"Cuando el amor esta oculto y hay que encontrarlo".

sábado, 20 de abril de 2013

Capitulo 9: Deducciones.

Punto de Vista: Renesmee

 
El día de ayer había sido demasiado largo: pasarme todo el día de compras con mi tía Alice, quedarme por cuatro horas en casa de Jake con mi mamá, Billy y Rachael conversando. Había terminada cansado por completo.

Abrí los ojos después de mi largo y profundo sueño que había tenido, para mí era un nuevo día en Forks, el sol parecía que estaba luchando por salir.

Después de todo lo de ayer y lo cansadísima que estaba al llegar de casa de Jacob, me termine durmiendo en la casa principal.

Me había quedado con mis tíos y abuelos, porque mis padres si se fueron a la cabaña, de seguro hacer lo que solo Dios que hacen todas las noches.

Aunque estaba muy cansada, no me dormí tan fácilmente, el sueño estaba ahí pero no lograba vencerme, porque mi mente estaba distraída en los chistes que el tío Emmett me contaba antes de que me durmiera.

Me había dormido en el gran sofá-cama, lo habían puesto ahí desde mi nacimiento ya que algunas veces como esta me quedaba a dormir aquí, además ninguna de las habitaciones que había en esta gran mansión gozaba de una cómoda cama.

-Buenos días corazón- me acabo de despertar mi abuela Esme con una tierna sonrisa en el rostro-ya está listo el desayuno.

-Buenos días Abuela- le respondí, mientras me sacaba unas cuantas lagañas que se había formado en el lagrimal de mis ojos, me di cuenta que las únicas que nos encontrábamos aquí era Esme y yo-¿Qué hora es?- le pregunte, pues parecía ya de tarde.

-La 1:30 p.m- me dijo mirado al reloj muñequera de oro que reposaba en su muñeca izquierda.

Me sorprendí cuando me lo dijo ¿Cuántas horas me había dormido?¿10?¿12? o ¿14?....., mi sueño debió haber sido bien profundo, bueno, como siempre lo ha sido.

-¿A dónde esta los demás?- en la casa no se escuchaba ni un solo movimiento además de los de mi abuela y yo, entonces sí no estaba aquí ¿A dónde estarían?

-Todos se fueron a cazar- me dijo, y ese “todos” me sonó a que mis padres estaban incluido en ese grupo

-Y ¿Por qué tú no estás con ellos?- le pregunté frunciendo el ceño confundida.

-Cuando se fueron estabas dormida y me quedé para cuidarte- ¿Cuidarme? ¿a mí? No me iba a pasar nada, a decir verdad me sentía más que protegida en esta casa- además ¿quién te iba a prepara el desayuno cuando despertaras?-¿desayuno? Como se atrevía a hablar de desayuno a estas alturas del día- bueno, sé que es un poco tarde por eso te prepare un desayuno-almuerzo. Pero vamos, anda, ven a comer antes de que se te enfríe la comida.

Dicho esto me levanté del sofá y me dirigí a la cocina, donde me esperaba un delicioso pero nutritivo desayuna-almuerzo que mi abuela Esme me había preparado.

-Mmm…. Se ve súper rico abuela- le dije frotándome las manos y luego llevándome el primer bocado de comida a la boca.

-Lo hice con mucho amor para ti- eso era lo que sobraba siempre en las cosas que me hacia mi abuelita Esme: amor, y es que si había algo con lo que se caracterizaba mi abuela era esa adorabilidad con que te trataba, te hablaba o, hacia las cosas, a demás de su buena sazón para la cocina. A pesar de que no me llamaba nunca la atención la comida humana, los platos que ella hacia siempre le quedaban riquísimos, tanto que Jake cuando se quedaba a comer (o sea casi siempre) repetía más de dos veces el desayuno, el almuerzo o la cena que hacia mi abuela Esme preparaba.

-Ya debería de estar por venir, partieron dos horas después que tú te durmieras- me dijo, con esto se refería al resto de mi familia que habían salido de caza- esta vez no se quisieron ir muy lejos, es que como estabas dormida, decidieron estar cerca por si te pasaba algo, ya sabes, por si te levantas sobresaltada a medio dormir por causas de tus pesadillas.

