"Cuando el amor esta oculto y hay que encontrarlo".

lunes, 11 de marzo de 2013

Pov. Aro (Verdades)


 Punto de Vista: Aro.

A lo largo de estos dos años desde el encuentro con los Cullen, he estado pensando en la pequeña de Edward y Bella y es que cuando la vi me quedé maravillado con ella, con Renesmee, cuando ella me puso su mano en mi mejilla en el encuentro, pude ver todos sus recuerdos, lo preocupada que estaba por lo que le podía pasar a su familia, amigos, a ¿Jacob? Y a ella, y sus pensamientos que eran tan inocentes y buenos, propios de una niña de su edad pero en este caso los que ella aparentaba, pues por lo que me enteré su crecimiento y mentalidad son acelerados.

Le había cogido tanto cariño y aprecio, algo en ella me hizo recordar a mi hermana, a la  que desde que me convertí en esto, en un ser supremo, en un ser inmortal, nunca más la volví a ver, ya habían pasado varios milenios y  siglos que era obvio que ya no existiera, pero algo en mi me decía que había esperanza lo cual es lo más extraño porque ella era humana, no había forma de que aun siguiera con vida, a menos que…..no, no imposible.

Ella era tan bonita, tan perfecta su único defecto era la avaricia, siempre quiso tener más y mas, para ella nada era suficiente, en eso se parecía a mí.

Agatha, ese era su nombre, no supe mas de ella desde que se escapó de casa justo un año antes de mi conversión.

A Didyne nunca la quise como hermana, al menos no como quise a Agatha, la convertí solo porque pensaba que su don me iba a ser útil, pero no fue así, luego vi que estaba comenzando a ser una amenazada, pues estaba alejando a Marcus de mi lado y eso no me convenía, así que no tuve más opción que matarla, le ordené a Chelsea que ejerciera su don en Marcus para que sienta lealtad hacia mí, después de esto no era el de siempre pero en realidad eso poco me importaba.

Ahora estaba Renesmee, que aunque no logré convencerla con lo que le dije antes de que se fuera pero seguro algo pude sacar provecho, y es que en todo este tiempo intenté acercarme a ella pero no pude porque siempre estaba con ese perro, si con él, aunque me lo hayan ocultado muy bien igual pude descubrirlo y es que a mí nadie me engaña, ese era uno de los lobos que estaban en el encuentro, quizás y fue el mismo que tenía en su lomo a la pequeña ese día, lo que me impresionó de esto es que no sabía que ellos también podían ser humanos, lo cual me despertó el interés hacia ellos, tal vez no estaría nada mal tener unos cuantos de ellos sirviéndome en la guardia.

Me encanto verla por segunda vez, también de cuando las miradas de ella y de Demetri se intercambiaron, no fue una mirada normal y es que una vez más Chelsea actuó ahí, pensé que tal vez eso me ayudaría, sería como un punto a mi favor, solo procuré de que nadie supiera de que ella se encontraba en ese momento ahí.

Los días fueron pasando, alrededor de ellos pude observar la convivencia que iba creciendo de Renesmee con Alec y Demetri, les había pedido que trataran de llevarse con ella, así pude crear otro acercamiento, claro que a Jane no le resultó fácil pero pude notar el intento que hizo.

Cuando ejercí mi don en el lobo, pude ver en sus recuerdos y pensamientos algo muy grande y poderoso que estaba relacionado con Renesmee, era como una fuerza que los unía, algo completamente inexplicable, entre ellos había una conexión irrompible, me fije en la mirada tan especial que tenía el hacia Renesmee, su forma de cuidarla, de protegerla era única.

Les había regalado un pequeño presente a cada uno, fue como para agradecerles la visita,eran unas cadenitas que tenían de dije un diamante, solo que la de Renesmee era especial, me había encargado de que el diamante de ella fuera el más hermoso, por lo que el Joyero de Volterra me había dicho sabía que era una piedra muy especial que la diferenciaba de las demás, lo cual desconocía la razón.

Como en ningún momento pude hablar a solas con ella, aproveche que a ella se le habían quedado unos muñecos de madera para hablar aunque sea unos cuantos minutos con ella.

Con todo lo que le había dicho solo quería que supiera que contaba con mi sumo apoyo en todo y que estaba todo a sus órdenes, quería me tome como un amigo o más aun, como un tío.

Ojalá que el abrazo que le di haya ayudado y es que el sacrificio que hice al dárselo fue muy grande, la verdad desconocía la acción de abrazar, nunca a nadie le había dado uno y no recuerdo haberlo hecho en mi vida humana, pero tenía que de alguna forma demostrarle que lo que le había dicho no era una mentira.

Pero sea como sea iba encontrar la manera para ser que ella viniera de nuevo a Volterra o lo que mejor sería para mí, irla a visitar.

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