"Cuando el amor esta oculto y hay que encontrarlo".

martes, 5 de marzo de 2013

Capítulo 7: De visita por Volterra (2 de 2)


Punto de Vista: Renesmee

 

Me quedé paralizada al verlo a demás de la sorpresa que me lleve, me di cuenta que me vista no se había equivocado, se veía tan guapo.

-¿Estás bien?- me preguntó, yo no le respondí, seguía paralizada aun viéndolo, sus ojos rojos se veían tan lindos, sentí como si hubiera perdido en su mirada.

-Sí, si claro- dije bajándome de mi nube, el sonrió y extendió su mano mostrándome una bandeja que tenía en ella una lata de soda y un sándwich, dudé en aceptarlo.

-Aro me ordenó que te trajera esto, el dice que la última vez que comiste fue el desayuno y cree que deberías alimentarte de nuevo con esto- me dijo, yo no sabía si comérmelo ya que pensaba que él podría haber puesto algo ahí ¿Quién sabe no? Además como había dicho, el aun seguía siendo un desconocido para mí, no tenía confianza en él-Tranquila, pruébala te aseguro que no tiene nada-me volvió a decir amablemente con una sonrisa.

Ya no podía más, si era cierto que yo no me llevaba bien con la comida humana a veces sentía que la necesitaba, y tenía mucha hambre así que no lo pensé ni dos veces y se la acepte.

-Gracias-dije tímidamente, el de nuevo sonrió, en realidad yo no sabía que tenía este vampiro pero en su mirada se veía que detrás de esa seriedad con la que se manejaba, había algo de divertido y bueno en el, sentía que nos íbamos a llevar bien.

-Esa es la única palabra que te he oído pronunciar-me dijo mientras entraba a la habitación.

-Bueno, la verdad que esto de hablar no se me pega aun ya que para que hablar si puedo utilizar mi don para eso ¿no? esa es la única palabra que he podido decir y además yo no hablo con desconocidos-dije mientras me giraba para verlo, estaba entretenido con unos muñequitos de madera que servían de adorno para el ropero que estaba abajo de la gran pantalla gigante que había en el cuarto, yo los había puesto ahí porque me pareció que con estos aclararía un poco el área ya que la madera era clara.

-Parece que  te encanta la colección-me dijo mientras cogía uno de ellos.

-No, en realidad me los dio mi Tía Rosalie en un cumpleaños-le dije.

-Están bonitos- me dijo.

-Demetri ¿no?- dije caminando hacia el pie de la cama donde él se había sentado.

-Sí pero aun no nos hemos presentado ¿Cómo sabes mi nombre?-me dijo intrigado, desviando su vista de los muñecos hacia mí.

-Le oí decir a Marcus cuando te llamaba-le respondí, el volvió a ver los muñecos

-Y tú debes de ser Renesmee ¿no verdad?- me dijo volviéndome a ver y extendiéndome la mano como en signo de saludo.

-La misma- le dije apretándole la mano y emitiéndole una sonrisa, su mano era helada y fuerte como la mano de todo vampiro-Y parece que nos vamos a llevar muy bien- terminé diciéndole mientras lo miraba.

-Claro, solo si tú lo quieres- me dijo sonriéndome, el carácter de este chico me parecía muy divertido y me estaba empezando a caer bien, el no era tan malo como todos decían.

-Bueno entonces así será-le dije.

-OK! Ahora me tengo que ir, ya deberías de irte a dormir-me dijo mientras se paraba de la cama i se dirigía a la puerta- a por cierto ahí te dejo tu comida espero y te aproveche- me dijo volteándose a verme, yo solo le sonreí en forma de asentir el entendió mi sonrisa y se fue.

Lo primero que hice cuando me quedé sola fue ir a donde había dejado la bandeja y comenzar a comer.

Después de esto me fui a bañar ya que hacía calor y estaba comenzando a  transpirar, al parecer habíamos llegado en pleno verano y eso me decía que no íbamos a salir para nada de aquí.

Estaba pensando en todo lo que había pasado hasta llagar acá, la ducha había sido relajadora había puesto una ducha con hidromasaje lo cual era una de las razones por las que ya me estaba sintiendo como en casa ya que había una como esta allá, después de salir me puse un camisón y me metí a la cama, estaba intentando coger el sueño, continué escuchando música en el i-pod.

No pude pegar un ojo en toda la noche porque aunque me sentía cómoda aquí, había algo que aun no me convencía ni me daba confianza y ese era Aro algo raro había en su mirada y no solo en la de el sino también en la mirada de los otros dos vampiros, me daban mala espina.

