Punto de Vista: Renesmee
Me quedé paralizada al verlo a demás
de la sorpresa que me lleve, me di cuenta que me vista no se había equivocado, se
veía tan guapo.
-¿Estás bien?- me preguntó, yo no le
respondí, seguía paralizada aun viéndolo, sus ojos rojos se veían tan lindos,
sentí como si hubiera perdido en su mirada.
-Sí, si claro- dije bajándome de mi
nube, el sonrió y extendió su mano mostrándome una bandeja que tenía en ella
una lata de soda y un sándwich, dudé en aceptarlo.
-Aro me ordenó que te trajera esto,
el dice que la última vez que comiste fue el desayuno y cree que deberías
alimentarte de nuevo con esto- me dijo, yo no sabía si comérmelo ya que pensaba
que él podría haber puesto algo ahí ¿Quién sabe no? Además como había dicho, el
aun seguía siendo un desconocido para mí, no tenía confianza en él-Tranquila,
pruébala te aseguro que no tiene nada-me volvió a decir amablemente con una sonrisa.
Ya no podía más, si era cierto que yo
no me llevaba bien con la comida humana a veces sentía que la necesitaba, y
tenía mucha hambre así que no lo pensé ni dos veces y se la acepte.
-Gracias-dije tímidamente, el de
nuevo sonrió, en realidad yo no sabía que tenía este vampiro pero en su mirada
se veía que detrás de esa seriedad con la que se manejaba, había algo de
divertido y bueno en el, sentía que nos íbamos a llevar bien.
-Esa es la única palabra que te he
oído pronunciar-me dijo mientras entraba a la habitación.
-Bueno, la verdad que esto de hablar
no se me pega aun ya que para que hablar si puedo utilizar mi don para eso ¿no?
esa es la única palabra que he podido decir y además yo no hablo con
desconocidos-dije mientras me giraba para verlo, estaba entretenido con unos
muñequitos de madera que servían de adorno para el ropero que estaba abajo de
la gran pantalla gigante que había en el cuarto, yo los había puesto ahí porque
me pareció que con estos aclararía un poco el área ya que la madera era clara.
-Parece que te encanta la colección-me dijo mientras
cogía uno de ellos.
-No, en realidad me los dio mi Tía
Rosalie en un cumpleaños-le dije.
-Están bonitos- me dijo.
-Demetri ¿no?- dije caminando hacia
el pie de la cama donde él se había sentado.
-Sí pero aun no nos hemos presentado
¿Cómo sabes mi nombre?-me dijo intrigado, desviando su vista de los muñecos
hacia mí.
-Le oí decir a Marcus cuando te
llamaba-le respondí, el volvió a ver los muñecos
-Y tú debes de ser Renesmee ¿no
verdad?- me dijo volviéndome a ver y extendiéndome la mano como en signo de
saludo.
-La misma- le dije apretándole la
mano y emitiéndole una sonrisa, su mano era helada y fuerte como la mano de
todo vampiro-Y parece que nos vamos a llevar muy bien- terminé diciéndole
mientras lo miraba.
-Claro, solo si tú lo quieres- me
dijo sonriéndome, el carácter de este chico me parecía muy divertido y me
estaba empezando a caer bien, el no era tan malo como todos decían.
-Bueno entonces así será-le dije.
-OK! Ahora me tengo que ir, ya deberías
de irte a dormir-me dijo mientras se paraba de la cama i se dirigía a la
puerta- a por cierto ahí te dejo tu comida espero y te aproveche- me dijo
volteándose a verme, yo solo le sonreí en forma de asentir el entendió mi
sonrisa y se fue.
Lo primero que hice cuando me quedé
sola fue ir a donde había dejado la bandeja y comenzar a comer.
Después de esto me fui a bañar ya que
hacía calor y estaba comenzando a
transpirar, al parecer habíamos llegado en pleno verano y eso me decía
que no íbamos a salir para nada de aquí.
Estaba pensando en todo lo que había
pasado hasta llagar acá, la ducha había sido relajadora había puesto una ducha
con hidromasaje lo cual era una de las razones por las que ya me estaba
sintiendo como en casa ya que había una como esta allá, después de salir me
puse un camisón y me metí a la cama, estaba intentando coger el sueño, continué
escuchando música en el i-pod.
No pude pegar un ojo en toda la noche porque
aunque me sentía cómoda aquí, había algo que aun no me convencía ni me daba
confianza y ese era Aro algo raro había en su mirada y no solo en la de el sino
también en la mirada de los otros dos vampiros, me daban mala espina.
Pero el otro motivo de mi mala noche fue
pensar en Demetri, parece que eso fue el tema central en mis pensamientos,
aunque quería sacármelo de la cabeza me resultó imposible hacerlo.
