacob-Renesmee-18

http://tuenticrepusculoforo.foroactivos.net/t8190-buscando-el-amor-jacob-renesmee-parte-1-18

http://crepusculo-es.com/foro/viewtopic.php?f=9&t=73726

Estos son todos, estoy consiguiendo colgar mi fic en un nuevo foro pronto se dará, ahi les comunicaré, como vieron solo son en estoy foro a donde tengo colgado mi fic, además del blog, pero si lo ven en otro lado  no duden en avisarme plis!
A y muy prontito tendran un uevo capítulo.Espérenlo! :)

Gracias por su comprensión.

lunes, 11 de marzo de 2013

Aqui les dejo una nueva entrada pero antes tengo que pedirles que por favor no sean lectores fantasmas, sus comentarios son muy importantes para este blog y la historia. :)

Pov. Aro (Verdades)


 Punto de Vista: Aro.

A lo largo de estos dos años desde el encuentro con los Cullen, he estado pensando en la pequeña de Edward y Bella y es que cuando la vi me quedé maravillado con ella, con Renesmee, cuando ella me puso su mano en mi mejilla en el encuentro, pude ver todos sus recuerdos, lo preocupada que estaba por lo que le podía pasar a su familia, amigos, a ¿Jacob? Y a ella, y sus pensamientos que eran tan inocentes y buenos, propios de una niña de su edad pero en este caso los que ella aparentaba, pues por lo que me enteré su crecimiento y mentalidad son acelerados.

Le había cogido tanto cariño y aprecio, algo en ella me hizo recordar a mi hermana, a la  que desde que me convertí en esto, en un ser supremo, en un ser inmortal, nunca más la volví a ver, ya habían pasado varios milenios y  siglos que era obvio que ya no existiera, pero algo en mi me decía que había esperanza lo cual es lo más extraño porque ella era humana, no había forma de que aun siguiera con vida, a menos que…..no, no imposible.

Ella era tan bonita, tan perfecta su único defecto era la avaricia, siempre quiso tener más y mas, para ella nada era suficiente, en eso se parecía a mí.

Agatha, ese era su nombre, no supe mas de ella desde que se escapó de casa justo un año antes de mi conversión.

A Didyne nunca la quise como hermana, al menos no como quise a Agatha, la convertí solo porque pensaba que su don me iba a ser útil, pero no fue así, luego vi que estaba comenzando a ser una amenazada, pues estaba alejando a Marcus de mi lado y eso no me convenía, así que no tuve más opción que matarla, le ordené a Chelsea que ejerciera su don en Marcus para que sienta lealtad hacia mí, después de esto no era el de siempre pero en realidad eso poco me importaba.

Ahora estaba Renesmee, que aunque no logré convencerla con lo que le dije antes de que se fuera pero seguro algo pude sacar provecho, y es que en todo este tiempo intenté acercarme a ella pero no pude porque siempre estaba con ese perro, si con él, aunque me lo hayan ocultado muy bien igual pude descubrirlo y es que a mí nadie me engaña, ese era uno de los lobos que estaban en el encuentro, quizás y fue el mismo que tenía en su lomo a la pequeña ese día, lo que me impresionó de esto es que no sabía que ellos también podían ser humanos, lo cual me despertó el interés hacia ellos, tal vez no estaría nada mal tener unos cuantos de ellos sirviéndome en la guardia.

Me encanto verla por segunda vez, también de cuando las miradas de ella y de Demetri se intercambiaron, no fue una mirada normal y es que una vez más Chelsea actuó ahí, pensé que tal vez eso me ayudaría, sería como un punto a mi favor, solo procuré de que nadie supiera de que ella se encontraba en ese momento ahí.

Los días fueron pasando, alrededor de ellos pude observar la convivencia que iba creciendo de Renesmee con Alec y Demetri, les había pedido que trataran de llevarse con ella, así pude crear otro acercamiento, claro que a Jane no le resultó fácil pero pude notar el intento que hizo.

Cuando ejercí mi don en el lobo, pude ver en sus recuerdos y pensamientos algo muy grande y poderoso que estaba relacionado con Renesmee, era como una fuerza que los unía, algo completamente inexplicable, entre ellos había una conexión irrompible, me fije en la mirada tan especial que tenía el hacia Renesmee, su forma de cuidarla, de protegerla era única.

Les había regalado un pequeño presente a cada uno, fue como para agradecerles la visita,eran unas cadenitas que tenían de dije un diamante, solo que la de Renesmee era especial, me había encargado de que el diamante de ella fuera el más hermoso, por lo que el Joyero de Volterra me había dicho sabía que era una piedra muy especial que la diferenciaba de las demás, lo cual desconocía la razón.

Como en ningún momento pude hablar a solas con ella, aproveche que a ella se le habían quedado unos muñecos de madera para hablar aunque sea unos cuantos minutos con ella.

Con todo lo que le había dicho solo quería que supiera que contaba con mi sumo apoyo en todo y que estaba todo a sus órdenes, quería me tome como un amigo o más aun, como un tío.

Ojalá que el abrazo que le di haya ayudado y es que el sacrificio que hice al dárselo fue muy grande, la verdad desconocía la acción de abrazar, nunca a nadie le había dado uno y no recuerdo haberlo hecho en mi vida humana, pero tenía que de alguna forma demostrarle que lo que le había dicho no era una mentira.

