Abrí los ojos después de mi largo y
profundo sueño que había tenido, para mí era un nuevo día en Forks, el sol
parecía que estaba luchando por salir.
Después de todo lo de ayer y lo
cansadísima que estaba al llegar de casa de Jacob, me termine durmiendo en la
casa principal.
Me había quedado con mis tíos y abuelos,
porque mis padres si se fueron a la cabaña, de seguro hacer lo que solo Dios
que hacen todas las noches.
Aunque estaba muy cansada, no me dormí
tan fácilmente, el sueño estaba ahí pero no lograba vencerme, porque mi mente
estaba distraída en los chistes que el tío Emmett me contaba antes de que me
durmiera.
Me había dormido en el gran sofá-cama,
lo habían puesto ahí desde mi nacimiento ya que algunas veces como esta me
quedaba a dormir aquí, además ninguna de las habitaciones que había en esta
gran mansión gozaba de una cómoda cama.
-Buenos días corazón- me acabo de
despertar mi abuela Esme con una tierna sonrisa en el rostro-ya está listo el
desayuno.
-Buenos días Abuela- le respondí,
mientras me sacaba unas cuantas lagañas que se había formado en el lagrimal de
mis ojos, me di cuenta que las únicas que nos encontrábamos aquí era Esme y
yo-¿Qué hora es?- le pregunte, pues parecía ya de tarde.
-La 1:30 p.m- me dijo mirado al reloj
muñequera de oro que reposaba en su muñeca izquierda.
Me sorprendí cuando me lo dijo ¿Cuántas
horas me había dormido?¿10?¿12? o ¿14?....., mi sueño debió haber sido bien
profundo, bueno, como siempre lo ha sido.
-¿A dónde esta los demás?- en la casa no
se escuchaba ni un solo movimiento además de los de mi abuela y yo, entonces sí
no estaba aquí ¿A dónde estarían?
-Todos se fueron a cazar- me dijo, y ese
“todos” me sonó a que mis padres estaban incluido en ese grupo
-Y ¿Por qué tú no estás con ellos?- le
pregunté frunciendo el ceño confundida.
-Cuando se fueron estabas dormida y me
quedé para cuidarte- ¿Cuidarme? ¿a mí? No me iba a pasar nada, a decir verdad
me sentía más que protegida en esta casa- además ¿quién te iba a prepara el
desayuno cuando despertaras?-¿desayuno? Como se atrevía a hablar de desayuno a
estas alturas del día- bueno, sé que es un poco tarde por eso te prepare un
desayuno-almuerzo. Pero vamos, anda, ven a comer antes de que se te enfríe la
comida.
Dicho esto me levanté del sofá y me
dirigí a la cocina, donde me esperaba un delicioso pero nutritivo
desayuna-almuerzo que mi abuela Esme me había preparado.
-Mmm…. Se ve súper rico abuela- le dije
frotándome las manos y luego llevándome el primer bocado de comida a la boca.
-Lo hice con mucho amor para ti- eso era
lo que sobraba siempre en las cosas que me hacia mi abuelita Esme: amor, y es
que si había algo con lo que se caracterizaba mi abuela era esa adorabilidad
con que te trataba, te hablaba o, hacia las cosas, a demás de su buena sazón
para la cocina. A pesar de que no me llamaba nunca la atención la comida
humana, los platos que ella hacia siempre le quedaban riquísimos, tanto que
Jake cuando se quedaba a comer (o sea casi siempre) repetía más de dos veces el
desayuno, el almuerzo o la cena que hacia mi abuela Esme preparaba.
-Ya debería de estar por venir,
partieron dos horas después que tú te durmieras- me dijo, con esto se refería
al resto de mi familia que habían salido de caza- esta vez no se quisieron ir
muy lejos, es que como estabas dormida, decidieron estar cerca por si te pasaba
algo, ya sabes, por si te levantas sobresaltada a medio dormir por causas de
tus pesadillas.