Desde que había tenido esa extraña pesadilla en Volterra, cada noche que cerraba los ojos rara vez venía de nuevo, las imágenes que se me planteaba en mi sueño poco a poco se iban desvaneciendo, se veían cada vez mas borrosas, algo en mi la sentía muy lejana, como si tuviera que pasar primero mucho tiempo antes de que suceda lo que según la pesadilla iba a suceder, y, desde que  le conté lo que me pasaba a mi familia, no han dejado de estar al pendiente de lo que hiciera o dejara de hacer todo el tiempo, eran muy sobre protectores, especialmente mis padres y Jake, lo más raro era que mi tía Alice no veía nada de lo que iba a suceder respecto a mi pesadilla, por esa razón yo digo que aun es muy lejana, pero igual mi familia estaba alerta por si algo llegara a pasar, Alice estaba vigilando las decisiones de Aro por si él tiene que ver con todo esto, pero: nada.

-Veo que has estado con hambre- me dijo de la nada mi abuela, sacándome de mis pensamientos e interrumpiendo lo que me iba a llevar en ese momento a la boca.

-Sin duda, pero me hubiera conformado con solo dos vasos de sangre- le respondí.

-Sabes que la reserva que tiene tu abuelo en su despacho, ya se está agotando- eso me decía que dentro de muy poco iba a tener que retomar la dieta la “dieta vegetariana”, la verdad no sabía de adonde mi familia sacaba toda esa voluntad para alimentarse de esa sangre tan desagradable, al menos no era tan rica como era la de humana. En mi infancia acelerada y cuando era bebé la única sangre que daban era la sangre que mi abuela tenía en su reserva, habían tratado de introducir en mi alimentación las típicas formulas que les dan a los bebes recién nacidos, pero me rehusaba a tomarla. Era algo insípida para mi pequeño gusto, las veces que cazaba con Jacob un animal, el objetivo era beber su sangre, y lo tenía que hacer, pero yo no lo hacía en realidad por eso, más bien era porque soy muy competitiva y hacia lo mejor que podía para atrapar la presa más grande pero la mayoría de veces Jake siempre me ganaba- además no puedes dejar de lado tu parte humana, también necesitas comer y, nada es suficiente para mi princesa- dijo esto último tocándome la barbilla con su suave y fría mano, yo por mi parte le sonreí.

Seguí comiendo hasta acabarme casi por completo mi desayuno-almuerzo.

-¿Jake ha venido por aquí?- le pregunte, el silencioso que permaneció por algunos segundos en el ambiente.

-Sí, pero como te vio dormida se fue, no quería interrumpir tu sueño, pero dijo que volverá después- me respondió.

-¡Atrape el puma más grande de todos!- gritó una voz muy conocida, ese era mi tío Emmett que avisaba que ya habían llegado.

Pasaron todos directo a la sala, en todo el lugar se disiparon las risillas que emitían mientras se sentaban en los muebles.

Después de que yo ayudara a mi abuela a lavar todo lo que yo había utilizado, nos fuimos a la sala a reunirnos con ellos.

-Vaya, parece que la bella durmiente ya se ha despertado- me dijo mi papá, acercándose hacia mí para darme un abrazo, mi abuela Esme fue justo a donde se encontraba mi abuelo Carlisle.

-Y ¿Cómo les fue hoy en la caza?- preguntó mi abuela a todos.

-Excelente- dijo el tío Jazz sonriendo, parecía satisfecho.

-Atrape el puma más fuerte de todos- dijo mi tío Emmett con algo de orgullo, estaba muy contento por haberlo hecho.

-Emm, no has parado de decirlo en todo este tiempo desde que bebiste la última gota de sangre que le quedaba al pobre animal – dijo mi tía Rose, palpándole la espalda.

-Deja que lo disfrute Rose, fue la cacería más increíble que ha hecho durante… ¿siglos quizás?- dijo mi tío Jazz con un poco de arrogancia.

Todos nos empezamos a reír, mi tío Emmett solo puso los ojos en blanco y prendió la Televisión para ver un partido de futbol americano que estaban dando en ese momento, lo que le había dicho mi tío Jasper totalmente fue un sarcasmo y chiste porque en realidad toda la fuerza que tenía Emmett  era increíble tanto así que podía extinguir a los pumas si él quería, claro.

-¿De qué se están riendo?- preguntó de repente una voz que me agrada escucharla siempre.

-Jake….- grité abalanzándome hacia él, que ese momento estaba entrando a la sala.

-Hola pequeña- dijo abrazándome.

-Con razón ya estaba empezando a oler a perro mojado- dijo mi tía Rosalie, arrugando la nariz.

-Acéptalo rubia, sé que te agrada mi presencia- le respondió Jake a su comentario mientras le guiñaba un ojo, ella fue otra que puso los ojos en blanco. La relación que tenían ellos era la misma que hace dos años, siempre andaban molestándose el uno al otro.