Pero el otro motivo de mi mala noche fue pensar en Demetri, parece que eso fue el tema central en mis pensamientos, aunque quería sacármelo de la cabeza me resultó imposible hacerlo.

Había muchas pregunta en estos momentos rondándome en mi cabeza y una de ellas eran ¿Mis padres y Jacob habrá oído la conversación entre Demetri y yo? ¿Por qué no hicieron nada para evitar que Demetri entrara a la habitación?

Claro que encontré las respuestas cuando me dirigí al salón, habían mandado a llamarme con una tal Heidi, ella sí que no me agrado, parecía esas mujeres que creen tener un cuerpo perfecto, movía la cadera de un lado para el otro, caminaba como una modelo solo que un poco exagerado, baje con ella, desde que había venido solo había recorrido el camino del salón hasta mi habitación una solo vez y con lo grande que era este castillo, tenía miedo perderme.

Al llegar al salón me di cuenta que mis padres estaba hablando con Aro y Cayo, Marcus solo estaba sentado en su silla y por la cara que tenía se veía un aburrimiento terrible pareciera como que ese vampiro le haya pasado algo o no hubiera tenido vida humana quien sabe……..

Por otra parte Jacob estaba sentado desayunando, desde que habíamos llegado me había dado cuenta que para él no era nada fácil estar aquí pero sabía que se estaba haciendo esto por mí, para protegerme, por eso y por mil cosas más lo quería tanto, más que quererlo lo adoraba, estaba agradecida por tenerlo junto a mi lado, me sentía afortunada.

Cuando llegue todos me miraron, me sentí un poco intimidada, había llamado la atención de más de mil vampiros que se hallaban ahí, eso duró unos cuantos segundos por que después todo el mundo desvió su mirada a otro lado y siguieron con lo que estaban haciendo, hicieron como que si nada hubiera pasado, que raros eran.

Me acerqué a donde mis padres quienes estaban aun con Aro.

-Buenos días Renesmee- me saludo Aro con una sonrisa.

-Buenos días- le devolví el saludo también con una sonrisa.

-Anda a donde Jake ahí está tu desayuno- me dijo mi mamá.

-Sí, allá voy- le dije.

Me acerqué a la gran mesa, a donde aún seguía Jacob comiendo, habían servido un gran banquete para nosotros dos, pero sabía que el que se iba a terminar comiendo la mayoría era Jake.

-Dormiste bien anoche?- me preguntó.

-Te parece- le dije mirándolo era para que se diera cuenta de las ojeras que me habían aparecido, que por más que intenté cubrirlas echándome casi todo mi polvo compacto en ellas, pero no resultó porque aun se veían, lo que si logré fue verme pálida así como los que estaban aquí, excepto Jacob ¿Tal vez por eso me quedaron mirando?

-Te entiendo- me dijo él, mientras comía un buen pedazo sándwich.

-Parece que aquí no cocinan mal- dije mientras me servía un jugo de naranja  y uno que otro huevo frito que había por ahí- Digo para que Jacob Black este comiendo satisfechamente en un lugar como este- terminé diciéndole.

-Lo estoy haciendo porque te estaba esperando- me dijo él.

-Sí, claro – dije sarcástica.

-Bueno ya, no te voy a negar que la comida esta buena- me dijo- al parecer estos chupasangres tienen un buen cocinero que de seguro a de ser igual que ellos- dijo.

-Sabia- le dije mientras me llevaba un pedazo de huevo a la boca, Jacob no se equivocaba al decir esto, tenía que reconocerlo la comida estaba riquísima.

-Y como así estás hablando hoy?- me pregunto de pronto.

-Y no me dijiste que solo me oyes cuando discutimos, bueno quise darte la oportunidad de que me escuches hablar pero esta vez no será para pelearnos- le dije.

-O sea que has decidido hablar- me pregunto, eso sonó como una suposición.

-Sí, se podría decir que si- dije doblando la cabeza de un lado a otro en señal que por una por una parte su suposición era cierta.

-Qué bien! Entonces desde hoy conoceré esa preciosa voz que tienes- me dijo mientras me sonreía.

-Si- dije correspondiendo su sonrisa.

Después de comer quería morir de la risa, mis padres me contaron que ellos anoche se habían ido de cazar y que cuando regresaron lo primero que vieron al entrar a su habitación fue a Jake que estaba sentado en el sofá esperándolos, les había dicho que no podía dormir en su habitación y menos ahora que estaba rodeado de chupasangres, así que se quedó durmiendo en la habitación de mis padres.