Pero sea como sea iba encontrar la manera para ser que ella viniera de nuevo a Volterra o lo que mejor sería para mí, irla a visitar.

martes, 5 de marzo de 2013

Capítulo 7: De visita por Volterra (2 de 2)


Punto de Vista: Renesmee

 

Me quedé paralizada al verlo a demás de la sorpresa que me lleve, me di cuenta que me vista no se había equivocado, se veía tan guapo.

-¿Estás bien?- me preguntó, yo no le respondí, seguía paralizada aun viéndolo, sus ojos rojos se veían tan lindos, sentí como si hubiera perdido en su mirada.

-Sí, si claro- dije bajándome de mi nube, el sonrió y extendió su mano mostrándome una bandeja que tenía en ella una lata de soda y un sándwich, dudé en aceptarlo.

-Aro me ordenó que te trajera esto, el dice que la última vez que comiste fue el desayuno y cree que deberías alimentarte de nuevo con esto- me dijo, yo no sabía si comérmelo ya que pensaba que él podría haber puesto algo ahí ¿Quién sabe no? Además como había dicho, el aun seguía siendo un desconocido para mí, no tenía confianza en él-Tranquila, pruébala te aseguro que no tiene nada-me volvió a decir amablemente con una sonrisa.

Ya no podía más, si era cierto que yo no me llevaba bien con la comida humana a veces sentía que la necesitaba, y tenía mucha hambre así que no lo pensé ni dos veces y se la acepte.

-Gracias-dije tímidamente, el de nuevo sonrió, en realidad yo no sabía que tenía este vampiro pero en su mirada se veía que detrás de esa seriedad con la que se manejaba, había algo de divertido y bueno en el, sentía que nos íbamos a llevar bien.

-Esa es la única palabra que te he oído pronunciar-me dijo mientras entraba a la habitación.

-Bueno, la verdad que esto de hablar no se me pega aun ya que para que hablar si puedo utilizar mi don para eso ¿no? esa es la única palabra que he podido decir y además yo no hablo con desconocidos-dije mientras me giraba para verlo, estaba entretenido con unos muñequitos de madera que servían de adorno para el ropero que estaba abajo de la gran pantalla gigante que había en el cuarto, yo los había puesto ahí porque me pareció que con estos aclararía un poco el área ya que la madera era clara.

-Parece que  te encanta la colección-me dijo mientras cogía uno de ellos.

-No, en realidad me los dio mi Tía Rosalie en un cumpleaños-le dije.

-Están bonitos- me dijo.

-Demetri ¿no?- dije caminando hacia el pie de la cama donde él se había sentado.

-Sí pero aun no nos hemos presentado ¿Cómo sabes mi nombre?-me dijo intrigado, desviando su vista de los muñecos hacia mí.

-Le oí decir a Marcus cuando te llamaba-le respondí, el volvió a ver los muñecos

-Y tú debes de ser Renesmee ¿no verdad?- me dijo volviéndome a ver y extendiéndome la mano como en signo de saludo.

-La misma- le dije apretándole la mano y emitiéndole una sonrisa, su mano era helada y fuerte como la mano de todo vampiro-Y parece que nos vamos a llevar muy bien- terminé diciéndole mientras lo miraba.

-Claro, solo si tú lo quieres- me dijo sonriéndome, el carácter de este chico me parecía muy divertido y me estaba empezando a caer bien, el no era tan malo como todos decían.

-Bueno entonces así será-le dije.

-OK! Ahora me tengo que ir, ya deberías de irte a dormir-me dijo mientras se paraba de la cama i se dirigía a la puerta- a por cierto ahí te dejo tu comida espero y te aproveche- me dijo volteándose a verme, yo solo le sonreí en forma de asentir el entendió mi sonrisa y se fue.

Lo primero que hice cuando me quedé sola fue ir a donde había dejado la bandeja y comenzar a comer.

Después de esto me fui a bañar ya que hacía calor y estaba comenzando a  transpirar, al parecer habíamos llegado en pleno verano y eso me decía que no íbamos a salir para nada de aquí.

Estaba pensando en todo lo que había pasado hasta llagar acá, la ducha había sido relajadora había puesto una ducha con hidromasaje lo cual era una de las razones por las que ya me estaba sintiendo como en casa ya que había una como esta allá, después de salir me puse un camisón y me metí a la cama, estaba intentando coger el sueño, continué escuchando música en el i-pod.

No pude pegar un ojo en toda la noche porque aunque me sentía cómoda aquí, había algo que aun no me convencía ni me daba confianza y ese era Aro algo raro había en su mirada y no solo en la de el sino también en la mirada de los otros dos vampiros, me daban mala espina.

Pero el otro motivo de mi mala noche fue pensar en Demetri, parece que eso fue el tema central en mis pensamientos, aunque quería sacármelo de la cabeza me resultó imposible hacerlo.

Había muchas pregunta en estos momentos rondándome en mi cabeza y una de ellas eran ¿Mis padres y Jacob habrá oído la conversación entre Demetri y yo? ¿Por qué no hicieron nada para evitar que Demetri entrara a la habitación?