Había muchas pregunta en estos momentos
rondándome en mi cabeza y una de ellas eran ¿Mis padres y Jacob habrá oído la
conversación entre Demetri y yo? ¿Por qué no hicieron nada para evitar que
Demetri entrara a la habitación?
Claro que encontré las respuestas cuando
me dirigí al salón, habían mandado a llamarme con una tal Heidi, ella sí que no
me agrado, parecía esas mujeres que creen tener un cuerpo perfecto, movía la
cadera de un lado para el otro, caminaba como una modelo solo que un poco
exagerado, baje con ella, desde que había venido solo había recorrido el camino
del salón hasta mi habitación una solo vez y con lo grande que era este
castillo, tenía miedo perderme.
Al llegar al salón me di cuenta que mis
padres estaba hablando con Aro y Cayo, Marcus solo estaba sentado en su silla y
por la cara que tenía se veía un aburrimiento terrible pareciera como que ese
vampiro le haya pasado algo o no hubiera tenido vida humana quien sabe……..
Por otra parte Jacob estaba sentado
desayunando, desde que habíamos llegado me había dado cuenta que para él no era
nada fácil estar aquí pero sabía que se estaba haciendo esto por mí, para
protegerme, por eso y por mil cosas más lo quería tanto, más que quererlo lo
adoraba, estaba agradecida por tenerlo junto a mi lado, me sentía afortunada.
Cuando llegue todos me miraron, me sentí
un poco intimidada, había llamado la atención de más de mil vampiros que se
hallaban ahí, eso duró unos cuantos segundos por que después todo el mundo
desvió su mirada a otro lado y siguieron con lo que estaban haciendo, hicieron
como que si nada hubiera pasado, que raros eran.
Me acerqué a donde mis padres quienes
estaban aun con Aro.
-Buenos días Renesmee- me saludo Aro con
una sonrisa.
-Buenos días- le devolví el saludo
también con una sonrisa.
-Anda a donde Jake ahí está tu desayuno-
me dijo mi mamá.
-Sí, allá voy- le dije.
Me acerqué a la gran mesa, a donde aún
seguía Jacob comiendo, habían servido un gran banquete para nosotros dos, pero sabía
que el que se iba a terminar comiendo la mayoría era Jake.
-Dormiste bien anoche?- me preguntó.
-Te parece- le dije mirándolo era para
que se diera cuenta de las ojeras que me habían aparecido, que por más que
intenté cubrirlas echándome casi todo mi polvo compacto en ellas, pero no
resultó porque aun se veían, lo que si logré fue verme pálida así como los que
estaban aquí, excepto Jacob ¿Tal vez por eso me quedaron mirando?
-Te entiendo- me dijo él, mientras comía
un buen pedazo sándwich.
-Parece que aquí no cocinan mal- dije
mientras me servía un jugo de naranja y
uno que otro huevo frito que había por ahí- Digo para que Jacob Black este
comiendo satisfechamente en un lugar como este- terminé diciéndole.
-Lo estoy haciendo porque te estaba
esperando- me dijo él.
-Sí, claro – dije sarcástica.
-Bueno ya, no te voy a negar que la
comida esta buena- me dijo- al parecer estos chupasangres tienen un buen
cocinero que de seguro a de ser igual que ellos- dijo.
-Sabia- le dije mientras me llevaba un
pedazo de huevo a la boca, Jacob no se equivocaba al decir esto, tenía que
reconocerlo la comida estaba riquísima.
-Y como así estás hablando hoy?- me
pregunto de pronto.
-Y no me dijiste que solo me oyes cuando
discutimos, bueno quise darte la oportunidad de que me escuches hablar pero
esta vez no será para pelearnos- le dije.
-O sea que has decidido hablar- me
pregunto, eso sonó como una suposición.
-Sí, se podría decir que si- dije
doblando la cabeza de un lado a otro en señal que por una por una parte su
suposición era cierta.
-Qué bien! Entonces desde hoy conoceré
esa preciosa voz que tienes- me dijo mientras me sonreía.
-Si- dije correspondiendo su sonrisa.
Después de comer quería morir de la
risa, mis padres me contaron que ellos anoche se habían ido de cazar y que
cuando regresaron lo primero que vieron al entrar a su habitación fue a Jake
que estaba sentado en el sofá esperándolos, les había dicho que no podía dormir
en su habitación y menos ahora que estaba rodeado de chupasangres, así que se
quedó durmiendo en la habitación de mis padres.
Además de todo esto, pude caer en cuenta
que quizás por eso mis padres no vinieron a verme cuando Demetri fue a
visitarme a la habitación, pero Jacob no se había ido con ellos y por su lado
licántropo él también tiene el sentido auditivo muy avanzado, no entendí como
no nos habrá escuchado o ¿quizás si lo haya hecho? O de seguro no se habrá dado
cuenta en esos momentos por el miedo que tenía de estar aquí.