Además de todo esto, pude caer en cuenta que quizás por eso mis padres no vinieron a verme cuando Demetri fue a visitarme a la habitación, pero Jacob no se había ido con ellos y por su lado licántropo él también tiene el sentido auditivo muy avanzado, no entendí como no nos habrá escuchado o ¿quizás si lo haya hecho? O de seguro no se habrá dado cuenta en esos momentos por el miedo que tenía de estar aquí.

OK! Creo que fue un error haber pensado en eso, no me percaté que mi papá estaba a lado mío y que yo no tenía el escudo de mi mamá puesto, ahí me di cuenta que mi padre me estaba leyendo el pensamiento porque cuando mire a verlo vi su rostro que tenía una expresión confusa.

-Aro- llamó mi padre al vampiro que tenía en el rostro dibujada una sonrisa ¿Por qué su expresión? ¿Tenía algo que ver el en todo esto? Obvio que si, fue él quien mando a Demetri a dejar la comida a mi pieza.

-En que te puedo ayudar mi querido Edward- le dijo mientras se acercaba a el en paso vampírico.

-Quiero que me expliques ¿Qué hacia Demetri en la habitación de mi hija?- dijo furioso alzando un poco el volumen de su voz.

Cuando mi papá pronunció esto me di cuenta de las miradas de asombro por parte de mi mamá y de Jacob.

-¿De que estás hablando?- le pregunto mi mamá a mi papá, alterada y confusa.

El por su parte no le respondió, solo espero a que Aro contestara se pregunta.

-Le pedí a Demetri que vaya a dejar un pequeño refrigerio a la habitación de Renesmee- dijo viéndome- solo quise ser cordial con ella.

De repente el mencionado apareció junto a Alec, Felix y Jane que al parecer ya habían escuchado todo.

-No es así mi querida Renesmee- me terminó Aro.

-Si, así es- dije.

-Pero eso que tiene de malo, Acaso desconfías de mi?  Dijo Aro a mi padre.

-Y acaso no tendría razones para hacerlo?- le pregunto mi papá a Aro con tono serio.

-¿Se la aceptaste?- me pregunto Jacob al oído.

-Sí, es que tenía hambre asi se la acepte- le respondí en tono bajo, pero de que valía si igual me iban a escuchar.

El me miró serio como si lo que hice estaba mal, bueno por una parte si, pero solo le acepte la comida, ni que por eso me fuera a pasar algo o ¿si?.

-¿Te gusto lo que te mande?-  me preguntó de nuevo Aro, la verdad es que eso si me había hecho mucho provecho y además el sándwich estaba rico al igual que el desayuno.

-Sí, el sándwich estuvo rico al igual que el desayuno- le respondí.

-Me alegro que te haya gustado- me dijo sonriente.

Me había dado cuenta que todas las conversaciones que habíamos tenido eran un poquito absurdas o sea primero lo de mi extraña mirada hacia Demetri y luego esto ¿Qué mas seguía?

-Basta!!- dijo mi mamá, su voz se oyó por todo el salón, interrumpiedo lo que iba a decir en ese momento Jacob que de seguro no era nada bonito e iba a empeorar más las cosas.- Edward no es necesario crear un escándalo ta solo por esto, por lo visto Aro solo quería ser cortes con la niña- le dijo a mi papá.

-Bella lo estas defendiendo?- le pregunto él.

-No es así- le respondió ella- Y Aro debiste primero avisarnos a nosotros, porque si no lo recuerdas nosotros somos sus padres- dijo esta vez dirigiéndose a Aro.

-Lo sé mi querida Bella, tienes razón, perdónenme si actué mal, no lo volveré hacer si ustedes no me lo permiten- termino diciendo.

Después de este pequeño mal entendido todos continuaron con lo que estaban haciendo, ya rodeada de tanta tensión no podía más, así que decidí salir pero como justo hoy hacia sol mis padres no iban a salir conmigo, por suerte estaba Jake.

-Papá quisiera salir a conocer Volterra- le dije a mi padre.

-Lo siento princesa pero hoy no se podrá, mira el día como está- me dijo señalando un ventanal que tenía un pequeño orificio donde se podrá ver un débil rayo de sol.

-Pero podría ir con Jake – le dije señalándolo, cuando le dije esto a mi papá, se le podía en la cara de Jacob una expresión de entusiasmo, en un momento llegue a pensar que lo estaría haciendo deshacerse de el olor desagradable que él sentía.

-Está bien, vayan los dos pero no regresen tarde- nos dijo a mí y a Jake que ya estaba parado junto a mí.

-Hecho- le dijo Jacob a mi papá mientras le cogía de sus manos las llaves del auto que mi papá había alquilado.