Desde que había tenido esa extraña
pesadilla en Volterra, cada noche que cerraba los ojos rara vez venía de nuevo,
las imágenes que se me planteaba en mi sueño poco a poco se iban desvaneciendo,
se veían cada vez mas borrosas, algo en mi la sentía muy lejana, como si
tuviera que pasar primero mucho tiempo antes de que suceda lo que según la
pesadilla iba a suceder, y, desde que le
conté lo que me pasaba a mi familia, no han dejado de estar al pendiente de lo
que hiciera o dejara de hacer todo el tiempo, eran muy sobre protectores,
especialmente mis padres y Jake, lo más raro era que mi tía Alice no veía nada
de lo que iba a suceder respecto a mi pesadilla, por esa razón yo digo que aun
es muy lejana, pero igual mi familia estaba alerta por si algo llegara a pasar,
Alice estaba vigilando las decisiones de Aro por si él tiene que ver con todo
esto, pero: nada.
-Veo que has estado con hambre- me dijo
de la nada mi abuela, sacándome de mis pensamientos e interrumpiendo lo que me
iba a llevar en ese momento a la boca.
-Sin duda, pero me hubiera conformado
con solo dos vasos de sangre- le respondí.
-Sabes que la reserva que tiene tu
abuelo en su despacho, ya se está agotando- eso me decía que dentro de muy poco
iba a tener que retomar la dieta la “dieta vegetariana”, la verdad no sabía de
adonde mi familia sacaba toda esa voluntad para alimentarse de esa sangre tan
desagradable, al menos no era tan rica como era la de humana. En mi infancia
acelerada y cuando era bebé la única sangre que daban era la sangre que mi
abuela tenía en su reserva, habían tratado de introducir en mi alimentación las
típicas formulas que les dan a los bebes recién nacidos, pero me rehusaba a
tomarla. Era algo insípida para mi pequeño gusto, las veces que cazaba con
Jacob un animal, el objetivo era beber su sangre, y lo tenía que hacer, pero yo
no lo hacía en realidad por eso, más bien era porque soy muy competitiva y
hacia lo mejor que podía para atrapar la presa más grande pero la mayoría de
veces Jake siempre me ganaba- además no puedes dejar de lado tu parte humana,
también necesitas comer y, nada es suficiente para mi princesa- dijo esto
último tocándome la barbilla con su suave y fría mano, yo por mi parte le
sonreí.
Seguí comiendo hasta acabarme casi por
completo mi desayuno-almuerzo.
-¿Jake ha venido por aquí?- le pregunte,
el silencioso que permaneció por algunos segundos en el ambiente.
-Sí, pero como te vio dormida se fue, no
quería interrumpir tu sueño, pero dijo que volverá después- me respondió.
-¡Atrape el puma más grande de todos!-
gritó una voz muy conocida, ese era mi tío Emmett que avisaba que ya habían
llegado.
Pasaron todos directo a la sala, en todo
el lugar se disiparon las risillas que emitían mientras se sentaban en los
muebles.
Después de que yo ayudara a mi abuela a
lavar todo lo que yo había utilizado, nos fuimos a la sala a reunirnos con
ellos.
-Vaya, parece que la bella durmiente ya
se ha despertado- me dijo mi papá, acercándose hacia mí para darme un abrazo,
mi abuela Esme fue justo a donde se encontraba mi abuelo Carlisle.
-Y ¿Cómo les fue hoy en la caza?-
preguntó mi abuela a todos.
-Excelente- dijo el tío Jazz sonriendo,
parecía satisfecho.
-Atrape el puma más fuerte de todos-
dijo mi tío Emmett con algo de orgullo, estaba muy contento por haberlo hecho.
-Emm, no has parado de decirlo en todo
este tiempo desde que bebiste la última gota de sangre que le quedaba al pobre
animal – dijo mi tía Rose, palpándole la espalda.