OK! Creo que fue un error haber pensado
en eso, no me percaté que mi papá estaba a lado mío y que yo no tenía el escudo
de mi mamá puesto, ahí me di cuenta que mi padre me estaba leyendo el
pensamiento porque cuando mire a verlo vi su rostro que tenía una expresión
confusa.
-Aro- llamó mi padre al vampiro que
tenía en el rostro dibujada una sonrisa ¿Por qué su expresión? ¿Tenía algo que
ver el en todo esto? Obvio que si, fue él quien mando a Demetri a dejar la
comida a mi pieza.
-En que te puedo ayudar mi querido
Edward- le dijo mientras se acercaba a el en paso vampírico.
-Quiero que me expliques ¿Qué hacia
Demetri en la habitación de mi hija?- dijo furioso alzando un poco el volumen
de su voz.
Cuando mi papá pronunció esto me di
cuenta de las miradas de asombro por parte de mi mamá y de Jacob.
-¿De que estás hablando?- le pregunto mi
mamá a mi papá, alterada y confusa.
El por su parte no le respondió, solo
espero a que Aro contestara se pregunta.
-Le pedí a Demetri que vaya a dejar un pequeño
refrigerio a la habitación de Renesmee- dijo viéndome- solo quise ser cordial
con ella.
De repente el mencionado apareció junto
a Alec, Felix y Jane que al parecer ya habían escuchado todo.
-No es así mi querida Renesmee- me
terminó Aro.
-Si, así es- dije.
-Pero eso que tiene de malo, Acaso
desconfías de mi? Dijo Aro a mi padre.
-Y acaso no tendría razones para
hacerlo?- le pregunto mi papá a Aro con tono serio.
-¿Se la aceptaste?- me pregunto Jacob al
oído.
-Sí, es que tenía hambre asi se la
acepte- le respondí en tono bajo, pero de que valía si igual me iban a
escuchar.
El me miró serio como si lo que hice
estaba mal, bueno por una parte si, pero solo le acepte la comida, ni que por
eso me fuera a pasar algo o ¿si?.
-¿Te gusto lo que te mande?- me preguntó de nuevo Aro, la verdad es que
eso si me había hecho mucho provecho y además el sándwich estaba rico al igual
que el desayuno.
-Sí, el sándwich estuvo rico al igual
que el desayuno- le respondí.
-Me alegro que te haya gustado- me dijo
sonriente.
Me había dado cuenta que todas las
conversaciones que habíamos tenido eran un poquito absurdas o sea primero lo de
mi extraña mirada hacia Demetri y luego esto ¿Qué mas seguía?
-Basta!!- dijo mi mamá, su voz se oyó
por todo el salón, interrumpiedo lo que iba a decir en ese momento Jacob que de
seguro no era nada bonito e iba a empeorar más las cosas.- Edward no es
necesario crear un escándalo ta solo por esto, por lo visto Aro solo quería ser
cortes con la niña- le dijo a mi papá.
-Bella lo estas defendiendo?- le
pregunto él.
-No es así- le respondió ella- Y Aro debiste
primero avisarnos a nosotros, porque si no lo recuerdas nosotros somos sus
padres- dijo esta vez dirigiéndose a Aro.
-Lo sé mi querida Bella, tienes razón,
perdónenme si actué mal, no lo volveré hacer si ustedes no me lo permiten-
termino diciendo.
Después de este pequeño mal entendido
todos continuaron con lo que estaban haciendo, ya rodeada de tanta tensión no
podía más, así que decidí salir pero como justo hoy hacia sol mis padres no iban
a salir conmigo, por suerte estaba Jake.
-Papá quisiera salir a conocer Volterra-
le dije a mi padre.
-Lo siento princesa pero hoy no se
podrá, mira el día como está- me dijo señalando un ventanal que tenía un
pequeño orificio donde se podrá ver un débil rayo de sol.
-Pero podría ir con Jake – le dije
señalándolo, cuando le dije esto a mi papá, se le podía en la cara de Jacob una
expresión de entusiasmo, en un momento llegue a pensar que lo estaría haciendo deshacerse
de el olor desagradable que él sentía.
-Está bien, vayan los dos pero no
regresen tarde- nos dijo a mí y a Jake que ya estaba parado junto a mí.
-Hecho- le dijo Jacob a mi papá mientras
le cogía de sus manos las llaves del auto que mi papá había alquilado.
Nos habían recomendado mucho lugares
turísticos que pedíamos visitar, aparte de Jacob yo me sentí súper feliz y bien
de haber salido de ahí, la verdad es que si hacia sol bien fuerte, era la primera
vez en mi vida que veía un día así.