Nos habían recomendado mucho lugares turísticos que pedíamos visitar, aparte de Jacob yo me sentí súper feliz y bien de haber salido de ahí, la verdad es que si hacia sol bien fuerte, era la primera vez en mi vida que veía un día así.

Jacob estaba conduciendo, habíamos quedado en ir a la Piazza Dei Priori, decían que era hermosa y mucho mejor en un día así, nos quedamos viendo el paisaje mientras aun seguíamos en el auto, vimos que tenía una torre de reloj que se erguía orgullosa, iba en el asiento del copiloto buscando en la radio una emisora donde haya una música agradable, al parecer ya habíamos llegado, fue verdad lo que habían dicho, la Piazza Dei Priori era sin duda hermosa, veía a niños jugando, gente conversando y riendo a la vez, pajaritos jugando en los arboles que estaban en un parque muy cercano al lugar donde estábamos, turista tomándose foto junto al reloj. Todo se veía tan alegre.

Ya habíamos salido del auto, íbamos caminando hacia la entrada de aquel parque.

-¿Relajado?- le pregunté, matando el silencio que había entre nosotros.

-Pensé que no ibas a hablar-me dijo- pero si, no te lo puedo negar, estoy muy feliz de que hayas tenido esta idea de haber salido del castillo, no soportaba ese olor a putrefacto.

-De seguro ellos tampoco soportaban ese olor tan fuerte a perfume para hombres que te puso mi tía Rose- le dije, íbamos hablando mientras caminábamos hacia un banco para sentarnos.

- Esa fue una de las más brillantes ideas que se le pudo haber ocurrido a la rubia, aun me sorprendo- dijo entre risas.

-Jake…- le reproché, dándole un pequeño golpe en el brazo, mientras emitía una pequeña risilla.

-Pero sí, eso también creo yo- me dijo viendo hacia la pila de agua que estaba en el centro de la enorme plaza.

-Jacob ¿te puedo preguntar algo?- le dije mirándolo, el correspondió mi mirada y me dijo.

-Si claro pregúntame lo que quieras.

-¿Cómo haces para controlarte frente a un montón de vampiros cerca?-le pregunté.

-Bueno para mí no están difícil, ya que he pasado estos años cerca de algunos, claro que no son bastantes como estos, tampoco se me ha hecho fácil pero lo he podido soportar- me respondió, sabía que ese “algunos” se refería a mi familia y creo que si a aprendido a soportar el olor, ya que estar aquí con más de mil vampiros cerca para un lobo de seguro no a de ser nada fácil.

-¿No te da un poco de miedo? Digo no, ellos no son tontos y si no sabe que eres un licántropo ten por seguro que ellos han de saber que también eres humano.

-No les tengo miedo, igual a ellos no les conviene hacerme algo ¿no crees?- me dijo.

-No me imagino el sacrificio inmenso que deben de estar haciendo para controlarse- dije irónicamente.

-Ni te imaginas, lo que yo estoy haciendo para controlarme y no transformarme para sacarles la cabeza- me dijo sonriendo.

-Ya veo- dije enarcando una ceja.

En ese momento paso un hombre vendiendo helados y con este calor que hacia debido al sol se me antojo uno.

-¿Quieres un helado?- me pregunto Jake, que ya se había dado cuenta que quería uno.

-Si- dije como niña pequeña

Fuimos hacia allá a comprarlos, yo pedí uno de chocolate era mi sabor favorito y Jake pido uno de vainilla, estaban muy sabrosos.

-Y ¿Por qué estas preguntas Ness?-me preguntó.

-Bueno, solo era curiosidad- le respondí.

-¿Solo eso?- dijo deteniéndose, terminando la ligera caminata que estábamos haciendo.

Jake me conocía perfectamente y sabia que no era solo curiosidad y una de las cosas que había sacado de mi mamá es que yo tampoco sabía mentir, le tuve que contar todo lo que pensaba.

-Bueno es que….- dije volteándome hacia atrás, no sabía que decirle.

-Es que qué? dímelo- me dijo tocándome el hombro derecho.

En ese momento desee utilizar mi don pero sabía que estábamos en público y no podía, así que no me toco nada más que hablar.

-Se que lo haces por mi y te lo agradezco pero es tan grande el sacrificio que estás haciendo por mí que no sé si me lo merezca- le dije mientras me giraba de nuevo para verlo.

-Sabes que te quiero y estoy haciendo esto, pues por lo mismo, escucha sigo sin estar de acuerdo con todo esto pero ya sabes cómo es Carlisle siempre teniendo la razón en algo y pensándolo así es por una parte entendible y bueno no te iba a dejar en esto sola, tu sabes que siempre te acompañare y te apoyare en todo lo que hagas- me dijo.