-¿Tienes hambre Jacob?- le preguntó mi abuela.

-De hecho… sí, algo- ¿Cuándo iba a decir que no? Este chico no se cansaba nunca de comer, tenía la suerte de que su organismo metamorfo no lo dejaba engordar, parecía como si su estómago nunca estuviera satisfecho.

 

Mi abuela Esme salió de la cocina con un gran sándwich de tres pisos para Jake, que se había sentado en uno de los sillones de la gran sala.

-¿Cómo ha estado la cacería de vampiros en la reservación?- le preguntó mi abuelo a Jacob, cacería esa parece ser el tema de hoy.

-Pues bien, cada vez son pocos los que cruzan la Push y Forks, en estos mese no se han detectado casi ningún rastro de chupa sangres, hasta las horas de patrulla se han reducido- le respondió él.

-Parece que todo va bien por estos lares- dijo mi papá, y sí, al parecer todo había regresado a la normalidad, así era como solía decir mi mamá repentinamente.

-Me contaron que se han integrado nuevos lobos a la manada- añadió Carlisle.

-El proceso de transformación les ha llegado a algunos a corta edad, tanto que para ellos es muy difícil controlarse- el trabajo que estaba haciendo Jake como alfa había sido muy difícil en estos meses, lidiar con el ataque repentino de ira de un metamorfo en proceso de transformación no era nada fácil de controlar y menos para él, que tenía que dirigirlos.

-Me he impresionado del gran tamaño que has obtenido en todo este tiempo, tengo entendido que solo los alfas los alcanzan- dijo de la nada mi tía Alice.

-Con razón el olor se ha intensificado mas estos días- ahora dijo Rosalie con cara de asco, Jake por su parte no le prestó mucha atención a su molesto comentario.

-Rose….- musitó Esme.

-Rosalie ¿Sabes que hace una rubia trepando una pared de vidrio?-se dirigió Jacob a mi tía, de acuerdo, aquí ya comenzaron los “chistes de rubias” que Jake siempre le hacía a mi tía Rose es que ¿Cuándo iban a parar estos dos….? Jacob espero que la aludida contestara pero nunca salió ni una solo palabra de su boca, así que continúo con lo que iba a decir- Quiere ver qué hay del otro lado- terminó diciendo.

Los chistes que le hacia Jake a Rose no eran tan gracioso pero, sin embargo, siempre se nos terminaba escapando una que otra risilla.

-Ese chiste ya me lo sabia- respondió ella a lo que Jake le había dicho, siempre le acababa diciendo la misma respuesta, un día nos dijo que la razón era que: no quería gastar palabras con el chucho. Pero a pesar de eso los dos así demostraban que se “estimaban”, por así decirlo.

-Los chistes de las rubias como tú no existen, son reales- le respondió él, guiñándole el ojo.

Todas las risas que teníamos guardadas, con respecto a la situación, no pudieron más ser retenidas así que, terminaron por salírsenos.

-¿Por qué no se lo dice a Ness? Ella es la indicada para darte una respuesta- le dijo mi papá a Carlisle, que al parecer le estaba dando su opinión a algo desconocido que había pasado por la mente de el abuelo, que sólo él y mi papá lo sabían, hasta ahora.

   -¿sobre qué?- le pregunté a mi abuelo, quería saber de que estaban hablando.

-Es que me parece raro que el objetivo de la invitación de Aro haya sido conocerte, y por lo que yo sé por medio de lo que ustedes han contado, nunca Aro habló contigo personalmente- me dijo mi abuelo, de repente el ambiente en el que estábamos cambió, todos pararon con sus risitas y, pusieron atención a lo que mi abuelo me acababa de decir hasta Emmett  apago la Tv para escuchar y Jacob dejo de comer su tan delicioso sándwich (que por cierto ya le faltaba poco para terminárselo). Ahora entendía porque papá le había dicho que yo era la indicada para darle su dichosa respuesta, quería que contara lo que él y yo sabíamos hasta ahora.

Pensé que era un secreto….

-Es que….- no sabía qué respuesta darle, o mejor dicho, no sabía que contar a toda mi familia- la verdad, Aro si hablo un pequeño momento conmigo- dije al fin, estaba buscando la manera de decirlo.

Todos los que estaban presentes desviaron sus miradas rápidamente hacia mí, ahora era el centro de atención.

-¿Cómo?- dijo mi mamá levantándose de un sopetón del mueble- pero si la única vez que Aro se acercó a ti fue cuando recién llegamos a Volterra y te presentamos ante él.