Jacob estaba conduciendo, habíamos
quedado en ir a la Piazza Dei Priori, decían que era hermosa y mucho mejor en
un día así, nos quedamos viendo el paisaje mientras aun seguíamos en el auto,
vimos que tenía una torre de reloj que se erguía orgullosa, iba en el asiento
del copiloto buscando en la radio una emisora donde haya una música agradable,
al parecer ya habíamos llegado, fue verdad lo que habían dicho, la Piazza Dei
Priori era sin duda hermosa, veía a niños jugando, gente conversando y riendo a
la vez, pajaritos jugando en los arboles que estaban en un parque muy cercano
al lugar donde estábamos, turista tomándose foto junto al reloj. Todo se veía
tan alegre.
Ya habíamos salido del auto, íbamos
caminando hacia la entrada de aquel parque.
-¿Relajado?- le pregunté, matando el
silencio que había entre nosotros.
-Pensé que no ibas a hablar-me dijo-
pero si, no te lo puedo negar, estoy muy feliz de que hayas tenido esta idea de
haber salido del castillo, no soportaba ese olor a putrefacto.
-De seguro ellos tampoco soportaban ese
olor tan fuerte a perfume para hombres que te puso mi tía Rose- le dije, íbamos
hablando mientras caminábamos hacia un banco para sentarnos.
- Esa fue una de las más brillantes
ideas que se le pudo haber ocurrido a la rubia, aun me sorprendo- dijo entre
risas.
-Jake…- le reproché, dándole un pequeño
golpe en el brazo, mientras emitía una pequeña risilla.
-Pero sí, eso también creo yo- me dijo viendo
hacia la pila de agua que estaba en el centro de la enorme plaza.
-Jacob ¿te puedo preguntar algo?- le
dije mirándolo, el correspondió mi mirada y me dijo.
-Si claro pregúntame lo que quieras.
-¿Cómo haces para controlarte frente a
un montón de vampiros cerca?-le pregunté.
-Bueno para mí no están difícil, ya que he
pasado estos años cerca de algunos, claro que no son bastantes como estos,
tampoco se me ha hecho fácil pero lo he podido soportar- me respondió, sabía
que ese “algunos” se refería a mi familia y creo que si a aprendido a soportar
el olor, ya que estar aquí con más de mil vampiros cerca para un lobo de seguro
no a de ser nada fácil.
-¿No te da un poco de miedo? Digo no,
ellos no son tontos y si no sabe que eres un licántropo ten por seguro que
ellos han de saber que también eres humano.
-No les tengo miedo, igual a ellos no
les conviene hacerme algo ¿no crees?- me dijo.
-No me imagino el sacrificio inmenso que
deben de estar haciendo para controlarse- dije irónicamente.
-Ni te imaginas, lo que yo estoy
haciendo para controlarme y no transformarme para sacarles la cabeza- me dijo
sonriendo.
-Ya veo- dije enarcando una ceja.
En ese momento paso un hombre vendiendo
helados y con este calor que hacia debido al sol se me antojo uno.
-¿Quieres un helado?- me pregunto Jake,
que ya se había dado cuenta que quería uno.
-Si- dije como niña pequeña
Fuimos hacia allá a comprarlos, yo pedí
uno de chocolate era mi sabor favorito y Jake pido uno de vainilla, estaban muy
sabrosos.
-Y ¿Por qué estas preguntas Ness?-me
preguntó.
-Bueno, solo era curiosidad- le respondí.
-¿Solo eso?- dijo deteniéndose,
terminando la ligera caminata que estábamos haciendo.
Jake me conocía perfectamente y sabia
que no era solo curiosidad y una de las cosas que había sacado de mi mamá es
que yo tampoco sabía mentir, le tuve que contar todo lo que pensaba.
-Bueno es que….- dije volteándome hacia
atrás, no sabía que decirle.
-Es que qué? dímelo- me dijo tocándome
el hombro derecho.
En ese momento desee utilizar mi don
pero sabía que estábamos en público y no podía, así que no me toco nada más que
hablar.
-Se que lo haces por mi y te lo
agradezco pero es tan grande el sacrificio que estás haciendo por mí que no sé
si me lo merezca- le dije mientras me giraba de nuevo para verlo.
-Sabes que te quiero y estoy haciendo
esto, pues por lo mismo, escucha sigo sin estar de acuerdo con todo esto pero
ya sabes cómo es Carlisle siempre teniendo la razón en algo y pensándolo así es
por una parte entendible y bueno no te iba a dejar en esto sola, tu sabes que
siempre te acompañare y te apoyare en todo lo que hagas- me dijo.
-Nunca me imagine que fueras capaz de
meterte en todo esto por mi-le dije viéndolo.