-Nunca me imagine que fueras capaz de meterte en todo esto por mi-le dije viéndolo.

-Haría esto y mucho más con tal de verte feliz y bien- me dije con una sonrisa.

-Te quiero- le dije, en realidad a mi rara vez y difícilmente se me escapaban estas palabras es que no me gustaba mucho pronunciarlas porque sabía que el amor  y el cariño se lo demostraba, mas no solo con palabras, o bueno eso lo había leído en un libro que mi papa me había regalado, en lo cual sabía que tenía razón, además mi forma de afecto hacia alguien que quiero no necesitaba estas palabras, era muy diferente a los demás, y aparte de esto odiaba u poco la cursilería.

-Yo, también te quiero- me dijo él, sonriendo de oreja a oreja, de pronto me elevo por el aire dándome vueltas, me hacía sentir tan feliz su compañía, como él no había nadie más, lo quería muchísimo.

Nos divertimos mucho en la plaza tanto que ni nos fijamos en el tiempo porque cuando vimos ya estaba anocheciendo así que decidimos irnos, mientras lo hacíamos me preguntaba si algún día pudiera venir de nuevo aquí.

Cuando llegamos al castillo nos dirigimos al gran salón solo que esta vez sin compañía ya que Jacob y yo ya sabíamos el recorrido desde la puerta principal hasta aquí, antes de entrar nos encontramos con Jane.

-Entren, los están esperando- nos dijo.

Y así lo hicimos, nos dimos cuenta de que  todos estaban reunidos, había entrado con Jacob de la mano, Todos nos recibieron con una gran sonrisa.

Nosotros rápidamente nos acercamos donde mis padres que estaban esperándonos.

-¿Qué sucede?- preguntó Jake.

-Nada, solo que Aro quiere decir algo y era importante la presencia de ustedes.

-Mis queridos Cullen, he reunido aquí a todos porque en nombre de todo mi aquelarre les queremos dar las gracias por venir y traer a la pequeña Renesmee, solo esperamos que se sienta cómoda y en señal de agradecimiento hemos querido darles a ustedes este humilde obsequio- dijo Aro, hablan en voz alta para que todos escuchen aunque no era necesario.

-Jane- llamó a la misma que tenía en sus manos un charol con cuatro cajitas pequeñas.

Ella solo asintió y se dirigió hacia nosotros para entregárnoslas, se veían tan bonitas eran de color negro, nos las entrego a los cuatro que no quedo de otra que aceptarlas.

Al abrir mi cajita vi que tenía adentro una cadenita que tenía como dije una hermosa piedra brillante, se veía que era un diamante una piedra muy valiosa de seguro y según Aro era un “humilde obsequio” pues de eso no tenía nada, a todos nos dieron lo mismo solo que las de papá y Jacob eran gruesas ya que eran para hombres, la piedra de los dijes eran de colores diferentes: la mía era negra, la de mamá era azul, la de papá era verde y la de Jake roja.

-Espero y les guste- dijo de repente Cayo.

-Esta linda- dije viéndola y con una sonrisa.

Después de esto, todos volvieron a lo que estaban haciendo, por parte nuestra nos dirigimos hacia la habitación de mis padres, donde le contamos lo que habíamos hecho hoy en la plaza Jake y yo.

-Nos divertimos muchísimo-termine de decir yo, que estaba sentada junto a mi mamá en el sofá.

-Que bueno, mi princesa espero y así te diviertas los próximos cinco días que vamos a estar aquí- me dijo mi papá tratándome de hacer cosquillas.

-Hoy es el día en el que más te hemos oído hablar-dijo mi mamá.

-Sí, es que he decidido dejar descansar un poco mi don- dije.

-Y eso a que se debe?- me pregunto mi papá de nuevo.

-A que tengo voz- dije encogiéndome de hombros.

Todos nos empezamos a reír, me quedé con mis padres hasta que comencé a bostezar y es que ahora si ya tenía sueño, así que me fui a dormir claro no sin antes dejar que me den mis buenas noches aunque eso para mí poco a poco lo iba viendo como algo infantil pero aun me seguía gustando.

Antes de acostarme hice la misma rutina que había hecho ayer, solo que esta vez si dormí y lo hice más rápido de lo que pude.