Claro que encontré las respuestas cuando me dirigí al salón, habían mandado a llamarme con una tal Heidi, ella sí que no me agrado, parecía esas mujeres que creen tener un cuerpo perfecto, movía la cadera de un lado para el otro, caminaba como una modelo solo que un poco exagerado, baje con ella, desde que había venido solo había recorrido el camino del salón hasta mi habitación una solo vez y con lo grande que era este castillo, tenía miedo perderme.

Al llegar al salón me di cuenta que mis padres estaba hablando con Aro y Cayo, Marcus solo estaba sentado en su silla y por la cara que tenía se veía un aburrimiento terrible pareciera como que ese vampiro le haya pasado algo o no hubiera tenido vida humana quien sabe……..

Por otra parte Jacob estaba sentado desayunando, desde que habíamos llegado me había dado cuenta que para él no era nada fácil estar aquí pero sabía que se estaba haciendo esto por mí, para protegerme, por eso y por mil cosas más lo quería tanto, más que quererlo lo adoraba, estaba agradecida por tenerlo junto a mi lado, me sentía afortunada.

Cuando llegue todos me miraron, me sentí un poco intimidada, había llamado la atención de más de mil vampiros que se hallaban ahí, eso duró unos cuantos segundos por que después todo el mundo desvió su mirada a otro lado y siguieron con lo que estaban haciendo, hicieron como que si nada hubiera pasado, que raros eran.

Me acerqué a donde mis padres quienes estaban aun con Aro.

-Buenos días Renesmee- me saludo Aro con una sonrisa.

-Buenos días- le devolví el saludo también con una sonrisa.

-Anda a donde Jake ahí está tu desayuno- me dijo mi mamá.

-Sí, allá voy- le dije.

Me acerqué a la gran mesa, a donde aún seguía Jacob comiendo, habían servido un gran banquete para nosotros dos, pero sabía que el que se iba a terminar comiendo la mayoría era Jake.

-Dormiste bien anoche?- me preguntó.

-Te parece- le dije mirándolo era para que se diera cuenta de las ojeras que me habían aparecido, que por más que intenté cubrirlas echándome casi todo mi polvo compacto en ellas, pero no resultó porque aun se veían, lo que si logré fue verme pálida así como los que estaban aquí, excepto Jacob ¿Tal vez por eso me quedaron mirando?

-Te entiendo- me dijo él, mientras comía un buen pedazo sándwich.

-Parece que aquí no cocinan mal- dije mientras me servía un jugo de naranja  y uno que otro huevo frito que había por ahí- Digo para que Jacob Black este comiendo satisfechamente en un lugar como este- terminé diciéndole.

-Lo estoy haciendo porque te estaba esperando- me dijo él.

-Sí, claro – dije sarcástica.

-Bueno ya, no te voy a negar que la comida esta buena- me dijo- al parecer estos chupasangres tienen un buen cocinero que de seguro a de ser igual que ellos- dijo.

-Sabia- le dije mientras me llevaba un pedazo de huevo a la boca, Jacob no se equivocaba al decir esto, tenía que reconocerlo la comida estaba riquísima.

-Y como así estás hablando hoy?- me pregunto de pronto.

-Y no me dijiste que solo me oyes cuando discutimos, bueno quise darte la oportunidad de que me escuches hablar pero esta vez no será para pelearnos- le dije.

-O sea que has decidido hablar- me pregunto, eso sonó como una suposición.

-Sí, se podría decir que si- dije doblando la cabeza de un lado a otro en señal que por una por una parte su suposición era cierta.

-Qué bien! Entonces desde hoy conoceré esa preciosa voz que tienes- me dijo mientras me sonreía.

-Si- dije correspondiendo su sonrisa.

Después de comer quería morir de la risa, mis padres me contaron que ellos anoche se habían ido de cazar y que cuando regresaron lo primero que vieron al entrar a su habitación fue a Jake que estaba sentado en el sofá esperándolos, les había dicho que no podía dormir en su habitación y menos ahora que estaba rodeado de chupasangres, así que se quedó durmiendo en la habitación de mis padres.

Además de todo esto, pude caer en cuenta que quizás por eso mis padres no vinieron a verme cuando Demetri fue a visitarme a la habitación, pero Jacob no se había ido con ellos y por su lado licántropo él también tiene el sentido auditivo muy avanzado, no entendí como no nos habrá escuchado o ¿quizás si lo haya hecho? O de seguro no se habrá dado cuenta en esos momentos por el miedo que tenía de estar aquí.

OK! Creo que fue un error haber pensado en eso, no me percaté que mi papá estaba a lado mío y que yo no tenía el escudo de mi mamá puesto, ahí me di cuenta que mi padre me estaba leyendo el pensamiento porque cuando mire a verlo vi su rostro que tenía una expresión confusa.

-Aro- llamó mi padre al vampiro que tenía en el rostro dibujada una sonrisa ¿Por qué su expresión? ¿Tenía algo que ver el en todo esto? Obvio que si, fue él quien mando a Demetri a dejar la comida a mi pieza.

-En que te puedo ayudar mi querido Edward- le dijo mientras se acercaba a el en paso vampírico.

-Quiero que me expliques ¿Qué hacia Demetri en la habitación de mi hija?- dijo furioso alzando un poco el volumen de su voz.

Cuando mi papá pronunció esto me di cuenta de las miradas de asombro por parte de mi mamá y de Jacob.