-Haría esto y mucho más con tal de verte
feliz y bien- me dije con una sonrisa.
-Te quiero- le dije, en realidad a mi
rara vez y difícilmente se me escapaban estas palabras es que no me gustaba
mucho pronunciarlas porque sabía que el amor y el cariño se lo demostraba, mas no solo con
palabras, o bueno eso lo había leído en un libro que mi papa me había regalado,
en lo cual sabía que tenía razón, además mi forma de afecto hacia alguien que
quiero no necesitaba estas palabras, era muy diferente a los demás, y aparte de
esto odiaba u poco la cursilería.
-Yo, también te quiero- me dijo él,
sonriendo de oreja a oreja, de pronto me elevo por el aire dándome vueltas, me hacía
sentir tan feliz su compañía, como él no había nadie más, lo quería muchísimo.
Nos divertimos mucho en la plaza tanto
que ni nos fijamos en el tiempo porque cuando vimos ya estaba anocheciendo así
que decidimos irnos, mientras lo hacíamos me preguntaba si algún día pudiera
venir de nuevo aquí.
Cuando llegamos al castillo nos
dirigimos al gran salón solo que esta vez sin compañía ya que Jacob y yo ya
sabíamos el recorrido desde la puerta principal hasta aquí, antes de entrar nos
encontramos con Jane.
-Entren, los están esperando- nos dijo.
Y así lo hicimos, nos dimos cuenta de
que todos estaban reunidos, había
entrado con Jacob de la mano, Todos nos recibieron con una gran sonrisa.
Nosotros rápidamente nos acercamos donde
mis padres que estaban esperándonos.
-¿Qué sucede?- preguntó Jake.
-Nada, solo que Aro quiere decir algo y
era importante la presencia de ustedes.
-Mis queridos Cullen, he reunido aquí a
todos porque en nombre de todo mi aquelarre les queremos dar las gracias por
venir y traer a la pequeña Renesmee, solo esperamos que se sienta cómoda y en
señal de agradecimiento hemos querido darles a ustedes este humilde obsequio-
dijo Aro, hablan en voz alta para que todos escuchen aunque no era necesario.
-Jane- llamó a la misma que tenía en sus
manos un charol con cuatro cajitas pequeñas.
Ella solo asintió y se dirigió hacia
nosotros para entregárnoslas, se veían tan bonitas eran de color negro, nos las
entrego a los cuatro que no quedo de otra que aceptarlas.
Al abrir mi cajita vi que tenía adentro
una cadenita que tenía como dije una hermosa piedra brillante, se veía que era
un diamante una piedra muy valiosa de seguro y según Aro era un “humilde
obsequio” pues de eso no tenía nada, a todos nos dieron lo mismo solo que las
de papá y Jacob eran gruesas ya que eran para hombres, la piedra de los dijes
eran de colores diferentes: la mía era negra, la de mamá era azul, la de papá
era verde y la de Jake roja.
-Espero y les guste- dijo de repente
Cayo.
-Esta linda- dije viéndola y con una
sonrisa.
Después de esto, todos volvieron a lo
que estaban haciendo, por parte nuestra nos dirigimos hacia la habitación de
mis padres, donde le contamos lo que habíamos hecho hoy en la plaza Jake y yo.
-Nos divertimos muchísimo-termine de
decir yo, que estaba sentada junto a mi mamá en el sofá.
-Que bueno, mi princesa espero y así te
diviertas los próximos cinco días que vamos a estar aquí- me dijo mi papá
tratándome de hacer cosquillas.
-Hoy es el día en el que más te hemos
oído hablar-dijo mi mamá.
-Sí, es que he decidido dejar descansar
un poco mi don- dije.
-Y eso a que se debe?- me pregunto mi
papá de nuevo.
-A que tengo voz- dije encogiéndome de
hombros.
Todos nos empezamos a reír, me quedé con
mis padres hasta que comencé a bostezar y es que ahora si ya tenía sueño, así
que me fui a dormir claro no sin antes dejar que me den mis buenas noches
aunque eso para mí poco a poco lo iba viendo como algo infantil pero aun me
seguía gustando.
Antes de acostarme hice la misma rutina
que había hecho ayer, solo que esta vez si dormí y lo hice más rápido de lo que
pude.