 

<<Estábamos mi familia, el aquelarre de Denali, los lobos y yo a unos metros de distancia, a un costado de nosotros estaban los Vulturis, frente a nosotros estaban tres seres que al parecer eran vampiros en el frente estaba una mujer junto a dos hombres que estaban a cada lado de ella, vestían con capuchas al igual que los Vulturis solo que estas eran de color rojo vino, atrás de ellos había u ejercito de vampiros, se podría decir que eran de igual o de mayor cantidad que la guardia, pero lo que más me llamo la atención es que la que faltaba entre nosotros era mi tía Alice, al parecer no se encontraba ahí, de pronto todo se pudo borroso paso como un rayo que desfiguró la escena, ahora me encontraba viendo a mi lobo rojizo, quien mientras trataba de sacarle la cabeza a unos de esos vampiros me miraba con dolor, me fije que tenía mi mano agarrada a la alguien pero no sé quién era, por lo visto había comenzado una batalla por que veía a todos peleando contra esos tres vampiros y su ejército>>

¿Pero qué pasaba aquí? ¿Quiénes eran ellos? ¿Por qué peleábamos? ¿Por qué Jacob me miraba así? Y mi tía Alice ¿Dónde estaba ella? Y sobretodo ¿De quién yo estaba cogida de la mano?

Esas eran las preguntas que me hacia después de despertar y sentarme de golpe en la cama, sin duda todo había sido solo un sueño.

Un sueño que me tuvo pensando todos estos cinco días, mañana al fin regresaríamos a casa, estos días la había pasado un poco divertido, aunque no me lo crean me había hecho amiga bueno en realidad no tan amiga, digamos algo así como “conocida” de Alec, Demetri, y algo de Jane, es decir que nos hablábamos y por ahí se nos escapaba una que otra risita de vez en cuando, esto solo lo hacía con Demetri y Alec cuando estaban de buen humor y no parecían momias, pero con Jane era distinto tenía que hacer mucho esfuerzo para sacarle siquiera un ‘hola’ de su boca, porque ni que hablar de una sonrisa hacer eso es como ganarse un Oscar o sea difícil pero no imposible, sabía que aun no tenía la confianza necesaria de yo hacia ellos ni de ellos hacia mí, claro que esto lo hacía cuando mis padres salían a cazar pero eso sí, Jake estaba a lado mío todo el tiempo, tanto así que hasta a llegado a cruzarse unas cuantas palabras con ellos, pero cada vez que mis padres se enteraban a Jacob y a mí no nos iba nada bien, nos decían que no era nada bueno que nos juntáramos con ellos, eso iba más para mí porque  Jake si por él fuera hace mucho ya les hubiera sacado la cabeza, el estaba con ellos solo por mi y nuevamente era por mi………

Estaba ya recogiendo mis cosas y metiéndolas en la maleta tan grade que mi tía Alice  me había mandado era impresionante ver la cantidad de ropa que me había sobrado pareciera como si hubiera creído que nos íbamos a que dar por más de un mes , era de noche al parecer había luna llena, se veía tan hermosa, me había dispuesto a terminar de arreglar mi maleta y después dirigirme a la cama para dormir, así que termine de guardar lo último que me faltaba cerré y la arrime junto a la puerta del baño.

Ya estaba lista para dormir, me dispuse para ir a la cama y cerrar los ojos hasta mañana.

Todo estaba listo para irnos, bajé al salón donde ya estaban mis padres despidiéndose de Aro, Cayo y Marcus (lo hacían solo por educación) a que y Jake por un lado esperando a que viniera rápido, me limite solo a dedicarles una sonrisa no quería llegar a mas.

Estábamos por salir cuando me acordé que había dejado mis muñequitos de madera en la habitación, no quería dejarlos significaban mucho para, mi.

-Papá tenemos tiempo?- le pregunté.

-si ¿Por qué cariño?- me dijo agachándose para cogerme la barbilla.

-Es que me estaba olvidando de mis muñequitos de madera ¿puedo ir a verlos?- le dije tiernamente solo para que me diera permiso.

-de acuerdo anda pero no demores- me dijo sonriendo.

Yo le di un beso en la mejilla y fui corriendo a verlo.

Cuando llegue a la habitación que había sido mía durante una semana mire inmediatamente el lugar donde las había dejado pero vi que ya no estaban, de seguro los abre guardado solo que no me he de haber dado cuento, estaba por salir de ahí cuando de repente alguien se atravesó en mi camino.

-Buscabas esto?- me pregunto Demetri.

-Sí, me los das por favor?-le dije extendiendo mi mano amablemente.

-Claro, toma aquí los tienes- me dijo mientras los ponía en mi mano- pasaba por aquí y me di cuenta que ya te habías ido pero también los vi pese que te habías olvidado de ellos, de hecho me disponía a ir por ti para dártelos pero luego me dijeron que habías regresado aquí para cogerlos.

-Gracias- le dije.

-Buen viaje- me dijo el asintiendo a mi agradecimiento.