-Eso pudo haber sido más que suficiente para que la haya conocido- dijo Jacob.

-Hay…hay algo que…no he contado- me costó decir esa simple frase, la palabra <atención> quedaba corta a lo que me estaba poniendo mi familia ahora, parecía como si los ojos de ellos les fueran a salir de orbita cuando dije esto, si esta era la reacción de ellos cuando dijo esto, no me quiero ni imaginar cuando les cuente la parte que de alguna manera era aun inédita para ellos, y aquí íbamos….-La verdad es que Aro si habló conmigo… a solas- dije.

Uff!! Ahora de todo lo que me dijo Aro, aunque fuera imposible, se iban a morir de la impresión.

-¿Cuándo?- me preguntó Jacob cogiendo de la mano que estaba descansando en el brazo del mueble donde él estaba sentado y donde yo estaba apoyada.

-Cuando fui a ver los muñecos de madera que se me habían quedado en la habitación donde dormía, cuando los encontré me disponía a regresar con ustedes pero Aro se me cruzó en el camino y termine hablando con él- le dije no solo a él sino también a todos tranquilamente, y es que, a medida decía esto vi que no había ningún problema en contárselos, total, lo contaba no tenía nada de malo.

-Y ¿Por qué no nos los dijiste?- me preguntó mi mamá, confundida.

-Bueno porque, ni yo misma me lo creía- le respondí, eso era por parte verdad.

-Entonces, nos pudieron haber dicho días después- dijo nuevamente mi madre, solo que esta vez también se dirigía a mi padre.

-Es que…- mi papá me cortó lo que iba a decir, de seguro porque él tenía una buena explicación para darle.

-estábamos esperando el momento indicado para decírselos- terminó diciendo.

Habla por ti mismo papá, porque yo no sé los hubiera dicho, aun. Pensé

Al parecer mi padre terminó escuchando mi pensamiento, a pesar de todo ese a barullo de voces que se había formado después de que mi papá terminara de hablar, porque enseguida me miro, yo solo me encogí de hombros al ver su mirada en mí.

-Basta- dijo Carlisle alzando los brazos y poniendo al descubierto las palmas de sus manos en son de paz. Al instante se creó un silencio sepulcral.

-Ahora lo entiendo todo- susurró mi papá, por su cara se veía que estaba atando cabos sueltos-Aro detuvo lo que iba a suceder no solo por lo que Alice le había mostrado, también fue por…Nessie- ¿Era cierto lo que mi papá había dicho? Hasta yo me sorprendí al escucharlo- Cuando la vio se quedó impresionado.

-Era lógico, Renesmee es tan adorable, nadie se resiste a sus encantos- dijo mi tía Rosalie sonriéndome, y según mi familia era así, cualquier persona que me miraba o ejercía mi don en ella, quedaba encantada conmigo, lo habían comprobado con los testigos que habían venido aquella vez a ayudarnos, especialmente con mis tíos de Denali, que por cierto, desde ese día venían cada dos mese a visitarnos o viceversa. Mi familia había dicho que tal vez sea otro don que poseía, lo cual yo lo creía imposible ya que nadie puede tener más de un don ¿o sí?

-Tal vez haya sido eso pero, también algo le hizo acordarse de una tal…¿Agatha?- dijo el nombre un poco confundido, como si al pronunciarlo se preguntara quien era ella y , creo que esa a de ver sido la pregunta que se formulo en la cabeza de todos.

-Agatha era la hermana menor de Aro y Didyme, escapó de casa año después de que Aro se convirtiera, era muy bonita pero, sus únicos defectos eran la avaricia y la soberbia, creo que en eso se parecía tanto a su hermano. Nunca más se supo de ella, pero de lo que si tengo certeza es que Aro la quería muchísimo, quizás por eso Aro…“adora” a Nessie, porque algo en ella le recuerda a su hermana-terminó de decir mi abuelo, nadie se podía creer lo que había acabado de decir ¿Será verdad que me parezco a ella? Pero ¿en qué?-Poco se sabe de la antigua vida de Aro, nunca ha relacionado lo personal con lo laboral, por lo mismo eso es todo lo que he escuchado porque Aro una vez me lo dijo.

-Esto es increíble- mofó Jasper- Y yo que pensaba que Aro ni siquiera conocía la palabra ‘sentimientos’.

-Aro también fue un ser humano, muy en el fondo también tuvo que haber tenido un corazón- opinó Esme al comentario que había dicho mi tío Jasper.