<<Estábamos mi familia, el
aquelarre de Denali, los lobos y yo a unos metros de distancia, a un costado de
nosotros estaban los Vulturis, frente a nosotros estaban tres seres que al
parecer eran vampiros en el frente estaba una mujer junto a dos hombres que
estaban a cada lado de ella, vestían con capuchas al igual que los Vulturis
solo que estas eran de color rojo vino, atrás de ellos había u ejercito de
vampiros, se podría decir que eran de igual o de mayor cantidad que la guardia,
pero lo que más me llamo la atención es que la que faltaba entre nosotros era
mi tía Alice, al parecer no se encontraba ahí, de pronto todo se pudo borroso
paso como un rayo que desfiguró la escena, ahora me encontraba viendo a mi lobo
rojizo, quien mientras trataba de sacarle la cabeza a unos de esos vampiros me
miraba con dolor, me fije que tenía mi mano agarrada a la alguien pero no sé quién
era, por lo visto había comenzado una batalla por que veía a todos peleando
contra esos tres vampiros y su ejército>>
¿Pero qué pasaba aquí? ¿Quiénes eran
ellos? ¿Por qué peleábamos? ¿Por qué Jacob me miraba así? Y mi tía Alice ¿Dónde
estaba ella? Y sobretodo ¿De quién yo estaba cogida de la mano?
Esas eran las preguntas que me hacia
después de despertar y sentarme de golpe en la cama, sin duda todo había sido
solo un sueño.
Un sueño que me tuvo pensando todos
estos cinco días, mañana al fin regresaríamos a casa, estos días la había
pasado un poco divertido, aunque no me lo crean me había hecho amiga bueno en
realidad no tan amiga, digamos algo así como “conocida” de Alec, Demetri, y
algo de Jane, es decir que nos hablábamos y por ahí se nos escapaba una que
otra risita de vez en cuando, esto solo lo hacía con Demetri y Alec cuando
estaban de buen humor y no parecían momias, pero con Jane era distinto tenía
que hacer mucho esfuerzo para sacarle siquiera un ‘hola’ de su boca, porque ni
que hablar de una sonrisa hacer eso es como ganarse un Oscar o sea difícil pero no imposible, sabía que aun no tenía la
confianza necesaria de yo hacia ellos ni de ellos hacia mí, claro que esto lo hacía
cuando mis padres salían a cazar pero eso sí, Jake estaba a lado mío todo el
tiempo, tanto así que hasta a llegado a cruzarse unas cuantas palabras con
ellos, pero cada vez que mis padres se enteraban a Jacob y a mí no nos iba nada
bien, nos decían que no era nada bueno que nos juntáramos con ellos, eso iba más
para mí porque Jake si por él fuera hace
mucho ya les hubiera sacado la cabeza, el estaba con ellos solo por mi y
nuevamente era por mi………
Estaba ya recogiendo mis cosas y
metiéndolas en la maleta tan grade que mi tía Alice me había mandado era impresionante ver la
cantidad de ropa que me había sobrado pareciera como si hubiera creído que nos
íbamos a que dar por más de un mes , era de noche al parecer había luna llena,
se veía tan hermosa, me había dispuesto a terminar de arreglar mi maleta y
después dirigirme a la cama para dormir, así que termine de guardar lo último
que me faltaba cerré y la arrime junto a la puerta del baño.
Ya estaba lista para dormir, me dispuse
para ir a la cama y cerrar los ojos hasta mañana.
Todo estaba listo para irnos, bajé al
salón donde ya estaban mis padres despidiéndose de Aro, Cayo y Marcus (lo
hacían solo por educación) a que y Jake por un lado esperando a que viniera
rápido, me limite solo a dedicarles una sonrisa no quería llegar a mas.
Estábamos por salir cuando me acordé que
había dejado mis muñequitos de madera en la habitación, no quería dejarlos
significaban mucho para, mi.
-Papá tenemos tiempo?- le pregunté.
-si ¿Por qué cariño?- me dijo
agachándose para cogerme la barbilla.
-Es que me estaba olvidando de mis
muñequitos de madera ¿puedo ir a verlos?- le dije tiernamente solo para que me
diera permiso.
-de acuerdo anda pero no demores- me
dijo sonriendo.
Yo le di un beso en la mejilla y fui
corriendo a verlo.
Cuando llegue a la habitación que había
sido mía durante una semana mire inmediatamente el lugar donde las había dejado
pero vi que ya no estaban, de seguro los abre guardado solo que no me he de
haber dado cuento, estaba por salir de ahí cuando de repente alguien se
atravesó en mi camino.
-Buscabas esto?- me pregunto Demetri.
-Sí, me los das por favor?-le dije
extendiendo mi mano amablemente.
-Claro, toma aquí los tienes- me dijo
mientras los ponía en mi mano- pasaba por aquí y me di cuenta que ya te habías
ido pero también los vi pese que te habías olvidado de ellos, de hecho me
disponía a ir por ti para dártelos pero luego me dijeron que habías regresado
aquí para cogerlos.
-Gracias- le dije.
-Buen viaje- me dijo el asintiendo a mi
agradecimiento.
Desde el primer momento en que lo vi
jugando con ellos, me di cuenta que les gustaron, así que decidí darle uno, todo
con tal de ver feliz a una persona, eso me gustaba.