Desde el primer momento en que lo vi jugando con ellos, me di cuenta que les gustaron, así que decidí darle uno, todo con tal de ver feliz a una persona, eso me gustaba.

-Demetri- lo llamé, el se viro a verme mientras estaba yendo hacia la puerta-toma- extendí nuevamente mi mano hacia él con uno de los muñecos.

-No te preocupes en darme uno, son tuyos- me dijo.

-Anda acéptalo, se que este es el que más te gusta y quiero que lo tengas- le dije sonriéndole aun con el brazo extendido.

-lo dices enserio?- me dijo el frunciendo el ceño confuso.

-Si claro, tómalo- mientras decía esto le iba poniendo el muñeco en la mano.

-Gracias- dijo dudosamente y algo difícil, al parecer era de mucha dificultad que un Vulturi te agradezca y mas con buena intención pero yo lo había conseguido.

-Solo te pido que lo cuides ¿sí?- le dije.

-Así lo hare- dijo asintiendo-¿alguna vez te han dicho que eres una persona muy buena?- en realidad en vez de decírmelo siempre me daban besos y abrazos en demostración a eso-cuando seas grande has de ser mejor- me termino diciendo.

Yo solo sonreí y ahora yo fui la que termine agradeciéndole por lo dicho, después de esto metí los muñecos restantes a mi bolso que tenia atravesado de mi hombro derecho hacia el lado izquierdo de mi cintura.

Saliendo de la habitación me dispuse ya a ir con mis padres y Jacob que estaban aun esperándome, caminaba por uno de los pasillos que conducían hacia el ascensor que me llevaba hacia la puerta principal, me preguntaba como personas que aun creían que estaban en la época pasado podrían tener ascensor parece que hasta ahora es lo único que habían descubierto del mundo exterior, escuché que alguien me llamaba, gire para ver quién era.

-Me entere de que fuiste a ver unos muñecos de madera que se te iban quedando ¿Ya los tienes?-me dijo Aro mientras se acercaba a mí.

-Sí, ya los encontré gracias por preocuparte- le dije amablemente- A y también te doy las gracias por la estadía, a sido muy agradable.

-No hay por qué agradecer- dijo sonriéndome y cogiéndome una de mis mejillas- ese siempre será tu habitación cuando vengas, aquí te recibiremos con las puertas abiertas porque vendrás ¿verdad?.

-Si claro, vendré cuando haya otra oportunidad- dije mientras me volteaba para emprender de nuevo mi camino.

-Espera- me detuvo cogiéndome del brazo- no dejare que te vayas sin antes decirte algo- esto ya se estaba poniendo raro y un poco incomodo.

-No será mucho el tiempo que te quitaré- dijo mientras me soltaba el brazo y dirigía su mirada al piso-cuando me mostraste todo por medio de tu don, me abriste tus pensamientos y sentimientos pude darme cuenta que eran de los más puros que yo haya visto, solo quiero decirte que te cogí afecto desde ese momento tu dulzura, tu belleza, tu buen corazón, tu inocencia, fueron lo que más me cautivo de ti, quiero que me tomes como un amigo, también quiero decirte que cuentas con mi total apoyo en todo.

Yo no como reaccionar, estaba en shock ¿será verdad todo lo que Aro me estaba diciendo?, no podía confiar en él, pero cuando lo mire algo en su mirada era ¿sincera?.

-Aro no sé qué decirte la verdad, tu y yo no hemos casi cruzado palabra y no sé si deba confiar en ti- le dije.

-Me tienes miedo?- me dijo cogiendo mis manos.

-no, no solo es que no confío en ti- quise sonar de lo más amablemente posible  pero no sé si lo logré.

-La confianza es algo que se va ganando poco a poco-fue muy exacto al decir esto-Pero sé que me la ganaré, ahora ya te tienes que ir tus padres ya han de estar desesperados porque tu aun no apareces, pero antes de que te vayas ¿te puedo dar un abrazo?- ¿Un abrazo? Acaso ¿era verdad lo que mis oídos estaban escuchando?, no podía creérmelo ¿tanto era el cariño que Aro me había cogido?, me quede inmóvil solo deje que lo hiciera y así lo hizo me estrecho entre sus fríos brazos por unos segundos, espero que este abrazo haya sido de los más sincero que Aro haya dado o bueno de seguro a de ser el único.

-Espero verte pronto- me dijo mientras se apartaba de mi.

No le respondí nada, solo baje mi mirada y me fui.

-¿Por qué te tardaste tanto?- me dijo mi mamá.

-Estaba buscándolos, no sabía donde los había dejado pero ya los encontré- dije señalando mi bolso.