-¿De que estás hablando?- le pregunto mi mamá a mi papá, alterada y confusa.

El por su parte no le respondió, solo espero a que Aro contestara se pregunta.

-Le pedí a Demetri que vaya a dejar un pequeño refrigerio a la habitación de Renesmee- dijo viéndome- solo quise ser cordial con ella.

De repente el mencionado apareció junto a Alec, Felix y Jane que al parecer ya habían escuchado todo.

-No es así mi querida Renesmee- me terminó Aro.

-Si, así es- dije.

-Pero eso que tiene de malo, Acaso desconfías de mi?  Dijo Aro a mi padre.

-Y acaso no tendría razones para hacerlo?- le pregunto mi papá a Aro con tono serio.

-¿Se la aceptaste?- me pregunto Jacob al oído.

-Sí, es que tenía hambre asi se la acepte- le respondí en tono bajo, pero de que valía si igual me iban a escuchar.

El me miró serio como si lo que hice estaba mal, bueno por una parte si, pero solo le acepte la comida, ni que por eso me fuera a pasar algo o ¿si?.

-¿Te gusto lo que te mande?-  me preguntó de nuevo Aro, la verdad es que eso si me había hecho mucho provecho y además el sándwich estaba rico al igual que el desayuno.

-Sí, el sándwich estuvo rico al igual que el desayuno- le respondí.

-Me alegro que te haya gustado- me dijo sonriente.

Me había dado cuenta que todas las conversaciones que habíamos tenido eran un poquito absurdas o sea primero lo de mi extraña mirada hacia Demetri y luego esto ¿Qué mas seguía?

-Basta!!- dijo mi mamá, su voz se oyó por todo el salón, interrumpiedo lo que iba a decir en ese momento Jacob que de seguro no era nada bonito e iba a empeorar más las cosas.- Edward no es necesario crear un escándalo ta solo por esto, por lo visto Aro solo quería ser cortes con la niña- le dijo a mi papá.

-Bella lo estas defendiendo?- le pregunto él.

-No es así- le respondió ella- Y Aro debiste primero avisarnos a nosotros, porque si no lo recuerdas nosotros somos sus padres- dijo esta vez dirigiéndose a Aro.

-Lo sé mi querida Bella, tienes razón, perdónenme si actué mal, no lo volveré hacer si ustedes no me lo permiten- termino diciendo.

Después de este pequeño mal entendido todos continuaron con lo que estaban haciendo, ya rodeada de tanta tensión no podía más, así que decidí salir pero como justo hoy hacia sol mis padres no iban a salir conmigo, por suerte estaba Jake.

-Papá quisiera salir a conocer Volterra- le dije a mi padre.

-Lo siento princesa pero hoy no se podrá, mira el día como está- me dijo señalando un ventanal que tenía un pequeño orificio donde se podrá ver un débil rayo de sol.

-Pero podría ir con Jake – le dije señalándolo, cuando le dije esto a mi papá, se le podía en la cara de Jacob una expresión de entusiasmo, en un momento llegue a pensar que lo estaría haciendo deshacerse de el olor desagradable que él sentía.

-Está bien, vayan los dos pero no regresen tarde- nos dijo a mí y a Jake que ya estaba parado junto a mí.

-Hecho- le dijo Jacob a mi papá mientras le cogía de sus manos las llaves del auto que mi papá había alquilado.

Nos habían recomendado mucho lugares turísticos que pedíamos visitar, aparte de Jacob yo me sentí súper feliz y bien de haber salido de ahí, la verdad es que si hacia sol bien fuerte, era la primera vez en mi vida que veía un día así.

Jacob estaba conduciendo, habíamos quedado en ir a la Piazza Dei Priori, decían que era hermosa y mucho mejor en un día así, nos quedamos viendo el paisaje mientras aun seguíamos en el auto, vimos que tenía una torre de reloj que se erguía orgullosa, iba en el asiento del copiloto buscando en la radio una emisora donde haya una música agradable, al parecer ya habíamos llegado, fue verdad lo que habían dicho, la Piazza Dei Priori era sin duda hermosa, veía a niños jugando, gente conversando y riendo a la vez, pajaritos jugando en los arboles que estaban en un parque muy cercano al lugar donde estábamos, turista tomándose foto junto al reloj. Todo se veía tan alegre.

Ya habíamos salido del auto, íbamos caminando hacia la entrada de aquel parque.

-¿Relajado?- le pregunté, matando el silencio que había entre nosotros.

-Pensé que no ibas a hablar-me dijo- pero si, no te lo puedo negar, estoy muy feliz de que hayas tenido esta idea de haber salido del castillo, no soportaba ese olor a putrefacto.

-De seguro ellos tampoco soportaban ese olor tan fuerte a perfume para hombres que te puso mi tía Rose- le dije, íbamos hablando mientras caminábamos hacia un banco para sentarnos.

- Esa fue una de las más brillantes ideas que se le pudo haber ocurrido a la rubia, aun me sorprendo- dijo entre risas.

-Jake…- le reproché, dándole un pequeño golpe en el brazo, mientras emitía una pequeña risilla.

-Pero sí, eso también creo yo- me dijo viendo hacia la pila de agua que estaba en el centro de la enorme plaza.

-Jacob ¿te puedo preguntar algo?- le dije mirándolo, el correspondió mi mirada y me dijo.