-Como vampiros, nuestros sentidos y sentimientos esta mil veces mas evolucionados en comparación a como lo experimentamos en la vida humana. Somos capaces de odiar, codiciar, envidiar e incluso hasta de querer y amar a grados que ni siquiera nosotros podemos imaginar, es parte de lo que somos y por más que queramos, no podemos evitarlo y hasta hay veces que se nos hace difícil controlarnos- dijo nuevamente mi abuelo Carlisle, paseándose de un lugar a otro poniéndose la mano en su barbilla. No entendía a que quería llegar con todo esto, ni la relación que tenía con lo que se supone que estábamos hablando.

-Y ¿Qué quiere decir esto Doc?- le pregunto Jake a mi abuelo que de inmediato se detuvo para explicarnos.

-Que puede llegar a ser muy peligroso todo el cariño y aprecio que Aro ha llegado a tener para con Nessie, todo esto puede convertirse en una obsesión- La verdad no creía que esto fuera para tanto, simplemente pensaba que estaba exagerando, pero en este caso el que estaba hablando era mi abuelo Carlisle y sé que lo que él dice la mayoría de veces es cierto. Por algo es la cabeza de esta familia.

-¿Tanto así?- luego sentí curiosidad por muchas cosas, una de ellas era entender completamente lo que Carlisle lo que Carlisle había dicho “todo esto puede convertirse en una obsesión” esas fueron las mismas que retumbaron en mi mente-¿Qué me vio igual a ella?

-Aun no lo logró descubrir, el don de Aro es tan eficiente cuando se ejerce en alguien, que puede terminar sabiendo hasta el más oscuro o apartado secreto, pensamiento o sentimiento que tengas, quizá algo de lo que vio en ti le familiarizo con ella- me respondió mi abuelo.

-¿A qué te refieres con lo de la obsesión?-preguntó ahora mi mamá.

-Nadie se puede esperar lo que Aro pueda llegar a sentir o a hacer, bueno en cierto caso excluyendo a Alice, pero sabemos que los Vulturi saben de eso, que por lo visto es algo malo para ellos, pero conociéndolos, sabemos también que se pueden valer de sus artimañas y planear algo para llegar a bloquearla, pero lo que nunca nos imaginamos es que ya estén comenzando a….actuar.

-¿Cómo?- dijeron todos al unísono.

-¿Alice?-la llamó Carlisle, la aludida al escucharlo reacción después del estado de shock en que se había quedado quien sabe por cuánto tiempo y, que nosotros ni siquiera nos habíamos fijado.

-¿Pasa algo amor?- le preguntó Jasper con ternura mientras le cogía su perfecta y pequeña barbilla alzándole la cabeza para que lo viera.

-No,no,nada-dijo ella negando rápidamente con la cabeza, desasiéndose de la forma en la que mi tío Jasper la había tenido y mirando hacia otro lado- solo que con lo que acabo decir Carlisle, pude entender todo.

Todos corrimos la mirada hacia Carlisle, queríamos que él o Alice nos dijeran que estaba pasando y el porqué de la deducción tan inesperada de Carlisle.

-Hace mucho que no veo las decisiones de Aro, la ultima que vi fue él decidió mandar la carta de invitación y, eso fue ya hace mucho tiempo, y desde ahí no he visto nada mas, por eso es que no les llamé durante el tiempo de su viaje a Volterra- dijo mi tío Alice poniéndose la mano en la sien, parecía como si mientras nos contaba esto iba dándose cuenta de todo, después de decirnos esto, alzo la cabeza y miro a Carlisle y a mi papá. Con la mirada que le dedico a ello parecía como si ellos tuvieran una respuesta a lo que ella había dicho.

Ahora todo lo que había logrado deducir Carlisle, entonces Aro podría tener algo o a alguien que estaba bloqueando a Alice.

En todo esto me pude fijar, en el giro que había dado la conversación, habíamos pasado de la risa a la preocupación en minutos.

-Es por eso que tenemos que estar alertas, es posible que Aro esté planeando algo y nosotros aun no lo sepamos, hasta lo que según Aro siente por Ness, puede ser solo parte de un posible plan.

-Y ¿Quién quita que sea verdad?-dijo de repente Emmett, con esto se estaba refiriendo a lo que según Aro siente hacia mí, y parecía que solo estaba al margen de esta peculiar conversación. Mi mamá y mi tía Rosalie lo asesinaron con la mirada al escuchar su impulsiva pregunta-Solo decía-dijo mi tío poniendo las manos en alto y encogiéndose de hombros al notar las miradas de mi tía y mi mamá. Parecía como cuando un policía atrapa a un ladrón y lo apunta con la pistola.