-Deja que lo disfrute Rose, fue la
cacería más increíble que ha hecho durante… ¿siglos quizás?- dijo mi tío Jazz
con un poco de arrogancia.
Todos nos empezamos a reír, mi tío
Emmett solo puso los ojos en blanco y prendió la Televisión para ver un partido
de futbol americano que estaban dando en ese momento, lo que le había dicho mi
tío Jasper totalmente fue un sarcasmo y chiste porque en realidad toda la
fuerza que tenía Emmett era increíble
tanto así que podía extinguir a los pumas si él quería, claro.
-¿De qué se están riendo?- preguntó de
repente una voz que me agrada escucharla siempre.
-Jake….- grité abalanzándome hacia él,
que ese momento estaba entrando a la sala.
-Hola pequeña- dijo abrazándome.
-Con razón ya estaba empezando a oler a
perro mojado- dijo mi tía Rosalie, arrugando la nariz.
-Acéptalo rubia, sé que te agrada mi
presencia- le respondió Jake a su comentario mientras le guiñaba un ojo, ella
fue otra que puso los ojos en blanco. La relación que tenían ellos era la misma
que hace dos años, siempre andaban molestándose el uno al otro.
-¿Tienes hambre Jacob?- le preguntó mi
abuela.
-De hecho… sí, algo- ¿Cuándo iba a decir
que no? Este chico no se cansaba nunca de comer, tenía la suerte de que su
organismo metamorfo no lo dejaba engordar, parecía como si su estómago nunca
estuviera satisfecho.
Mi abuela Esme salió de la cocina con un
gran sándwich de tres pisos para Jake, que se había sentado en uno de los
sillones de la gran sala.
-¿Cómo ha estado la cacería de vampiros
en la reservación?- le preguntó mi abuelo a Jacob, cacería esa parece ser el
tema de hoy.
-Pues bien, cada vez son pocos los que
cruzan la Push y Forks, en estos mese no se han detectado casi ningún rastro de
chupa sangres, hasta las horas de patrulla se han reducido- le respondió él.
-Parece que todo va bien por estos
lares- dijo mi papá, y sí, al parecer todo había regresado a la normalidad, así
era como solía decir mi mamá repentinamente.
-Me contaron que se han integrado nuevos
lobos a la manada- añadió Carlisle.
-El proceso de transformación les ha
llegado a algunos a corta edad, tanto que para ellos es muy difícil
controlarse- el trabajo que estaba haciendo Jake como alfa había sido muy
difícil en estos meses, lidiar con el ataque repentino de ira de un metamorfo
en proceso de transformación no era nada fácil de controlar y menos para él,
que tenía que dirigirlos.
-Me he impresionado del gran tamaño que has
obtenido en todo este tiempo, tengo entendido que solo los alfas los alcanzan-
dijo de la nada mi tía Alice.
-Con razón el olor se ha intensificado
mas estos días- ahora dijo Rosalie con cara de asco, Jake por su parte no le
prestó mucha atención a su molesto comentario.
-Rose….- musitó Esme.
-Rosalie ¿Sabes que hace una rubia
trepando una pared de vidrio?-se dirigió Jacob a mi tía, de acuerdo, aquí ya
comenzaron los “chistes de rubias” que Jake siempre le hacía a mi tía Rose es
que ¿Cuándo iban a parar estos dos….? Jacob espero que la aludida contestara
pero nunca salió ni una solo palabra de su boca, así que continúo con lo que
iba a decir- Quiere ver qué hay del otro lado- terminó diciendo.
Los chistes que le hacia Jake a Rose no
eran tan gracioso pero, sin embargo, siempre se nos terminaba escapando una que
otra risilla.
-Ese chiste ya me lo sabia- respondió ella
a lo que Jake le había dicho, siempre le acababa diciendo la misma respuesta,
un día nos dijo que la razón era que: no quería gastar palabras con el chucho.