-Si claro pregúntame lo que quieras.

-¿Cómo haces para controlarte frente a un montón de vampiros cerca?-le pregunté.

-Bueno para mí no están difícil, ya que he pasado estos años cerca de algunos, claro que no son bastantes como estos, tampoco se me ha hecho fácil pero lo he podido soportar- me respondió, sabía que ese “algunos” se refería a mi familia y creo que si a aprendido a soportar el olor, ya que estar aquí con más de mil vampiros cerca para un lobo de seguro no a de ser nada fácil.

-¿No te da un poco de miedo? Digo no, ellos no son tontos y si no sabe que eres un licántropo ten por seguro que ellos han de saber que también eres humano.

-No les tengo miedo, igual a ellos no les conviene hacerme algo ¿no crees?- me dijo.

-No me imagino el sacrificio inmenso que deben de estar haciendo para controlarse- dije irónicamente.

-Ni te imaginas, lo que yo estoy haciendo para controlarme y no transformarme para sacarles la cabeza- me dijo sonriendo.

-Ya veo- dije enarcando una ceja.

En ese momento paso un hombre vendiendo helados y con este calor que hacia debido al sol se me antojo uno.

-¿Quieres un helado?- me pregunto Jake, que ya se había dado cuenta que quería uno.

-Si- dije como niña pequeña

Fuimos hacia allá a comprarlos, yo pedí uno de chocolate era mi sabor favorito y Jake pido uno de vainilla, estaban muy sabrosos.

-Y ¿Por qué estas preguntas Ness?-me preguntó.

-Bueno, solo era curiosidad- le respondí.

-¿Solo eso?- dijo deteniéndose, terminando la ligera caminata que estábamos haciendo.

Jake me conocía perfectamente y sabia que no era solo curiosidad y una de las cosas que había sacado de mi mamá es que yo tampoco sabía mentir, le tuve que contar todo lo que pensaba.

-Bueno es que….- dije volteándome hacia atrás, no sabía que decirle.

-Es que qué? dímelo- me dijo tocándome el hombro derecho.

En ese momento desee utilizar mi don pero sabía que estábamos en público y no podía, así que no me toco nada más que hablar.

-Se que lo haces por mi y te lo agradezco pero es tan grande el sacrificio que estás haciendo por mí que no sé si me lo merezca- le dije mientras me giraba de nuevo para verlo.

-Sabes que te quiero y estoy haciendo esto, pues por lo mismo, escucha sigo sin estar de acuerdo con todo esto pero ya sabes cómo es Carlisle siempre teniendo la razón en algo y pensándolo así es por una parte entendible y bueno no te iba a dejar en esto sola, tu sabes que siempre te acompañare y te apoyare en todo lo que hagas- me dijo.

-Nunca me imagine que fueras capaz de meterte en todo esto por mi-le dije viéndolo.

-Haría esto y mucho más con tal de verte feliz y bien- me dije con una sonrisa.

-Te quiero- le dije, en realidad a mi rara vez y difícilmente se me escapaban estas palabras es que no me gustaba mucho pronunciarlas porque sabía que el amor  y el cariño se lo demostraba, mas no solo con palabras, o bueno eso lo había leído en un libro que mi papa me había regalado, en lo cual sabía que tenía razón, además mi forma de afecto hacia alguien que quiero no necesitaba estas palabras, era muy diferente a los demás, y aparte de esto odiaba u poco la cursilería.

-Yo, también te quiero- me dijo él, sonriendo de oreja a oreja, de pronto me elevo por el aire dándome vueltas, me hacía sentir tan feliz su compañía, como él no había nadie más, lo quería muchísimo.

Nos divertimos mucho en la plaza tanto que ni nos fijamos en el tiempo porque cuando vimos ya estaba anocheciendo así que decidimos irnos, mientras lo hacíamos me preguntaba si algún día pudiera venir de nuevo aquí.

Cuando llegamos al castillo nos dirigimos al gran salón solo que esta vez sin compañía ya que Jacob y yo ya sabíamos el recorrido desde la puerta principal hasta aquí, antes de entrar nos encontramos con Jane.

-Entren, los están esperando- nos dijo.

Y así lo hicimos, nos dimos cuenta de que  todos estaban reunidos, había entrado con Jacob de la mano, Todos nos recibieron con una gran sonrisa.

Nosotros rápidamente nos acercamos donde mis padres que estaban esperándonos.

-¿Qué sucede?- preguntó Jake.

-Nada, solo que Aro quiere decir algo y era importante la presencia de ustedes.

-Mis queridos Cullen, he reunido aquí a todos porque en nombre de todo mi aquelarre les queremos dar las gracias por venir y traer a la pequeña Renesmee, solo esperamos que se sienta cómoda y en señal de agradecimiento hemos querido darles a ustedes este humilde obsequio- dijo Aro, hablan en voz alta para que todos escuchen aunque no era necesario.

-Jane- llamó a la misma que tenía en sus manos un charol con cuatro cajitas pequeñas.

Ella solo asintió y se dirigió hacia nosotros para entregárnoslas, se veían tan bonitas eran de color negro, nos las entrego a los cuatro que no quedo de otra que aceptarlas.