-Demetri- lo llamé, el se viro a verme
mientras estaba yendo hacia la puerta-toma- extendí nuevamente mi mano hacia él
con uno de los muñecos.
-No te preocupes en darme uno, son
tuyos- me dijo.
-Anda acéptalo, se que este es el que más
te gusta y quiero que lo tengas- le dije sonriéndole aun con el brazo
extendido.
-lo dices enserio?- me dijo el
frunciendo el ceño confuso.
-Si claro, tómalo- mientras decía esto
le iba poniendo el muñeco en la mano.
-Gracias- dijo dudosamente y algo difícil,
al parecer era de mucha dificultad que un Vulturi te agradezca y mas con buena
intención pero yo lo había conseguido.
-Solo te pido que lo cuides ¿sí?- le
dije.
-Así lo hare- dijo asintiendo-¿alguna
vez te han dicho que eres una persona muy buena?- en realidad en vez de
decírmelo siempre me daban besos y abrazos en demostración a eso-cuando seas
grande has de ser mejor- me termino diciendo.
Yo solo sonreí y ahora yo fui la que
termine agradeciéndole por lo dicho, después de esto metí los muñecos restantes
a mi bolso que tenia atravesado de mi hombro derecho hacia el lado izquierdo de
mi cintura.
Saliendo de la habitación me dispuse ya
a ir con mis padres y Jacob que estaban aun esperándome, caminaba por uno de
los pasillos que conducían hacia el ascensor que me llevaba hacia la puerta
principal, me preguntaba como personas que aun creían que estaban en la época
pasado podrían tener ascensor parece que hasta ahora es lo único que habían
descubierto del mundo exterior, escuché que alguien me llamaba, gire para ver quién
era.
-Me entere de que fuiste a ver unos
muñecos de madera que se te iban quedando ¿Ya los tienes?-me dijo Aro mientras
se acercaba a mí.
-Sí, ya los encontré gracias por
preocuparte- le dije amablemente- A y también te doy las gracias por la
estadía, a sido muy agradable.
-No hay por qué agradecer- dijo
sonriéndome y cogiéndome una de mis mejillas- ese siempre será tu habitación
cuando vengas, aquí te recibiremos con las puertas abiertas porque vendrás
¿verdad?.
-Si claro, vendré cuando haya otra
oportunidad- dije mientras me volteaba para emprender de nuevo mi camino.
-Espera- me detuvo cogiéndome del brazo-
no dejare que te vayas sin antes decirte algo- esto ya se estaba poniendo raro
y un poco incomodo.
-No será mucho el tiempo que te quitaré-
dijo mientras me soltaba el brazo y dirigía su mirada al piso-cuando me
mostraste todo por medio de tu don, me abriste tus pensamientos y sentimientos
pude darme cuenta que eran de los más puros que yo haya visto, solo quiero
decirte que te cogí afecto desde ese momento tu dulzura, tu belleza, tu buen
corazón, tu inocencia, fueron lo que más me cautivo de ti, quiero que me tomes
como un amigo, también quiero decirte que cuentas con mi total apoyo en todo.
Yo no como reaccionar, estaba en shock
¿será verdad todo lo que Aro me estaba diciendo?, no podía confiar en él, pero
cuando lo mire algo en su mirada era ¿sincera?.
-Aro no sé qué decirte la verdad, tu y
yo no hemos casi cruzado palabra y no sé si deba confiar en ti- le dije.
-Me tienes miedo?- me dijo cogiendo mis
manos.
-no, no solo es que no confío en ti-
quise sonar de lo más amablemente posible pero no sé si lo logré.
-La confianza es algo que se va ganando
poco a poco-fue muy exacto al decir esto-Pero sé que me la ganaré, ahora ya te
tienes que ir tus padres ya han de estar desesperados porque tu aun no
apareces, pero antes de que te vayas ¿te puedo dar un abrazo?- ¿Un abrazo?
Acaso ¿era verdad lo que mis oídos estaban escuchando?, no podía creérmelo
¿tanto era el cariño que Aro me había cogido?, me quede inmóvil solo deje que
lo hiciera y así lo hizo me estrecho entre sus fríos brazos por unos segundos,
espero que este abrazo haya sido de los más sincero que Aro haya dado o bueno
de seguro a de ser el único.
-Espero verte pronto- me dijo mientras
se apartaba de mi.
No le respondí nada, solo baje mi mirada
y me fui.
-¿Por qué te tardaste tanto?- me dijo mi
mamá.
-Estaba buscándolos, no sabía donde los
había dejado pero ya los encontré- dije señalando mi bolso.
-Bien. Pues vámonos ya no aguanto estar
ni un minuto más aquí- dijo Jake mientras se metía al auto.