Pero a pesar de eso los dos así demostraban que se “estimaban”, por así
decirlo.
-Los chistes de las rubias como tú no
existen, son reales- le respondió él, guiñándole el ojo.
Todas las risas que teníamos guardadas,
con respecto a la situación, no pudieron más ser retenidas así que, terminaron
por salírsenos.
-¿Por qué no se lo dice a Ness? Ella es
la indicada para darte una respuesta- le dijo mi papá a Carlisle, que al
parecer le estaba dando su opinión a algo desconocido que había pasado por la
mente de el abuelo, que sólo él y mi papá lo sabían, hasta ahora.
-¿sobre qué?- le pregunté a mi abuelo, quería
saber de que estaban hablando.
-Es que me parece raro que el objetivo
de la invitación de Aro haya sido conocerte, y por lo que yo sé por medio de lo
que ustedes han contado, nunca Aro habló contigo personalmente- me dijo mi
abuelo, de repente el ambiente en el que estábamos cambió, todos pararon con
sus risitas y, pusieron atención a lo que mi abuelo me acababa de decir hasta
Emmett apago la Tv para escuchar y Jacob
dejo de comer su tan delicioso sándwich (que por cierto ya le faltaba poco para
terminárselo). Ahora entendía porque papá le había dicho que yo era la indicada
para darle su dichosa respuesta, quería que contara lo que él y yo sabíamos
hasta ahora.
Pensé que era un secreto….
-Es que….- no sabía qué respuesta darle,
o mejor dicho, no sabía que contar a toda mi familia- la verdad, Aro si hablo
un pequeño momento conmigo- dije al fin, estaba buscando la manera de decirlo.
Todos los que estaban presentes
desviaron sus miradas rápidamente hacia mí, ahora era el centro de atención.
-¿Cómo?- dijo mi mamá levantándose de un
sopetón del mueble- pero si la única vez que Aro se acercó a ti fue cuando
recién llegamos a Volterra y te presentamos ante él.
-Eso pudo haber sido más que suficiente
para que la haya conocido- dijo Jacob.
-Hay…hay algo que…no he contado- me costó
decir esa simple frase, la palabra <atención> quedaba corta a lo que me
estaba poniendo mi familia ahora, parecía como si los ojos de ellos les fueran
a salir de orbita cuando dije esto, si esta era la reacción de ellos cuando
dijo esto, no me quiero ni imaginar cuando les cuente la parte que de alguna
manera era aun inédita para ellos, y aquí íbamos….-La verdad es que Aro si
habló conmigo… a solas- dije.
Uff!! Ahora de todo lo que me dijo Aro,
aunque fuera imposible, se iban a morir de la impresión.
-¿Cuándo?- me preguntó Jacob cogiendo de
la mano que estaba descansando en el brazo del mueble donde él estaba sentado y
donde yo estaba apoyada.
-Cuando fui a ver los muñecos de madera
que se me habían quedado en la habitación donde dormía, cuando los encontré me
disponía a regresar con ustedes pero Aro se me cruzó en el camino y termine
hablando con él- le dije no solo a él sino también a todos tranquilamente, y es
que, a medida decía esto vi que no había ningún problema en contárselos, total,
lo contaba no tenía nada de malo.
-Y ¿Por qué no nos los dijiste?- me
preguntó mi mamá, confundida.
-Bueno porque, ni yo misma me lo creía-
le respondí, eso era por parte verdad.
-Entonces, nos pudieron haber dicho días
después- dijo nuevamente mi madre, solo que esta vez también se dirigía a mi
padre.
-Es que…- mi papá me cortó lo que iba a
decir, de seguro porque él tenía una buena explicación para darle.
-estábamos esperando el momento indicado
para decírselos- terminó diciendo.
Habla
por ti mismo papá, porque yo no sé los hubiera dicho, aun. Pensé
Al parecer mi padre terminó escuchando
mi pensamiento, a pesar de todo ese a barullo de voces que se había formado
después de que mi papá terminara de hablar, porque enseguida me miro, yo solo
me encogí de hombros al ver su mirada en mí.