Al abrir mi cajita vi que tenía adentro una cadenita que tenía como dije una hermosa piedra brillante, se veía que era un diamante una piedra muy valiosa de seguro y según Aro era un “humilde obsequio” pues de eso no tenía nada, a todos nos dieron lo mismo solo que las de papá y Jacob eran gruesas ya que eran para hombres, la piedra de los dijes eran de colores diferentes: la mía era negra, la de mamá era azul, la de papá era verde y la de Jake roja.

-Espero y les guste- dijo de repente Cayo.

-Esta linda- dije viéndola y con una sonrisa.

Después de esto, todos volvieron a lo que estaban haciendo, por parte nuestra nos dirigimos hacia la habitación de mis padres, donde le contamos lo que habíamos hecho hoy en la plaza Jake y yo.

-Nos divertimos muchísimo-termine de decir yo, que estaba sentada junto a mi mamá en el sofá.

-Que bueno, mi princesa espero y así te diviertas los próximos cinco días que vamos a estar aquí- me dijo mi papá tratándome de hacer cosquillas.

-Hoy es el día en el que más te hemos oído hablar-dijo mi mamá.

-Sí, es que he decidido dejar descansar un poco mi don- dije.

-Y eso a que se debe?- me pregunto mi papá de nuevo.

-A que tengo voz- dije encogiéndome de hombros.

Todos nos empezamos a reír, me quedé con mis padres hasta que comencé a bostezar y es que ahora si ya tenía sueño, así que me fui a dormir claro no sin antes dejar que me den mis buenas noches aunque eso para mí poco a poco lo iba viendo como algo infantil pero aun me seguía gustando.

Antes de acostarme hice la misma rutina que había hecho ayer, solo que esta vez si dormí y lo hice más rápido de lo que pude.

 

<<Estábamos mi familia, el aquelarre de Denali, los lobos y yo a unos metros de distancia, a un costado de nosotros estaban los Vulturis, frente a nosotros estaban tres seres que al parecer eran vampiros en el frente estaba una mujer junto a dos hombres que estaban a cada lado de ella, vestían con capuchas al igual que los Vulturis solo que estas eran de color rojo vino, atrás de ellos había u ejercito de vampiros, se podría decir que eran de igual o de mayor cantidad que la guardia, pero lo que más me llamo la atención es que la que faltaba entre nosotros era mi tía Alice, al parecer no se encontraba ahí, de pronto todo se pudo borroso paso como un rayo que desfiguró la escena, ahora me encontraba viendo a mi lobo rojizo, quien mientras trataba de sacarle la cabeza a unos de esos vampiros me miraba con dolor, me fije que tenía mi mano agarrada a la alguien pero no sé quién era, por lo visto había comenzado una batalla por que veía a todos peleando contra esos tres vampiros y su ejército>>

¿Pero qué pasaba aquí? ¿Quiénes eran ellos? ¿Por qué peleábamos? ¿Por qué Jacob me miraba así? Y mi tía Alice ¿Dónde estaba ella? Y sobretodo ¿De quién yo estaba cogida de la mano?

Esas eran las preguntas que me hacia después de despertar y sentarme de golpe en la cama, sin duda todo había sido solo un sueño.

Un sueño que me tuvo pensando todos estos cinco días, mañana al fin regresaríamos a casa, estos días la había pasado un poco divertido, aunque no me lo crean me había hecho amiga bueno en realidad no tan amiga, digamos algo así como “conocida” de Alec, Demetri, y algo de Jane, es decir que nos hablábamos y por ahí se nos escapaba una que otra risita de vez en cuando, esto solo lo hacía con Demetri y Alec cuando estaban de buen humor y no parecían momias, pero con Jane era distinto tenía que hacer mucho esfuerzo para sacarle siquiera un ‘hola’ de su boca, porque ni que hablar de una sonrisa hacer eso es como ganarse un Oscar o sea difícil pero no imposible, sabía que aun no tenía la confianza necesaria de yo hacia ellos ni de ellos hacia mí, claro que esto lo hacía cuando mis padres salían a cazar pero eso sí, Jake estaba a lado mío todo el tiempo, tanto así que hasta a llegado a cruzarse unas cuantas palabras con ellos, pero cada vez que mis padres se enteraban a Jacob y a mí no nos iba nada bien, nos decían que no era nada bueno que nos juntáramos con ellos, eso iba más para mí porque  Jake si por él fuera hace mucho ya les hubiera sacado la cabeza, el estaba con ellos solo por mi y nuevamente era por mi………

Estaba ya recogiendo mis cosas y metiéndolas en la maleta tan grade que mi tía Alice  me había mandado era impresionante ver la cantidad de ropa que me había sobrado pareciera como si hubiera creído que nos íbamos a que dar por más de un mes , era de noche al parecer había luna llena, se veía tan hermosa, me había dispuesto a terminar de arreglar mi maleta y después dirigirme a la cama para dormir, así que termine de guardar lo último que me faltaba cerré y la arrime junto a la puerta del baño.

Ya estaba lista para dormir, me dispuse para ir a la cama y cerrar los ojos hasta mañana.

Todo estaba listo para irnos, bajé al salón donde ya estaban mis padres despidiéndose de Aro, Cayo y Marcus (lo hacían solo por educación) a que y Jake por un lado esperando a que viniera rápido, me limite solo a dedicarles una sonrisa no quería llegar a mas.