-¿Y eso implica que hay otro problema?- preguntó Jasper.

-No precisamente, pero hay que estar atentos- le respondió mi papá.

 

Atentos. Con esa palabra ya sabía que era lo que venía con todo esto.

 

En conclusión, esta inesperada conversación había quedado inconclusa.

 

Genial! Y yo que pensaba que por fin mi vida iba a ser algo normal……

 

lunes, 1 de abril de 2013

Capítulo 8: Reacciones

Punto de Vista: Renesmee


Ya había pasado un mes del viaje a aquella ciudad de Italia, un mes no muy bueno para mí, pues cuando regresé me enteré que Nahuel ya no estaba con mi familia, él se había ido, mi tía Alice me dijo que hace tiempo él no recibía noticias ni de Huilen ni de sus hermanas, solo fue a ver  si algo pasaba con ellas.

Tenía en mis manos la carta que él me había dejado, me la pasaba leyendo consecutivamente en mi habitación, pues la mayoría del tiempo transcurrido solo he pasado ahí, y es que además de esto aun seguía rondando en mi cabeza todo lo que me había pasado haya Volterra, deudas y preguntas sin respuestas se me habían acumulado en mi cabeza en todo este tiempo.

 

“Querida Renesmee:

Sé que cuando leas esta carta ya te habrás enterado que he ido, lamento mucho no poder despedirme de ti y es que la razón por la que me voy es muy urgente, la misma que alguien de tu familia te contará cuando preguntes por mí.

Pero quiero que sepas que tan pronto consiga lo que vine a buscar acá, regresaré contigo y tu familia, no sé cuánto tiempo tendré que estar aquí y hay posibilidades que no te vuelva a ver durante años pero siempre te recordaré. Cuídate mucho y se feliz en mi ausencia.

Nunca olvides que te quiero

Tu amigo:

Nahuel”

 

Eso era lo que me decía la carta, se puede decir que ya me la sabía de memoria,  había perdido la cuenta de las veces que la había leído.

Ya no podía seguir así, él era mi amigo pero yo tenía que seguir con mi vida, cuando hablaba con mi mamá ella me decía que me entendía perfectamente, y que si me quiere de verdad ya regresará, lo que sorprendía es que cuando mi mamá me hablaba d esto lo decía como si ya hubiera pasado por algo así, pero no podía ocultarlo, echaba mucho de menos a Nahuel.

En la carta me decía que tenía que ser feliz en su ausencia y yo no lo estaba haciendo, así que tome la decisión de regresar a mi vida, y para comenzar le dije a mi tía Alice que si podíamos ir de compras hoy, ella obviamente acepto sin pensarlo, era verdad, me urgía hacerlo porque hace ya mucho tiempo que no renovaba mi guardarropa, con mi tía Alice lo renovábamos cada mes ya que siempre nos terminábamos aburriendo de la ropa y mi tía siempre me decía que era un pecado repetir prendas.

-¿Ya estas lista?- me preguntó mi mamá, que abrió la puerta en ese momento.

-Sí, ya voy a la casa blanca- le dije, mientras me recogía el cabello.

- De acuerdo- me respondió ella cerrando la puerta.

Quedamos ir con mi tía Rose y mamá, lo que se mi hizo raro  pues mi mamá, odiaba hacer esto, Alice tuvo que ser un gran esfuerzo para convencerla.

Fuimos a Seattle, a uno de sus grandes centros comerciales, como nos tocaba renovar nuestro atuendo, nos íbamos a tardar todo un día en encontrar que lo nos íbamos a poner en un mes.

 

 

 

Ya me sentía cansada, porque dicho y hecho nos habíamos pasado todo el santo día de boutique en boutique de diseñadores que mi tía Alice conocía, no sabíamos en realidad cuanto tiempo llevábamos aquí, podía haber pasado hasta semanas y nosotras ni por enteradas.

-¿Qué te parece este Ness?- me preguntó mi tía Alice con un atuendo en mano- ¿Te gusta?

-Sí, esta súper lindo tía- le respondí, emitiendo una sonrisa de satisfacción.

-Está ya es lo último ¿verdad?- le dijo mi mamá a mi tía, con cara de aburrimiento, se le notaba que no quería estar ni un minuto más aquí.

-Creo que ya es suficiente por hoy- dijo Rosalie que en ese momento se puso a lado de mi mamá.