-Basta- dijo Carlisle alzando los brazos
y poniendo al descubierto las palmas de sus manos en son de paz. Al instante se
creó un silencio sepulcral.
-Ahora lo entiendo todo- susurró mi
papá, por su cara se veía que estaba atando cabos sueltos-Aro detuvo lo que iba
a suceder no solo por lo que Alice le había mostrado, también fue por…Nessie-
¿Era cierto lo que mi papá había dicho? Hasta yo me sorprendí al escucharlo-
Cuando la vio se quedó impresionado.
-Era lógico, Renesmee es tan adorable,
nadie se resiste a sus encantos- dijo mi tía Rosalie sonriéndome, y según mi
familia era así, cualquier persona que me miraba o ejercía mi don en ella,
quedaba encantada conmigo, lo habían comprobado con los testigos que habían
venido aquella vez a ayudarnos, especialmente con mis tíos de Denali, que por
cierto, desde ese día venían cada dos mese a visitarnos o viceversa. Mi familia
había dicho que tal vez sea otro don que poseía, lo cual yo lo creía imposible
ya que nadie puede tener más de un don ¿o sí?
-Tal vez haya sido eso pero, también algo
le hizo acordarse de una tal…¿Agatha?- dijo el nombre un poco confundido, como
si al pronunciarlo se preguntara quien era ella y , creo que esa a de ver sido
la pregunta que se formulo en la cabeza de todos.
-Agatha era la hermana menor de Aro y
Didyme, escapó de casa año después de que Aro se convirtiera, era muy bonita
pero, sus únicos defectos eran la avaricia y la soberbia, creo que en eso se
parecía tanto a su hermano. Nunca más se supo de ella, pero de lo que si tengo
certeza es que Aro la quería muchísimo, quizás por eso Aro…“adora” a Nessie,
porque algo en ella le recuerda a su hermana-terminó de decir mi abuelo, nadie
se podía creer lo que había acabado de decir ¿Será verdad que me parezco a
ella? Pero ¿en qué?-Poco se sabe de la antigua vida de Aro, nunca ha
relacionado lo personal con lo laboral, por lo mismo eso es todo lo que he
escuchado porque Aro una vez me lo dijo.
-Esto es increíble- mofó Jasper- Y yo
que pensaba que Aro ni siquiera conocía la palabra ‘sentimientos’.
-Aro también fue un ser humano, muy en
el fondo también tuvo que haber tenido un corazón- opinó Esme al comentario que
había dicho mi tío Jasper.
-Como vampiros, nuestros sentidos y
sentimientos esta mil veces mas evolucionados en comparación a como lo
experimentamos en la vida humana. Somos capaces de odiar, codiciar, envidiar e
incluso hasta de querer y amar a grados que ni siquiera nosotros podemos
imaginar, es parte de lo que somos y por más que queramos, no podemos evitarlo
y hasta hay veces que se nos hace difícil controlarnos- dijo nuevamente mi
abuelo Carlisle, paseándose de un lugar a otro poniéndose la mano en su barbilla.
No entendía a que quería llegar con todo esto, ni la relación que tenía con lo
que se supone que estábamos hablando.
-Y ¿Qué quiere decir esto Doc?- le
pregunto Jake a mi abuelo que de inmediato se detuvo para explicarnos.
-Que puede llegar a ser muy peligroso
todo el cariño y aprecio que Aro ha llegado a tener para con Nessie, todo esto
puede convertirse en una obsesión- La verdad no creía que esto fuera para
tanto, simplemente pensaba que estaba exagerando, pero en este caso el que
estaba hablando era mi abuelo Carlisle y sé que lo que él dice la mayoría de
veces es cierto. Por algo es la cabeza de esta familia.