Había optado por no decirles nada de lo
que me había pasado por qué conociendo a mi mamá se hubiera preocupado por algo
que por parte no valía la pena, pero seguro mi papá ya lo había visto todo en
mi mente, no me percate en ocultárselos algo me decía que era bueno que lo
supiera, ya mas luego hablaríamos pero ahora solo tenía cabeza para pensar en
lo que me había sucedido con Aro.
Aun seguía en estado de shock, no me lo
podía creer, había hecho que un Vulturi y más aun Aro me diera un abrazo ¿Sera
que en serio le caí bien? Esto sí que es increíble, a diferencia de ellos yo si
puedo dar oportunidades así que… ¿Por qué no darle una? Digo no es que se la
merezca, pero es alguien que recién conozco y quiero ver hasta donde pueda
llegar Aro con todo esto y si el cariño hacia mí era muy fuerte, y si era
verdad todo esto que me dijo lo trataría como un amigo mas , de eso estaba
segura, pero para eso pasaría un buen tiempo y con mi cabezota solo espero
recordarlo, pero ¿cómo no iba hacerlo? Esto nunca se me olvidaría.
-Tierra llamando a Nessie- dijo Jacob
moviendo su mano de arriba abajo en frente de mí-¿En qué piensas? – me
preguntó.
-En nada importante- solo estaba
recordando lo que había pasado en esta semana- dije viéndolo, me pude dar
cuenta de cómo mi papá al decir esto me miro por el retrovisor yo solo cruce mi
mirada con la suyo por un instante.
-Y espero que lo recuerdes bien, porque
a este lugar no vendrás nunca mas ¿cierto?- dijo mirando a mis padres que iban
adelante-
Lo veremos- le dijo mi mamá mientras se
bajaban del auto, ya habíamos llegado al aeropuerto.
Había pasado todo el largo viaje hasta
llegar al aeropuerto pensando en eso de seguro Aro no ha de ser exactamente
como todos lo pintan, alguna vez en su larga vida el fue humano y tuvo un
corazón y sentimientos.
-Renesmee bájate ya del auto, tu papá ya
lo tiene que entregar- me dijo mi mamá sacándome de mis pensamientos.
No me había dado cuenta que ya todos se
habían bajado del auto y la única que aun seguía ahí era yo.
Abrí la puerta del auto y me baje, ya
estaba el chofer que se iba a llevar el auto a la agencia, le di paso él me
hizo una reverencia y se fue.
-¿Te pasa algo?- me dijo Jacob, mientras
se abrochaba el cinturón, estábamos en el avión a punto de despegar, se había sentado
alado mío porque mi mamá y mi papá estaban en el asiento de adelante.
-No, no me pasa nada- me sobresalté
cuando escuche su voz, me había a asustado pero al final le conteste negando
con la cabeza.
-Como que no?- me dijo mirándome-Haber
entonces repíteme lo último que te dije- la verdad no sabía que decirle, estaba
totalmente distraída que ni siquiera me fije que me estaba hablando, lo último
que le oí decir era.
-Que… tal vez lleguemos el día de
mañana, que es hoy- le dije dudosamente, sabía que esa no era la respuesta
correcta ya que eso me lo había dicho hace rato.
Jacob me iba a decir algo pero en ese
momento sonaron los altavoces del avión que nos indicaban que ya iba a iniciar
el despegue.
Cuando el despegue estaba empezando mi
mano automáticamente cogió la de Jake, mis dedos se entrelazaron fuertemente
con los de él, no es que me den miedo los aviones solo que con toda esa
velocidad y el temblor que ocasionaban al ascender al cielo me ponía un poco
nerviosa.
Estábamos a medio viaje, abrí la ventana
del avión para ver y me fije que ya era de noche pues estaba el cielo estaba
oscuro, en ese momento se apagaron las luces del pasillo del avión y solo
quedaron encendidas las pequeñas luces de color que estaban en el suelo para
señalar las salidas de emergencias.
-¿Aun despierta?- una voz ronca me
susurro al oído.
-Si, por tener la ventana cerrada no me
di cuenta que ya era de noche- le respondí viendo hacia la dichosa ventana, el
chisteó al escucharme curvando su labio hacia arriba.
-Ya duérmete ¿quieres?- me dijo, yo solo asentí
y alce el brazo central que
estaba entre nosotros que separaba
nuestros asientos, al mismo tiempo el alzo su brazo para que yo me acurrucase
junto a él, me eche puse de lado y me acomodé en su costado gustosamente, él
empujo el respaldo de su asiento hacia atrás y yo hice lo mismo para estar mas
cómoda, me sentía tan complacida sintiendo su calor, me quede dormida
plácidamente en su gran torso.