Mi tía Alice asintió de mala gana, si fuera por ella de seguro un centro comercial fuera su casa, pero ya era hora de regresar.

Terminamos de pagar  todo lo que compramos en caja y salimos de ahí con una verdadera cantidad de fundas.

En todo el trayecto de Seattle a Forks me pasé pensando en cómo había sido este mes, de pronto me di cuenta de que alguien faltaba a demás de Nahuel en mi vida en estos momentos y ese era Jacob ¿A dónde estaría?, no lo había visto mucho este mes pero ¿Cómo me pude haber olvidado de él?, de mi mejor amigo, me entraron una ganas inmensas de verlo.

-Mamá- la llamé, saliéndome del carro-, ya habíamos llegado a casa.

- Dime – me dijo mientras entrabamos.

-¿A dónde está Jake?- le pregunté.

- En la Push supongo.

-¿Me acompañarías a verlo?- mi familia ya podía entrar y salir de la reservación, así como ellos también podían venir cuando quieran a mi casa, ya que el tratado se había modificado, gracias a los lazos de amistad que había formado mi familia con la manada de Sam y Jacob. Todo esto sucedía siempre y cuando ninguno de nosotros violara el tratado.

-Si claro, ¿cuando quieres ir?- me preguntó, mi mamá era la que mas iba haya conmigo a visitar a Billy cuando mi abuelito Charlie estaba con él, además aunque las cosas hayan cambiado con respecto a su forma de ser, o nos íbamos a casa de Emily a visitarla.  Mi mamá seguía teniendo la misma amistad con Jacob, a veces lo iba a ayudar en el garaje, como hacían ellos antes de que mi mamá se convirtiera en una vampira.

-¿Te parece si ahora mismo?- le pregunté, aunque más que pregunta sonó como orden.

-Renesmee, ya es de noche podemos ir mañana- me dijo.

- Por favor- le dije, a manera de súplica, poniendo una cara tan peculiar que con ella siempre terminaba consiguiendo lo que quería.

-Está bien, pero primero le  tengo que avisar a tu papá- me dijo.

-No hace falta, llévala pero regresen pronto- nos dijo mi papá acercándose hacia nosotras.

-bien, vamos- me dijo mi mamá yendo de nuevo al carro- pero no estaremos mucho tiempo, hoy le toca patrullar a Jake.

-Como quieras- le dije ya dentro del auto.

 

Estábamos ya de camino a la Push, con lo del tratado mis amigos los licántropos, o bueno, los metamorfos como los solía llamar mi padres, siempre vienen a mis cumpleaños, o a una fiesta que a Alice se le ocurría hacer, y en cambio ellos a menudo nos invitaban a las fogatas o para las navidades o en el día de acción de gracias, siempre nos reuníamos con ellos en casa de mi abuelito Charlie.

-¿Por qué quieres ir a ver a Jacob?- me preguntó mi mamá de repente.

-Buneo porque es mi amigo y no lo visto durante días- le dije encogiéndome de hombros.

-¿Y recién te acuerdas de él?-me volvió a preguntar, no veía por donde iba su pregunta.

- ¿Porque lo dices?- le dije mirándola.

-En todo este tiempo ni siquiera lo has mencionado, quizás por eso Jake no se ha aparecido en casa estos días-me respondió la mirada y enseguida desvió su vista al volante.

- ¿No se ha aparecido en casa?- le pregunte ahora a ella, la verdad es que no me había dado cuenta porque como solo pasaba en mi habitación….

-¿Ves?- me respondió, lo dijo como si ya le hubiera dicho la respuesta que era demasiado evidente que yo ni siquiera me había dado cuenta que faltaba la presencia de Jake en la casa.

-Estos días no han sido fáciles para mí- le respondí, espere que ella me dijera algo pero al parecer no salió ninguna palabra de su boca, desde ahí anduvimos en silencio en todo el trayecto que quedaba hasta La Push.

Al llegar a la reservación nos fuimos directamente a la casa de Billy, se suponía que era hora de la cena así que deberían de estar cenando.

-Hola chicas, que sorpresa tenerlas aquí- nos dijo Rachael, a mí y a mi mamá sorprendida de vernos.

-¿Quién es?- preguntó una voz familiar no muy lejana, era Billy-Bella, Nessie ¿Qué las trae por acá? pasen bienvenidas-nos dijo.

-Venimos a hacerles una pequeña visita- dijo mi mamá cortésmente, mientras entrabamos a la humilde morada.

-Hola Billy ¿Se encuentra Jacob?- le dije.