-¿Tanto así?- luego sentí curiosidad por
muchas cosas, una de ellas era entender completamente lo que Carlisle lo que
Carlisle había dicho “todo esto puede
convertirse en una obsesión” esas fueron las mismas que retumbaron en mi
mente-¿Qué me vio igual a ella?
-Aun no lo logró descubrir, el don de
Aro es tan eficiente cuando se ejerce en alguien, que puede terminar sabiendo
hasta el más oscuro o apartado secreto, pensamiento o sentimiento que tengas,
quizá algo de lo que vio en ti le familiarizo con ella- me respondió mi abuelo.
-¿A qué te refieres con lo de la
obsesión?-preguntó ahora mi mamá.
-Nadie se puede esperar lo que Aro pueda
llegar a sentir o a hacer, bueno en cierto caso excluyendo a Alice, pero
sabemos que los Vulturi saben de eso, que por lo visto es algo malo para ellos,
pero conociéndolos, sabemos también que se pueden valer de sus artimañas y
planear algo para llegar a bloquearla, pero lo que nunca nos imaginamos es que
ya estén comenzando a….actuar.
-¿Cómo?- dijeron todos al unísono.
-¿Alice?-la llamó Carlisle, la aludida
al escucharlo reacción después del estado de shock en que se había quedado
quien sabe por cuánto tiempo y, que nosotros ni siquiera nos habíamos fijado.
-¿Pasa algo amor?- le preguntó Jasper
con ternura mientras le cogía su perfecta y pequeña barbilla alzándole la
cabeza para que lo viera.
-No,no,nada-dijo ella negando
rápidamente con la cabeza, desasiéndose de la forma en la que mi tío Jasper la
había tenido y mirando hacia otro lado- solo que con lo que acabo decir
Carlisle, pude entender todo.
Todos corrimos la mirada hacia Carlisle,
queríamos que él o Alice nos dijeran que estaba pasando y el porqué de la
deducción tan inesperada de Carlisle.
-Hace mucho que no veo las decisiones de
Aro, la ultima que vi fue él decidió mandar la carta de invitación y, eso fue
ya hace mucho tiempo, y desde ahí no he visto nada mas, por eso es que no les
llamé durante el tiempo de su viaje a Volterra- dijo mi tío Alice poniéndose la
mano en la sien, parecía como si mientras nos contaba esto iba dándose cuenta
de todo, después de decirnos esto, alzo la cabeza y miro a Carlisle y a mi papá.
Con la mirada que le dedico a ello parecía como si ellos tuvieran una respuesta
a lo que ella había dicho.
Ahora todo lo que había logrado deducir
Carlisle, entonces Aro podría tener algo o a alguien que estaba bloqueando a
Alice.
En todo esto me pude fijar, en el giro que
había dado la conversación, habíamos pasado de la risa a la preocupación en
minutos.
-Es por eso que tenemos que estar
alertas, es posible que Aro esté planeando algo y nosotros aun no lo sepamos,
hasta lo que según Aro siente por Ness, puede ser solo parte de un posible
plan.
-Y ¿Quién quita que sea verdad?-dijo de
repente Emmett, con esto se estaba refiriendo a lo que según Aro siente hacia mí,
y parecía que solo estaba al margen de esta peculiar conversación. Mi mamá y mi
tía Rosalie lo asesinaron con la mirada al escuchar su impulsiva pregunta-Solo
decía-dijo mi tío poniendo las manos en alto y encogiéndose de hombros al notar
las miradas de mi tía y mi mamá. Parecía como cuando un policía atrapa a un
ladrón y lo apunta con la pistola.
-¿Y eso implica que hay otro problema?-
preguntó Jasper.
-No precisamente, pero hay que estar
atentos- le respondió mi papá.
Atentos. Con esa palabra ya sabía que
era lo que venía con todo esto.
En conclusión, esta inesperada
conversación había quedado inconclusa.
Genial! Y yo que pensaba que por fin mi
vida iba a ser algo normal……