Estábamos por salir cuando me acordé que había dejado mis muñequitos de madera en la habitación, no quería dejarlos significaban mucho para, mi.

-Papá tenemos tiempo?- le pregunté.

-si ¿Por qué cariño?- me dijo agachándose para cogerme la barbilla.

-Es que me estaba olvidando de mis muñequitos de madera ¿puedo ir a verlos?- le dije tiernamente solo para que me diera permiso.

-de acuerdo anda pero no demores- me dijo sonriendo.

Yo le di un beso en la mejilla y fui corriendo a verlo.

Cuando llegue a la habitación que había sido mía durante una semana mire inmediatamente el lugar donde las había dejado pero vi que ya no estaban, de seguro los abre guardado solo que no me he de haber dado cuento, estaba por salir de ahí cuando de repente alguien se atravesó en mi camino.

-Buscabas esto?- me pregunto Demetri.

-Sí, me los das por favor?-le dije extendiendo mi mano amablemente.

-Claro, toma aquí los tienes- me dijo mientras los ponía en mi mano- pasaba por aquí y me di cuenta que ya te habías ido pero también los vi pese que te habías olvidado de ellos, de hecho me disponía a ir por ti para dártelos pero luego me dijeron que habías regresado aquí para cogerlos.

-Gracias- le dije.

-Buen viaje- me dijo el asintiendo a mi agradecimiento.

Desde el primer momento en que lo vi jugando con ellos, me di cuenta que les gustaron, así que decidí darle uno, todo con tal de ver feliz a una persona, eso me gustaba.

-Demetri- lo llamé, el se viro a verme mientras estaba yendo hacia la puerta-toma- extendí nuevamente mi mano hacia él con uno de los muñecos.

-No te preocupes en darme uno, son tuyos- me dijo.

-Anda acéptalo, se que este es el que más te gusta y quiero que lo tengas- le dije sonriéndole aun con el brazo extendido.

-lo dices enserio?- me dijo el frunciendo el ceño confuso.

-Si claro, tómalo- mientras decía esto le iba poniendo el muñeco en la mano.

-Gracias- dijo dudosamente y algo difícil, al parecer era de mucha dificultad que un Vulturi te agradezca y mas con buena intención pero yo lo había conseguido.

-Solo te pido que lo cuides ¿sí?- le dije.

-Así lo hare- dijo asintiendo-¿alguna vez te han dicho que eres una persona muy buena?- en realidad en vez de decírmelo siempre me daban besos y abrazos en demostración a eso-cuando seas grande has de ser mejor- me termino diciendo.

Yo solo sonreí y ahora yo fui la que termine agradeciéndole por lo dicho, después de esto metí los muñecos restantes a mi bolso que tenia atravesado de mi hombro derecho hacia el lado izquierdo de mi cintura.

Saliendo de la habitación me dispuse ya a ir con mis padres y Jacob que estaban aun esperándome, caminaba por uno de los pasillos que conducían hacia el ascensor que me llevaba hacia la puerta principal, me preguntaba como personas que aun creían que estaban en la época pasado podrían tener ascensor parece que hasta ahora es lo único que habían descubierto del mundo exterior, escuché que alguien me llamaba, gire para ver quién era.

-Me entere de que fuiste a ver unos muñecos de madera que se te iban quedando ¿Ya los tienes?-me dijo Aro mientras se acercaba a mí.

-Sí, ya los encontré gracias por preocuparte- le dije amablemente- A y también te doy las gracias por la estadía, a sido muy agradable.

-No hay por qué agradecer- dijo sonriéndome y cogiéndome una de mis mejillas- ese siempre será tu habitación cuando vengas, aquí te recibiremos con las puertas abiertas porque vendrás ¿verdad?.

-Si claro, vendré cuando haya otra oportunidad- dije mientras me volteaba para emprender de nuevo mi camino.

-Espera- me detuvo cogiéndome del brazo- no dejare que te vayas sin antes decirte algo- esto ya se estaba poniendo raro y un poco incomodo.

-No será mucho el tiempo que te quitaré- dijo mientras me soltaba el brazo y dirigía su mirada al piso-cuando me mostraste todo por medio de tu don, me abriste tus pensamientos y sentimientos pude darme cuenta que eran de los más puros que yo haya visto, solo quiero decirte que te cogí afecto desde ese momento tu dulzura, tu belleza, tu buen corazón, tu inocencia, fueron lo que más me cautivo de ti, quiero que me tomes como un amigo, también quiero decirte que cuentas con mi total apoyo en todo.

Yo no como reaccionar, estaba en shock ¿será verdad todo lo que Aro me estaba diciendo?, no podía confiar en él, pero cuando lo mire algo en su mirada era ¿sincera?.

-Aro no sé qué decirte la verdad, tu y yo no hemos casi cruzado palabra y no sé si deba confiar en ti- le dije.

-Me tienes miedo?- me dijo cogiendo mis manos.

-no, no solo es que no confío en ti- quise sonar de lo más amablemente posible  pero no sé si lo logré.

-La confianza es algo que se va ganando poco a poco-fue muy exacto al decir esto-Pero sé que me la ganaré, ahora ya te tienes que ir tus padres ya han de estar desesperados porque tu aun no apareces, pero antes de que te vayas ¿te puedo dar un abrazo?- ¿Un abrazo? Acaso ¿era verdad lo que mis oídos estaban escuchando?, no podía creérmelo ¿tanto era el cariño que Aro me había cogido?, me quede inmóvil solo deje que lo hiciera y así lo hizo me estrecho entre sus fríos brazos por unos segundos, espero que este abrazo haya sido de los más sincero que Aro haya dado o bueno de seguro a de ser el único.