-Sabia que preguntarías por él, está en el garaje arreglando su moto- me respondió.

-Voy a ir a verlo- dije para todos los que estaban reunidos en la pequeña sala.

-Ve, yo me quedó con Billy y Rachael conversando- me dijo mi mamá. Yo asentí y me fui.

Al llegar a la garaje, ahí lo vi estaba cambiando los neumáticos de su moto, se veía tan concentrado.

-Toc, toc, toc, ¿puedo pasar?- dije haciendo unos golpecitos en la pequeña puerta.

-¿Qué haces aquí?- me pregunto sin despegar la mirada de su moto- ¿Ya terminaste de llorar por el semivampiro?

-Nunca estuve llorando- le dije entrando y acercándome a él.

-Bueno, como digas- lo dijo sacándose la grasa de las manos con una franela roja pero ¿acaso estaba enojado conmigo? Porque así parecía, no le tome atención a eso.

-¿A qué has venido acá? ¿Con quién viniste?- Jake me estaba haciendo muchas preguntas, parecía un interrogatorio.

-Quise verte, y vine con mi mamá-le dije sentándome a lado de él-sé que no has ido mucho a la casa.

-Estaba muy ocupado con la manada, han entrado cinco lobos nuevos, unos han escogido seguir a Sam y otros a mí- me dijo.

-La manada está creciendo-dije emocionada, pero sabia e su mirada que había algo más que eso.

-Ness, quiero hacerte una pregunta- me dijo, se veía decidido.

-Suéltala- le dije tranquilamente.

-¿Racionarías así si yo me fuera algún día?- dijo la pregunta muy rápido que apenas pude entenderle.

-¿A si cómo?-le dije yo, se levantó del banco nervioso caminando de lado a lado.

-Así….como lo hiciste cuando te  enteraste que el híbrido se fue.

-No porque lo haría- dije, el se volteo a verme pude captar algo de tristeza en su mirada-Tu no me dejarías ¿o sí?- terminé diciéndole.

-No, pero ¿si algún día pasará?

-Bueno ahí sería otra cosa, no me imagino como estaría -no podía imaginar cómo sería mi vida sin mi mejor amigo. Sin mi Jacob.

-¿Sabes lo que ha cambio?- me preguntó de repente, cambiando el tema anterior, espero a que contestara pero no supe que responderle.

-Tú- me dijo, me sorprendió al decirme esto, pero ¿en que había cambiado? Yo me sentía igual.

-¿Yo, porque?- fruncí el seño confundida.

-¿Acaso no te has dado cuenta? Mírate- me dijo poniendo sus brazos en jarra-Tu mirada, tu forma de expresarte, hasta hablas mas, todo ha cambiado en ti.

Era verdad, hace tiempo que ya no era la misma, todo me parecía diferente ahora, solo que con todo lo que me había pasado este tiempo no me estaba dado cuenta de estos cambios, pero que quería que hiciera, era natural ¿o no?, aunque aparentara ser una niña de 14 años de edad veía las cosas distintas, pero uno de mis temores son los cambios, cada mes que pasa y me miro en el espejo me aterroriza el cambio que hay en mi cuerpo, del solo hecho de saber que ya nada es igual, pero es algo que no puedo cambiar en mi vida.

-¿Y cuál es el problema?- le pregunté.

-Ninguno, solo que ya no eres la misma- me dijo calmado.

Puse los ojos en blanco.

-Bueno, bueno que tal si dejamos de hablar de esto, que siento que se está poniendo algo incomodo- dije poniendo una de mis manos en la frente y ladeando la cabeza.

-Tienes razón- dijo acercándose hacia mí.

-¿Quieres que te ayude con la moto?- le preguntó apuntando hacia ella.

-No, no ya he terminado con ella, solo le estaba sacando un poco de brillo- me respondió.

-Mi mamá me dijo que hoy te toca patrullar-le dije.

-Sí, estoy ansioso por sacar cabezas- al decir esto se le escapo una leve sonrisita.

-Jake eso sonó aterrador- le dije correspondiéndole la sonrisa, siempre me he preguntado cómo se ha de sentir matar a alguien, porque aunque eso sea algo de responder siempre he querido ver lo que se siente.

-Sabes, aunque cambies siempre vas a ser mi princesa- me dijo el de la nada, con otro sonrisa.

Lo abrasé, no sé como hacia Jake pero siempre lograba que me saliera ese lado cursi y sentimental en mí, lo quería muchísimo y me alegraba saber que para él siempre iba a seguir siendo la misma.