-Bien. Pues vámonos ya no aguanto estar ni un minuto más aquí- dijo Jake mientras se metía al auto.

Había optado por no decirles nada de lo que me había pasado por qué conociendo a mi mamá se hubiera preocupado por algo que por parte no valía la pena, pero seguro mi papá ya lo había visto todo en mi mente, no me percate en ocultárselos algo me decía que era bueno que lo supiera, ya mas luego hablaríamos pero ahora solo tenía cabeza para pensar en lo que me había sucedido con Aro.

Aun seguía en estado de shock, no me lo podía creer, había hecho que un Vulturi y más aun Aro me diera un abrazo ¿Sera que en serio le caí bien? Esto sí que es increíble, a diferencia de ellos yo si puedo dar oportunidades así que… ¿Por qué no darle una? Digo no es que se la merezca, pero es alguien que recién conozco y quiero ver hasta donde pueda llegar Aro con todo esto y si el cariño hacia mí era muy fuerte, y si era verdad todo esto que me dijo lo trataría como un amigo mas , de eso estaba segura, pero para eso pasaría un buen tiempo y con mi cabezota solo espero recordarlo, pero ¿cómo no iba hacerlo? Esto nunca se me olvidaría.

-Tierra llamando a Nessie- dijo Jacob moviendo su mano de arriba abajo en frente de mí-¿En qué piensas? – me preguntó.

-En nada importante- solo estaba recordando lo que había pasado en esta semana- dije viéndolo, me pude dar cuenta de cómo mi papá al decir esto me miro por el retrovisor yo solo cruce mi mirada con la suyo por un instante.

-Y espero que lo recuerdes bien, porque a este lugar no vendrás nunca mas ¿cierto?- dijo mirando a mis padres que iban adelante-

Lo veremos- le dijo mi mamá mientras se bajaban del auto, ya habíamos llegado al aeropuerto.

Había pasado todo el largo viaje hasta llegar al aeropuerto pensando en eso de seguro Aro no ha de ser exactamente como todos lo pintan, alguna vez en su larga vida el fue humano y tuvo un corazón y sentimientos.

-Renesmee bájate ya del auto, tu papá ya lo tiene que entregar- me dijo mi mamá sacándome de mis pensamientos.

No me había dado cuenta que ya todos se habían bajado del auto y la única que aun seguía ahí era yo.

Abrí la puerta del auto y me baje, ya estaba el chofer que se iba a llevar el auto a la agencia, le di paso él me hizo una reverencia y se fue.

-¿Te pasa algo?- me dijo Jacob, mientras se abrochaba el cinturón, estábamos en el avión a punto de despegar, se había sentado alado mío porque mi mamá y mi papá estaban en el asiento de adelante.

-No, no me pasa nada- me sobresalté cuando escuche su voz, me había a asustado pero al final le conteste negando con la cabeza.

-Como que no?- me dijo mirándome-Haber entonces repíteme lo último que te dije- la verdad no sabía que decirle, estaba totalmente distraída que ni siquiera me fije que me estaba hablando, lo último que le oí decir era.

-Que… tal vez lleguemos el día de mañana, que es hoy- le dije dudosamente, sabía que esa no era la respuesta correcta ya que eso me lo había dicho hace rato.

Jacob me iba a decir algo pero en ese momento sonaron los altavoces del avión que nos indicaban que ya iba a iniciar el despegue.

Cuando el despegue estaba empezando mi mano automáticamente cogió la de Jake, mis dedos se entrelazaron fuertemente con los de él, no es que me den miedo los aviones solo que con toda esa velocidad y el temblor que ocasionaban al ascender al cielo me ponía un poco nerviosa.

Estábamos a medio viaje, abrí la ventana del avión para ver y me fije que ya era de noche pues estaba el cielo estaba oscuro, en ese momento se apagaron las luces del pasillo del avión y solo quedaron encendidas las pequeñas luces de color que estaban en el suelo para señalar las salidas de emergencias.

-¿Aun despierta?- una voz ronca me susurro al oído.

-Si, por tener la ventana cerrada no me di cuenta que ya era de noche- le respondí viendo hacia la dichosa ventana, el chisteó al escucharme curvando su labio hacia arriba.
-Ya duérmete ¿quieres?- me dijo, yo solo asentí y alce el brazo central que
estaba entre nosotros que separaba nuestros asientos, al mismo tiempo el alzo su brazo para que yo me acurrucase junto a él, me eche puse de lado y me acomodé en su costado gustosamente, él empujo el respaldo de su asiento hacia atrás y yo hice lo mismo para estar mas cómoda, me sentía tan complacida sintiendo su calor, me quede dormida plácidamente en su gran torso.

   

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