-Espero verte pronto- me dijo mientras se apartaba de mi.

No le respondí nada, solo baje mi mirada y me fui.

-¿Por qué te tardaste tanto?- me dijo mi mamá.

-Estaba buscándolos, no sabía donde los había dejado pero ya los encontré- dije señalando mi bolso.

-Bien. Pues vámonos ya no aguanto estar ni un minuto más aquí- dijo Jake mientras se metía al auto.

Había optado por no decirles nada de lo que me había pasado por qué conociendo a mi mamá se hubiera preocupado por algo que por parte no valía la pena, pero seguro mi papá ya lo había visto todo en mi mente, no me percate en ocultárselos algo me decía que era bueno que lo supiera, ya mas luego hablaríamos pero ahora solo tenía cabeza para pensar en lo que me había sucedido con Aro.

Aun seguía en estado de shock, no me lo podía creer, había hecho que un Vulturi y más aun Aro me diera un abrazo ¿Sera que en serio le caí bien? Esto sí que es increíble, a diferencia de ellos yo si puedo dar oportunidades así que… ¿Por qué no darle una? Digo no es que se la merezca, pero es alguien que recién conozco y quiero ver hasta donde pueda llegar Aro con todo esto y si el cariño hacia mí era muy fuerte, y si era verdad todo esto que me dijo lo trataría como un amigo mas , de eso estaba segura, pero para eso pasaría un buen tiempo y con mi cabezota solo espero recordarlo, pero ¿cómo no iba hacerlo? Esto nunca se me olvidaría.

-Tierra llamando a Nessie- dijo Jacob moviendo su mano de arriba abajo en frente de mí-¿En qué piensas? – me preguntó.

-En nada importante- solo estaba recordando lo que había pasado en esta semana- dije viéndolo, me pude dar cuenta de cómo mi papá al decir esto me miro por el retrovisor yo solo cruce mi mirada con la suyo por un instante.

-Y espero que lo recuerdes bien, porque a este lugar no vendrás nunca mas ¿cierto?- dijo mirando a mis padres que iban adelante-

Lo veremos- le dijo mi mamá mientras se bajaban del auto, ya habíamos llegado al aeropuerto.

Había pasado todo el largo viaje hasta llegar al aeropuerto pensando en eso de seguro Aro no ha de ser exactamente como todos lo pintan, alguna vez en su larga vida el fue humano y tuvo un corazón y sentimientos.

-Renesmee bájate ya del auto, tu papá ya lo tiene que entregar- me dijo mi mamá sacándome de mis pensamientos.

No me había dado cuenta que ya todos se habían bajado del auto y la única que aun seguía ahí era yo.

Abrí la puerta del auto y me baje, ya estaba el chofer que se iba a llevar el auto a la agencia, le di paso él me hizo una reverencia y se fue.

-¿Te pasa algo?- me dijo Jacob, mientras se abrochaba el cinturón, estábamos en el avión a punto de despegar, se había sentado alado mío porque mi mamá y mi papá estaban en el asiento de adelante.

-No, no me pasa nada- me sobresalté cuando escuche su voz, me había a asustado pero al final le conteste negando con la cabeza.

-Como que no?- me dijo mirándome-Haber entonces repíteme lo último que te dije- la verdad no sabía que decirle, estaba totalmente distraída que ni siquiera me fije que me estaba hablando, lo último que le oí decir era.

-Que… tal vez lleguemos el día de mañana, que es hoy- le dije dudosamente, sabía que esa no era la respuesta correcta ya que eso me lo había dicho hace rato.

Jacob me iba a decir algo pero en ese momento sonaron los altavoces del avión que nos indicaban que ya iba a iniciar el despegue.

Cuando el despegue estaba empezando mi mano automáticamente cogió la de Jake, mis dedos se entrelazaron fuertemente con los de él, no es que me den miedo los aviones solo que con toda esa velocidad y el temblor que ocasionaban al ascender al cielo me ponía un poco nerviosa.

Estábamos a medio viaje, abrí la ventana del avión para ver y me fije que ya era de noche pues estaba el cielo estaba oscuro, en ese momento se apagaron las luces del pasillo del avión y solo quedaron encendidas las pequeñas luces de color que estaban en el suelo para señalar las salidas de emergencias.

-¿Aun despierta?- una voz ronca me susurro al oído.

-Si, por tener la ventana cerrada no me di cuenta que ya era de noche- le respondí viendo hacia la dichosa ventana, el chisteó al escucharme curvando su labio hacia arriba.
-Ya duérmete ¿quieres?- me dijo, yo solo asentí y alce el brazo central que
estaba entre nosotros que separaba nuestros asientos, al mismo tiempo el alzo su brazo para que yo me acurrucase junto a él, me eche puse de lado y me acomodé en su costado gustosamente, él empujo el respaldo de su asiento hacia atrás y yo hice lo mismo para estar mas cómoda, me sentía tan complacida sintiendo su calor, me quede dormida plácidamente en su gran torso.